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Gregorio Mayans y Siscar -... > Bibliography > Tesis Doctorales - Historia... > Capítulo VII: El criticismo de Mayans en el País Valenciano y en Cataluña - Las buenas relaciones de Mayans con el conde de Lumiares

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LAS BUENAS RELACIONES DE MAYÁNS CON EL CONDE DE LUMIARES

Entre los intelectuales valencianos que reciben el influjo crítico de don Gregorio Mayáns es menester señalar a Antonio Valcárcel Pío de Saboya, conde Lumiares. La figura de Lumiares aparece en el mundo cultural español en 1773 al publicar Medallas de las colonias, municipios i pueblos antiguos de España hasta hoi no publicadas. Pero la amistad con don Gregorio era muy anterior. El 29 de noviembre de 1768, escribía Lumiares al erudito, desde Orihuela, que había conocido las conjuraciones tramadas contra la Gramática Latina. El conde agradecía, además, la fineza de Mayáns que le obsequiara con la Idea de la Gramática Latina al tiempo que alababa el proyecto mayansiano 117.

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Esta relación debió ser intensa y, desde el primer momento, tomó cariz intelectual. Lo cierto es que las primeras publicaciones del Lumiares aparecen avaladas por la autoridad y el prestigio de don Gregorio. Medallas de las Colonias... está aprobado por Juan de Casamayor, Fiscal y Oidor, después, de la Real Audiencia de Valencia e íntimo amigo de Mayáns. Casamayor constata que la obra de Lumiares puede considerarse como "Apéndice o ilustración a los tres tomos de Medallas del laborioso P. M. Fr. Enrique Flórez" que acababa de publicar el último volumen 118. Idéntica relación establece Mayáns. Era tema grato al erudito valenciano y no podía menos de señalar las colaboraciones que prestaron los coleccionistas de monedas al autor de la España Sagrada. Era la manera de celebrar el gran valor de la aportación personal de Lumiares 119.

La coincidencia es evidente, pero no puede sorprender, pues el mismo conde en un breve prólogo, Asunto i razón desta obra, explica la génesis de su trabajo. Al publicar Flórez los dos tomos sobre las Medallas de España (1757-1758), varios coleccionistas facilitaron monedas y noticias al agustino quien se vio obligado a publicar en 1773 un tercer tomo corrigiendo errores anteriores. Este era, también, el fin de Lumiares, pues las noticias estaban destinadas a que "el autor citado las colocara en su obra". Habiéndolas enviado demasiado tarde, amplió sus investigaciones y pensó publicarlas en beneficio del público. Interesa, no obstante, prestar atención a las palabras del conde.

"Comunicado este pensamiento al señor don Gregorio Mayans, a cuyo ingenio i universal conocimiento en todas las Buenas Letras deverá España algún día los más curiosos e importantes descubrimientos en esta Ciencia, contribuyó a aumentar estas

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ediciones, franqueándome, con aquella liberalidad que le es natural, quantas preciosas medallas enriquecen la quantiosa i excelente colección que posee" 120.

Notemos el contraste. Don Gregorio, que se había negado a facilitar sus monedas al P. Flórez, las ofrece liberalmente al joven Lumiares que aprovecha sus datos citando en cada caso el favor del erudito 121. Pero no se trata sólo de monedas. Lumiares entra en la biblioteca mayansiana y puede utilizar los manuscritos de Juan Bautista Pérez así como la primera edición de Paulo Orosio 122. Nueva prueba de confianza: el propio don Gregorio se encarga de realizar los trámites para la edición de las Medallas..., procura que Orga compre el papel adecuado, recoge la censura de Casamayor y corrige las galeradas 123.

La amistad perduró. Lumiares emprende un viaje a través del país valenciano copiando inscripciones. Estuvo en Oliva y copió las que conservaba Mayáns en su propia casa 124, pasó también a Valldigna y Cullera confesando que fue muy bien atendido en Benisa gracias a su amistad con Mayáns 125. Ahora bien, a través de las noticias que Lumiares comunica al erudito podemos seguir el origen de su criticismo, la evolución de sus proyectos y la aportación de los hermanos Mayáns.

