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Gregorio Mayans y Siscar -... > Bibliografía > Serie Menor - Volumen IV :... > Introducción

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[Pg. VII]

INTRODUCCIÓN

AL iniciar la "Serie Minor", Salvador Cardona, alcalde de Oliva y fervoroso promotor de las Publicaciones del Ayuntamiento, señalaba los trabajos a incluir: manuscritos de Mayans, reedición de textos de difícil acceso y conjunto de artículos sobre la figura de don Gregorio. Los fines propuestos van cumpliéndose con regularidad. Aparecieron las biografías del mismo Mayans y del deán Manuel Martí, en su texto latino y en su traducción castellana, que, editadas en el siglo XVIII resultaba muy difícil consultar. Fue publicado, asimismo, el hasta ahora inédito plan de estudios o Idea del nuevo método que se puede practicar en la enseñanza de las Universidades de España, redactada por don Gregorio a solicitud de Carlos III. Finalmente, cumplimos ahora el tercer fin señalado en el mencionado prólogo.

Cuando intenté planificar la "Serie Minor" con la intención de cumplir los objetivos trazados por el alcalde de Oliva, pensé inmediatamente publicar los artículos sobre Mayans aparecidos antes de que el Ayuntamiento iniciara sus publicaciones, desde las páginas de Vicente Ximeno en Escritores del reyno de Valencia (1749) al trabajo de Morel-Fatio aparecido en Bulletin Hispanique (1915). Sin embargo, las circunstancias han aconsejado otra cosa y aparecen ahora en la "Serie Minor" un conjunto de artículos míos que tienen por objeto la personalidad de Mayans.

Reunir varios trabajos de investigación sobre una persona entraña un peligro evidente: falta de unidad. Concebidos en circunstancias distintas y con fines muy concretos, cada uno [Pg. VIII] de los artículos responde a las motivaciones intelectuales del momento. En consecuencia, la diversidad de temas puede romper la unidad del libro. No obstante, el personaje único sobre el que se centran los artículos reunidos en este volumen puede aportar una línea lógica y unitaria. El trabajo de su ordenamiento resulta, en este caso, esencial para que el libro tenga un carácter coherente. Espero haber logrado, al menos, que la división y orden establecidos faciliten la comprensión interna de las ideas y clarifiquen los múltiples aspectos de la personalidad de Don Gregorio.

En cinco partes pueden dividirse los trabajos aquí reunidos: la compleja personalidad de Mayans, sus relaciones con los ilustrados extranjeros, las luces y sombras observadas en el trato con los intelectuales españoles, su actitud ante los problemas religiosos que le tocó vivir y las dificultades que encontró en la censura.

1. La compleja personalidad de Mayans. Se trata del prólogo a Gregori Mayans i la cultura de la Il·lustració del Dr. Vicente Peset. No resulta fácil comprender la figura de don Gregorio y cuanto significa. Las tópicas frases de los manuales, que lo relegaban al grupo de los eruditos, señalando en todo caso su orgullo o resentimiento, deben ser rectificadas. El alcance intelectual de su actividad y el significado de su persona se han complicado mucho y han adquirido nuevos matices. Es decir, se han enriquecido. Y lo más importante: han ayudado a profundizar en el conocimiento de nuestro siglo XVIII. No pretendí, al escribir el prólogo, clarificar todas las facetas de la figura humana, intelectual o religiosa, de don Gregorio. Mi intento era más sencillo: buscar una línea coherente que explicara al mismo tiempo la fama de que gozó en el extranjero y su relativo fracaso entre sus coetáneos hispanos.