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En 1776 Lumiares lamenta las censuras de que es víctima. Se le acusó en un papel leído en la Real Academia de la Historia -era miembro correspondiente desde el 10 de enero de 1775- de ser demasiado joven para empresas científicas de tal fuste y de que aceptaba los falsos cronicones. Lumiares respira indignación y sus palabras nos ayudan a precisar el origen de su repulsa de las falsificaciones del P. Higuera.

"Estoi con la mayor priesa ajustando las cartas eruditas de varios sabios con algunas mías para darlas a la prensa sobre varios asuntos de literatura con varias memorias inéditas por las que verá el mundo quán distante he estado siempre de seguir los Chronicones y mucho menos después que tube el honor de tratar a V. S. que me franqueó su selecta bibliotheca y me ilustró con sus eruditas correcciones, venerándole siempre como mi maestro, y será para mí la más evidente prueba de su atención que me diga si me a oído adoptar semejantes obras, pues tendrá bien presente que entre las infinitas tardes que pasavamos en su bibliotheca algunas emos empleado lamentándonos del daño que han ocasionado estos falsarios; bien sabe V. S. que en mi obra de La Lucentum que V. S. se dignó registar i corregir, al artículo 2.° ablando de la Chrónica manuscrita de Alicante y otras de principio dcste siglo y fines del passado, digo: lo viciados que se hallan despreciando la irrefragable autoridad de los autores originales y alegando como escritos verdaderos la Historia de Beroso figurada por Juan Annio de Viterbo en el siglo 15, el Chronicón de Dextro, figurado en el siglo pasado, documentos despreciados con razón por todos los sabios de este siglo" 126.

El texto es importante. En Mayáns -que también influía a través de la conversación o de la tertulia como en el caso de Juan Bautista Muñoz- hay que buscar el origen de la actitud crítica de Lumiares. También en el mismo influjo habría que buscar el interés del conde por recurrir siempre a las fuentes originales copiando personalmente y de manera minuciosa las inscripciones que encontraba en sus correrías. Esta idea encontrará una bella expresión en su pluma lamentando el poco aprecio que hacen los pueblos y aun los intelectuales españoles de las fuentes originales 127.

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El consejo de Mayáns será claro: desprecie los comentarios que le acusan de partidario de los falsos cronicones. Las obras de Lumiares serán la prueba. Esta actitud crítica fundamental encontrará el consejo oportuno, apoyando unas veces el punto de vista del joven arqueólogo, rechazándolo, otras. Si bien el erudito explicará, en el último caso, las razones metodológicas en que basa su juicio. Así ocurrió en el caso de unas monedas de plomo que, halladas en Cádiz, habían enviado a Lumiares. El conde las describe con detenimiento y, basado en ellas, quiere impugnar unas opiniones de Flórez al tiempo que pretende probar su autenticidad con los testimonios de Plauto sobre las monedas plúmbeas 128. Mayáns extraña, en primer lugar, el hallazgo de las monedas pero celebra estén en manos del conde que las dará a conocer al público. En cuanto a los testimonios de Plauto se refiere, don Gregorio es más prudente y cree que no autorizan la autenticidad de las monedas, pues ni las comedias paliatas de tema griego, ni las togatas de asunto romano "pruevan los usos de España". Estudia los textos de Plauto que no considera convincentes, y concluye: "Pero demos que los romanos usaron de moneda de plomo; para provar el mismo uso en España son necessarios testimonios positivos; i éstos son los que V. S. deve buscar refiriéndose al tiempo que V. S. piense que se usó la moneda de plomo" 129.

La constante exigencia mayansiana del testimonio positivo coetáneo como prueba histórica de un hecho acaecido. El matiz crítico fue comunicado a Lumiares en una amistosa carta celebrando el hallazgo de unas monedas romanas en Cádiz. La advertencia vendría, otras veces, a través de la correspondencia de Juan Antonio. Así ocurrió con una inscripción conservada en el "patio de la casa de los Santos" de Cartagena y que el P. Higuera había atribuido a santa Victoria supuesta mártir en la antigua Turbula (Tobarra). Nicolás Antonio habla de la inscripción en la Censura de Historias Fabulosas, pero en una nota, que Lumiares supone justamente sea de don Gregorio, se advierte que es "pieza fingida". El conde piensa publicarla y ruega al erudito le comunique los motivos que tuvo para considerarla espúrea; "La inscripción la he registrado varías veces y, a mi entender, es antigua romana, en donde está [Pg. 253] hay otras muchas que hizo colocar el Ilmo. señor Dávila y Toledo, obispo de Cartagena, la formación de sus caracteres son propios del siglo de Augusto y, cotejada con otras muchas que allí hay, no se halla diferencia alguna en quanto a las circunstancias que la pueda constituir espúrea; remito a V. S. su exacto traslado a quien suplico me diga su sentir asegurándole sugetaré mi dictamen a el sabio concepto de V. S." 130.

A los tres días, el 16 de septiembre de 1777, respondía Juan Antonio aportando una serie de razones que prueban su ficción. Los Mayáns estaban bien informados por el P. Pablo Manuel Ortega que había publicado una Disertación sobre el tema y había enviado varios ejemplares a don Gregorio 131. Así lo comunican a Lumiares quien, ante tales razones, escribe: "Recibo la erudita carta de V. S. la que no me deja nada que desear en desengaño de la inscripción de Cartagena, y a su debido tiempo manifestaré el fabor que devo a V. S." 132.

Ahora bien, el mismo texto en que llamaba a don Gregorio su "maestro" y reconocía que, gracias a su influjo, tomó actitud radical contra los falsos cronicones, constituye una prueba evidente de la colaboración de los Mayáns en los trabajos de Lumiares. Lucentum será editada en 1780 y cuatro años antes había sido leída y corregida por don Gregorio. Pero no será sólo Lucentum, pues también en la composición de otras obras de Lumiares colaboran los dos hermanos.

Lumiares había comunicado al erudito, en 1777, que estaba completando una obra de "las inscripciones y antigüedades pertenecientes a Sagunto, Dianio, Alona, Lucentum, Ilice, Cartago Nova, y otras poblaciones antiguas de España...; incluyo también una disertación sobre los Barros que se fabrican en Sagunto con infinitas inscripciones que hay en estos fragmentos y varias lápidas que los autorizan" 133. Ese mismo día, 13 de septiembre de 1777, envía a Juan Antonio las "Antigüedades de [Pg. 254] Denia" confesando la necesidad que siente de consultar la biblioteca mayansiana 134. Unos meses más tarde, febrero de 1778, envía la disertación sobre los Barros Saguntinos, "remítola a la censura de V. S. para que corrija todo aquello que le pareciese necesario para cuyo efecto tiene margenes la obra", y pedía al canónigo escribiese una carta que precediese la obra 135. Barros Saguntinos fue publicado en 1779 y Lumiares -complacido en su deseo- incluía la carta de don Gregorio que elogiaba la utilidad del estudio de tales restos arqueológicos 136. Ese mismo año, los hermanos Mayáns corrigieron también las inscripciones de Cartagena que había copiado Lumiares 137.

Finalmente, cuando Lumiares decide recorrer el país valenciano para copiar las inscripciones romanas, encuentra en los hermanos Mayáns el aliento y consejo oportuno. Don Gregorio no copia las inscripciones de Sagunto, que el conde le facilitaba, esperando publique todas las que recoja, y añade: "me alegro de los felices descubrimientos que va haciendo V. S. i deseo que los continúe, particularmente en este Reino de Valencia" 138. Aquí aparece la idea de las Inscripciones y antigüedades del reino de Valencia, la obra de más envergadura de Lumiares. Muchas dificultades entrañaba la empresa y el conde consultará con frecuencia a los hermanos Mayáns enviándoles copia de las inscripciones para su [Pg. 255] corrección, lluegando a pedir a Juan Antonio que le interprete dos inscripciones en latín así como su traducción castellana 139.