2. Mayans y los ilustrados extranjeros. Desde la perspectiva apuntada, se imponía estudiar los intercambios culturales de don Gregorio con los ilustrados extranjeros y españoles. El primer aspecto ha sido especialmente desarrollado en el libro del Dr. Peset, antes aludido. Pero antes de que apareciera [Pg. IX] Gregori Mayans i la cultura de la Il·lustració las circunstancias me hablan obligado a ocuparme de las relaciones de Mayans con algunos amigos europeos. En 1971 presenté una comunicación al I Congreso de Historia del País Valenciano sobre el interés de varios de sus amigos extranjeros por la lengua "llemosina". Se trata de dos nobles: el marqués de Caumont y lord Keith, mariscal de Escocia. Francés el primero, se manifiesta especialmente interesado por los poetas provenzales. Escocés el segundo, intenta publicar los Feits de Jaime I y la Crónica de Muntaner en su lengua original y en su traducción castellana. Ambos encontraron en Mayans la colaboración más entusiasta.

Más importante -al menos por el esfuerzo que entrañó su elaboración- es Muratori y la cultura española, presentado en el Convegno Internazionale di studi muratoriani (Modena, 1972). Frente a la tradicional influencia francesa en los ilustrados pude observar una importante corriente cultural italiana claramente visible a lo largo del XVIII español. Muratori, ciertamente, es la figura más importante en sus aspectos de ilustrado cristiano, reformista moderado en el campo religioso o social, e historiador crítico. Pero no es el único. Gravina, Vico, Maffei, Concina, Orsi..., son conocidos en España. Además, diplomáticos o libreros italianos residen largos años entre nosotros y españoles -embajadores (Roda y Azara) y clérigos (Martí, Pérez Bayer, Scio de san Miguel)- reciben en Italia el influjo de las nuevas corrientes. Son hechos que no pueden olvidarse y sobre los que con posterioridad he insistido.

3. Relaciones con los ilustrados españoles. No quisiera que nadie, demasiado suspicaz, pretendiera observar que en este apartado ocupa un lugar preferente el P. Feijoo. En otros trabajos he estudiado las relaciones de Mayans con intelectuales españoles: Martí, Burriel, Flórez, Pérez Bayer... Estudios que no han sido incluidos aquí porque forman trabajos con unidad propia y cuya extensión desborda los límites del presente volumen. No ocurre lo mismo con Feijoo. Sus contactos culturales con Mayans no fueron tan intensos como pudiera pensarse, dada la importancia de ambos personajes, aunque [Pg. X] sí fueron muy característicos como símbolo y expresión de las corrientes intelectuales del momento.

Por lo demás, mis trabajos monográficos sobre las relaciones Feijoo-Mayans han sido bastante circunstanciales. En 1964, con motivo del segundo centenario de su muerte, publiqué la correspondencia cruzada entre ambos, que se conserva en el fondo mayansiano del Patriarca. En 1976, con ocasión del tercer centenario de su nacimiento, intenté explicar las razones que subyacen en el inicio y fracaso de las relaciones entre los dos ilustrados. Incluyo aquí ambos artículos, si bien alternando el orden de su publicación cronológica, pues considero que la correspondencia puede verse como apéndice y base documental del trabajo interpretativo. De sus divergencias respecto a la tradición hispánica, el valor de los libros o revistas francesas o del método para lograr la reforma del mundo cultural español, es preciso matizar mucho y remito al artículo, pues, una excesiva simplificación puede inducir fácilmente a error.

El segundo personaje que incluyo en este apartado es Vicente Ximeno, autor de Escritores del Reyno de Valencia. Junto a la colaboración entusiasta de los hermanos Mayans en esta obra histórica, me interesa señalar la preocupación de don Gregorio por el pasado cultural valenciano, como ya manifestara en su correspondencia con Caumont o Lord Keith sobre la lengua "llemosina". Finalmente, incluyo en este apartado la actividad del grupo valenciano en la Corte de Carlos III que, discípulos o amigos de Mayans, están dirigidos en realidad por Pérez Bayer. Y el hebraísta dio clara muestra de su habilidad política.

4. Ante las inquietudes religiosas de su tiempo. La religiosidad de los ilustrados es un tema de candente actualidad, tanto en Europa como en España. Al tema he dedicado muchas páginas empezando por Ilustración y reforma de la Iglesia. Espero, además, que mis recientes aportaciones aparezcan pronto en una obra de conjunto en colaboración con otros historiadores. No voy, por tanto, a repetir ideas ya expuestas o desarrollar una visión de conjunto del estado actual de las investigaciones.