Muerto don Gregorio, será Juan Antonio quien responda a las consultas del conde y resuelva sus dudas: dónde puede encontrar, por ejemplo, las inscripciones romanas de Lloch Nou, Monasterio de San Jerónimo, Gandía... En esa línea de confianza, Lumiares continuó utilizando la biblioteca mayansiana en sus investigaciones: la Crónica de Beuter de 1538, las cartas latinas de don Gregorio para cotejar las inscripciones de Sagunto 140 y hasta los "apuntamientos" de Agustín Sales que, como sabemos, pasaron a manos de los Mayáns. Lumiares era consciente del favor.

"Yo amo a V. S. como a un sabio mentor y tengo siempre que aprender y admirar de su conocida erudición: me han satisfecho las razones que V. S. propone sobre mis dudas y me servirán de guía... Vea V. S. las inscripciones en limpio que tengo examinadas que en confianza le comunico. Véalas despacio que no corre priesa" 141.

La intimidad de esta correspondiente demuestra que no pueden estudiarse los trabajos de Lumiares al margen de los proyectos e ideas mayansianas. El criticismo histórico, según confesión del conde, lo aprendió de viva voz en conversaciones íntimas con don Gregorio quien procuró precisar el criterio metodológico de Lumaires por medio de frecuentes cartas. Así nació una amistad nunca enturbiada por divergencias científicas, como en el caso del emplazamiento de la antigua Illici 142.

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Lumiares buscó siempre el asesoramiento de los Mayáns en sus proyectos y la corrección de sus trabajos antes de enviarlos a la imprenta. En carta de don Gregorio hemos apreciado el consejo de una colección de inscripciones del reino de Valencia. La obra presentada por Lumiares a la censura y aprobación de la Real Academia de la Historia, en diciembre de 1805, constituye el tomo VIII de las Memorias de la Academia con el título de Inscripciones y Antigüedades del Reino de Valencia 143. No debía sorprendernos el consejo de don Gregorio. El erudito había copiado muchas inscripciones que facilitó al deán Martí y publicó otras en Epistolarum libri sex. Al fundar la Academia Valenciana, incitó al doctor Gómez Marco a emprender "la Colección de las Inscripciones de España" pero la tarea era superior a las fuerzas del académico. Dentro, pues, del pensamiento mayansiano de estudiar las antigüedades españolas, expresada claramente en las Constituciones de la Academia y, en especial, las conservadas en el país valenciano, hay que situar la copia directa y personal de las inscripciones que hizo el conde de Lumiares.

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117 . B. M. Va., Serrano Morales 7285-76.

118 . VALCÁRCEL, Medallas..., Censura de Juan Casamayor y Josa (sin paginación).

119 . "Yo no tengo que decir a V. S. sino que, aviendo el maestro Frai Henrique Flórez hecho imprimir sus tres tomos sobre este mismo asunto en el que desfrutó unos quarenta monetarios, los mayores i más exquisitos de España, de algunos de los quales yo le di noticia especialmente de los de este reino de Valencia; es cosa que causa admiración que después de aver contribuido a la diligencia de dicho escritor la de muchos hombres eruditos, que no solamente le franquearon con liberalidad sus propios monetarios o los dibujos de sus medallas españolas, sino que también le comunicaron sus nuevas observaciones i eruditas explicaciones; es cosa, digo, que causa admiración que, después de tanta diligencia, tenga V. S. que añadir de su propio caudal (recogido a fuerza de una estudiosíssima aplicación, industria i gusto) tan crecido número de monedas antiguas hasta ahora no publicadas, tantas nuevas observaciones i tan eruditas explicaciones...". Ibíd. Carta del señor don Gregorio Mayáns i Siscar... al señor don Antonio Valcárcel .... Valencia 8-IX-1773 (Sin paginación). La autógrafa en B. M. Va., Serrano Morales 7272-39.

120 . VAI.CÁRCEL, Medallas..., Assunto i razón desta obra. Lumiares consideraba "admirable" la obra de Flórez sobre las medallas, VALCÁRCEL, Carta que escribe el Excmo... a D. F. X. R...., 35. No obstante, a juzgar por una carta de Victor de la Comba, las relaciones Flórez-Lumiares no debían ser muy cordiales: "... y dice (Juan Forner Pascual, regidor encargado de los descubrimientos arqueológicos) que luego que acabe su reconocimiento y plano escrivirá a Vm. y se quexará del P. Flórez que estuvo poco ha en Alicante, sin haver querido avistar cosa alguna ni haver querido tratar a Dn. Antonio Valcarcel, que me asegura es hombre hábil y mui aplicado...". Victor de Comba a G. Mayáns, Madrid, 26-XI-1771, B. M. Va., Serrano Morales 7263-15.

121 . Moneda de BILBILIS, VALCÁRCEL, Medallas..., 5; de CALAGURRIS, ibíd., 6; de CELSA, ibíd., 10; de GADES, ibíd., 14.

122 . No le convencen las razones de Pérez para identificar Bacia con Baeza, "En las notas que puso a la margen del Chronicón de Vaseo i se hallan en la librería mayansiana" (ibíd., 3, nota 3). También en la mayansiana estaba la edición de Orosio de París 1510, ibíd., 4.

123 . "Fenecida la impressión de mi obra, no me queda más que dar a V. S. infinitas gracias por lo que me ha faborecido con el cuidado de ella, la que está muy a mi gusto" Regala al erudito una caja de naranjas chinas. Antonio Valcárccl a G. Mayáns, B. M. Va., Serrano Morales 7285-76. Sin fecha, pero responde a la edición de esta obra, pues Mayáns, agredeciendo las naranjas, confiesa que le gustaron más la medallas. G. Mayáns a Antonio Valcárcel, Valencia, 15-II-1774, ibíd., 7272-39.

124 . VALCÁRCEL, Inscripciones..., 74-76.

125 . Antonio Valcárcel a G. Mayáns, Orihuela, 15-III-1774, B. M. Va., Serrano Morales 7285-76.

126 . Ibíd., Alicante, 12-IV-1776, íd.

127 . VALCÁRCEL, Lucentum..., 4.

128 . Antonio Valcárcel a G. Mayáns, Orihuela, 18-II-1774, B. M. Va., Serrano Morales 7255-76.

129 . G. Mayáns a Antonio Valcárcel, Valencia, 25-II-1774, ibíd., 7272-39. Los únicos textos que, a juicio de Mayáns, pueden referirse a las monedas plúmbeas, son Casina, acto I, escena 3, verso 40; Mostellaria, act. IV, esc. 2, vers. 11-12;   Trinamno, act. IV, esc. 2, vers. 120.

130 . Antonio Valcárcel a G. Mayáns, Alicante, 13-IX-1777, ibíd., 7285-76. La inscripción era: "VICTORIAE/AUG./ C. VALERIUS/ FELIX/ EX VOTO/ D.D./ N. ANTONIO. Censura..., 192.

131 . Juan A. Mayáns a Antonio Valcárcel, Valencia, 16-IX-1777, B. M. Va., Serrano Morales 7276-57; Fr. Pablo Manuel Ortega a G. Mayáns, Mula, 14-VI-1764 y 15-VII-1764, ibíd., 7280-65. Unos años antes había enviado, aún manuscrito, Disertación sobre la Inscripción falsamente aplicada a Santa Victoria, que el erudito alaba, pero no se atreve a publicarla por su cuenta. G. Mayáns a Fr. Pablo M. Ortega, Oliva, 14-IV-1759, B. A. H. M., 159.