[Pg. XI]

Los trabajos aquí incluidos se refieren más bien al influjo mayansiano en dos personalidades que alcanzaron especial relieve: Felipe Bertrán y José Climent. Obispo de Salamanca, colaborador de Roda y de Pérez Bayer en la reforma de los Colegios Mayores, Bertrán fue nombrado inquisidor general en 1774. Para comprender la importancia de su gestión basta recordar que, mientras Bertrán estuvo al frente del Santo Oficio, tuvo lugar el proceso de Olavide y se decretó la libertad de publicar y leer la Biblia en lengua vernácula. El personaje, es lógico, no puede estudiarse en un breve artículo. Mi interés se ha centrado en observar, a base de unos sermones inéditos pronunciados cuando Bertrán era párroco de aldea, su evolución religiosa, en especial algunas reminiscencias erasmianas.

El influjo mayansiano es más amplio. El interés por la reforma de la oratoria sagrada alcanza a Bertrán, pero también a Climent y es el objeto del artículo sobre La reforma de la predicación en el siglo XVIII. La edición del Orador Cristiano (1733) constituye un momento importante en la toma de conciencia de los clérigos españoles del XVIII respecto a sus obligaciones al transmitir al pueblo la palabra de Dios. Bertrán, Climent y el humanista seglar Felipe Bolifón manifiestan sinceros deseos de reforma y todos confiesan su deuda a la obra mayansiana.

Dos aspectos me interesa señalar. Primero, las diferencias de actitud y método del grupo valenciano respecto al Fr. Gerundio del P. Isla, No dudarán en censurar la obra del jesuita que consideran irreverente e inadecuada para conseguir la reforma de la predicación. En segundo lugar, la importancia de los seglares que se consideran -sólo por el hecho de estar bautizados- con derechos a intervenir en asuntos relacionados con la teología o la Sagrada Escritura.

5. Problemas con la censura. Resulta lógico que una persona como Mayans, de criterio amplio, abierto y tolerante, tuviera divergencias con las instituciones represivas del Antiguo Régimen. Y no hay que pensar exclusivamente en la Inquisición, pues en el caso concreto de don Gregorio fue más comprensivo el Santo Oficio que el Consejo de Castilla. Así quedó visible en la persecución de que fue objeto en 1743 por haber publicado [Pg. XII] la Censura de Historias Fabulosas de Nicolás Antonio. Pero aquí no puedo incluir este asunto por haberlo tratado ampliamente en Ilustración y reforma de la Iglesia.

Tres casos de relaciones con la censura incluyo en el presente volumen. El primer trabajo es la defensa que hizo Mayans de Manuel Roda, el futuro Secretario de Gracia y Justicia de Carlos III, que en 1752 se vio envuelto en un proceso por haber atacado el Auto de censura de libros dictado por el juez privativo de imprentas Juan Curiel. El segundo artículo está centrado en las dificultades que encontró don Gregorio para publicar una carta en defensa propia y de los "novatores" sus maestros (Tosca, Martí) ante los ataques de que fueron objeto por parte del tomista Vicente Calatayud. En el tercero, estudio la actitud de un militar flamenco, incorporado al ejército español, que, habiendo ingresado en la masonería durante su estancia en Italia, se reconcilia con la inquisición, gracias a los buenos oficios de Mayans. El artículo apareció antes de los fundamentales estudios de Ferrer Benimeli y está, por tanto, superado. Pero ahí queda la documentación como testimonio de las gestiones conciliadoras del erudito valenciano.

Así pues, se trata de una colección de artículos aparecidos a lo largo de una década en revistas españolas y extranjeras. Hoy se publican reunidos para facilidad del investigador que desee conocer la figura de Mayans o profundizar en determinados aspectos del XVIII español. Con ello se cumple, además, uno de los fines propuestos por el Ayuntamiento de Oliva al iniciar sus publicaciones: poner al alcance del estudioso los materiales que permitan un mejor conocimiento de la persona de don Gregorio Mayans.

A. M.

Valencia y octubre de 1978.

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