132 . Antonio Valcárcel a Juan A. Mayáns, Alicante, 25-IX-1777, B. nI. Va. Serrano Morales 7285-76.

133 . Antonio Valcárcel a G. Mayáns, Alicante, 13-IX-1777, ibíd.

134 . Antonio Valcárcel a Juan A. Mayáns, Alicante, 13-IX-1177, ibíd. "Recibí la Antigüedades de Denia corregidas por mi Sr. Dn. Juan Antonio, que sirvieron de aumentar los motivos de confesarme deudor a las repetidas atenciones de V. S. S. que por un eafcto natural de su bondad me onrran". Antonio Valcárcel a G. Mayáns, Alicante, 6-I-1778, ibíd., 6808-2 °.

135 . Antonio Valcárcel a Juan A. Mayáns, Alicante, 21-II-1778, ibíd.

136 . VALCÁLCEL., Barros Sagttntinos... La carta de don Gregorio (25-V-1778), 3-8. Lumiares, que conoce las palabras de Ambrosio Morales, posee un gran número de "Barros". La originalidad de Lumiares consiste en el intento de establecer un sistema, según el color, el destino, las figuras decorativas y, sobre todo, según las familias que se dedicaban a la fabricación. El conde, naturalmente, no se plantea la grave cuestión que preocupa a los actuales arqueólogos acerca de la cronología de los "barros", ni de la posible identificación con la "tema sigilata", o el carácter ibérico de esta alfarería. Sobre el estado actual de la cuestión, cf. FLETCHER, Algunas observaciones...

137 . "Las inscripciones de Cartagena que V. S. me bolvió están ya puestas en limpio, esperando las restantes para remitirle 11 que me quedan en borrador que deven tener el honor que las antecedentes pasando por la sabia censura de V. S." Antonio Valcárcel a G. Mayáns, Alicante, 30-III-1779, B. M. Va., Serrano Morales 7285-76.

138 . G. Mayáns a Antonio Valcárcel, Valencia, 2-I-1776, ibíd. 7272-39. Sobre las dificultades que encontró Lumiares en Sagunto, así como la actitud de Pérez Bayer, cf. F. MATEU LLOPIS, Pérez Bayer i les inscripcions ibériques i hebraiques de Molvedre, en "Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura", XII (1931), 248-257.

139 . Antonio Valcárcel a Juan A. Mayáns, Alicante, 2-XI-1779, B. M. Va., Serrano Morales 7285-76. Las consultas en este sentido son frecuentísimas. Ello confirma la apreciación de don Gregorio: "El conde de Lumiares tiene buenas entrañas. Le falta el estudio de la lengua latina". G. Mayáns a José Finestres, Valencia, 17-X-1777, Documents..., IV, n. 1514.

140 . Antonio Valcárcel a Juan A. Mayáns, Valencia, 26-X-1787, B. M. Va., Serrano Morales 6808-2°.

141 . Ibíd., Respecto a los "apuntamientos" de Agustín Sales. Ibíd., 30-IX-1787, íd. y VALCÁRCEL, Inscripciones..., 73.

142 . Juan A. Mayáns, como se sabe, publicó Illici, hoi la villa de Elche. Este criterio no era compartido por Lumiares que situaba Illici en el Molar, pues creía se trataba de una ciudad marítima. Los hermanos Mayáns conocieron los trabajos realizados en Alcudia por Leonardo Soler en 1775, por informe directo de Soler, así como el criterio de Lumiares expuesto por el mismo conde. Tanto don Gregorio como Juan Antonio continuaron colaborando con Lumiares. En B. M. Va., Serrano Morales 7283-70, se conservan la carta de Leonardo Soler y un informe de Lumiares. Cf. VALCÁRCEL., Antigüedades..., 34-35.

143 . La obra fue publicada bajo la dirección del académico Antonio Delgado que corrigió los aspectos ya superados. Tiene 114 páginas de texto y 370 litografías de las inscripciones.

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