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Gregorio Mayans y Siscar -... > Bibliografia > Congresos - Actas del... > Colaboradores de Mayans - Los colaboradores de Mayans en sus relaciones con la Ilustración alemana. Jorge Fdo. Benavent

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LOS COLABORADORES DE MAYANS EN SUS

RELACIONES CON LA ILUSTRACIÓN ALEMANA

Jorge Fdo. Benavent Montoliu

Departamento de Historia Moderna

Universidad de Valencia

GREGORIO Mayans y Siscar (1699-1781) es un personaje bien conocido por todos los interesados en la historia de la cultura valenciana, ya sean investigadores, estudiantes o aficionados. Su vida y su obra han ocupado un lugar preeminente en los trabajos del Dr. Antonio Mestre, coordinador del presente congreso y máximo especialista en la figura y la obra de Mayans. Sabemos por estos estudios que el erudito de Oliva es una figura central de la Ilustración valenciana, y que las ramificaciones de su obra alcanzan los lugares más recónditos en el campo de las letras y la erudición humanística. Lo mismo cabe decir en términos puramente geográficos de su ingente correspondencia, que en su vertiente internacional llegó hasta los extremos más alejados de Europa. Esa correspondencia extranjera fue el nexo de unión del ilustrado valenciano con la Europa de las Luces. Un nexo que se estableció antes de 1730 y que perduró incluso después de la muerte de Mayans, en 1781 1.

Este apunte cronológico nos adelanta, por su amplitud, la importancia del tema en el conjunto de la obra mayansiana. Por esta razón, entre otras, ha sido objeto de diversos estudios en los últimos veinticinco años 2. Mis [Pg. 490] investigaciones, apoyándose en el nivel de conocimientos alcanzado por estos estudios, pretenden clarificar algunos episodios de esta importante vertiente de la obra intelectual de Mayans. En mi memoria de licenciatura traté sobre un intercambio epistolar de Mayans con un joven ilustrado alemán, el filólogo y anticuarista Johann Ernst Immanuel Walch (1725-1778), director de la Academia Latina de Jena 3. En la presente exposición, mi propósito es dar a conocer toda una constelación de relaciones epistolares y personales que estableció Mayans con diversos ilustrados, vinculados a las corrientes culturales alemanas del siglo XVIII, residentes dentro y fuera de los límites geográficos del Sacro Imperio.

La labor internacional de Mayans tiene un valor histórico especial, porque se trata de un caso extraordinario de apertura cultural española a las corrientes ilustradas europeas. Más todavía, podríamos considerar que es único en su categoría para el siglo XVIII español, según el actual estado de conocimientos. Único por varias razones, que apuntaré seguidamente. La primera es la amplitud geográfica de su alcance: la correspondencia de Mayans llegaba a muchos países de Europa 4, y alguna de sus obras llegó a ser conocida en puntos tan alejados de España como Copenhague o San Petersburgo 5. La segunda es la larga duración y la intensidad de los contactos que estableció, venciendo toda clase de obstáculos materiales.

LA COMUNICACIÓN INTERNACIONAL Y SUS DIFICULTADES

La irregularidad de los correos, la lentitud e inseguridad de las comunicaciones por mar y por tierra, y los múltiples avatares que debía sufrir la correspondencia para llegar a su destino dificultaban enormemente la comunicación. El tránsito de las cartas en estas condiciones era muy lento; a [Pg. 491] veces el camino que seguían quedaba cortado en alguno de sus puntos, las cartas se perdían o llegaban con retrasos de hasta un año.

Todas estas vicisitudes hacían que el ritmo del intercambio epistolar fuese irregular. Podía pasar mucho tiempo sin que Mayans recibiese noticias de sus interlocutores, y viceversa. En tales situaciones, uno y otros pedían con insistencia respuesta a las cartas escritas con anterioridad. Las muestras de alegría aportadas cuando por fin recibían las cartas esperadas son de lo más elocuentes 6. Los problemas aumentaban cuando se trataba de enviar paquetes con escritos, documentos, o libros. Mayans envió muchos libros españoles a sus amigos extranjeros, incluso cajones y fardos llenos de ellos a grandes distancias. Para este tipo de envíos recurría a libreros y casas comerciales presentes en las rutas internacionales, que tenían delegaciones en Madrid o Valencia. Los comerciantes se encargaban de hacer llegar los bultos a su destino, y las casas internacionales de banca intervenían en el pago de las cantidades que Mayans o sus corresponsales debían satisfacer por los libros adquiridos en el extranjero. A veces los libros llegaban "mal tratados" 7 por golpes o por inclemencias del tiempo, sufridos durante los viajes. Sin embargo, revestían un enorme interés para muchos corresponsales de Mayans, sobre todo en Alemania, porque eran muestras únicas de la vida cultural española, que les era en gran medida desconocida.

Al tener que atravesar fronteras, inspecciones y aduanas a su paso por puertos de mar, o ciudades como París, los cajones de libros podían ser abiertos y retenidos. Todo esto retrasaba su llegada a destino, lo que provocaba verdadera preocupación en los destinatarios de los libros. Las expresiones de esa preocupación son frecuentes en algunos epistolarios 8.

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LA ESCALA EXCEPCIONAL DE LOS CONTACTOS EUROPEOS DE MAYANS

He descrito toda esta serie de circunstancias para poner de relieve los obstáculos materiales que dificultaban la relación cultural entre Mayans y sus interlocutores en Alemania. Unos obstáculos que nunca desanimaron ni a uno ni a otros: a pesar de todos los inconvenientes, los intercambios de cartas, libros y opúsculos manuscritos entre Mayans y sus amigos extranjeros continuaron durante años. Podemos citar diversos ejemplos que ponen de manifiesto la larga duración de los intercambios mayansianos con sus colaboradores en Alemania. La correspondencia cruzada con el barón de Schönberg, el primer interlocutor alemán de Mayans, se inició en 1730, y duró hasta 1740. Los contactos se vieron interrumpidos entre 1733 y 1737 debido a los constantes viajes del noble sajón; sin embargo, la espontánea revitalización de los mismos por iniciativa de Schönberg y sus propios testimonios indican que su prolongado silencio epistolar fue involuntario. Un ejemplo mucho más elocuente de la longevidad de las correspondencias europeas de Mayans lo constituye la mantenida con Gerhard Meerman (1722-1771). Este jurista y erudito holandés entabló relación epistolar con nuestro ilustrado en 1747, y la mantuvo hasta su muerte, en 1771. Entre ambas fechas median veinticuatro años y un número ingente de cartas, testimonio de un fecundo intercambio cultural 9.

Sólo apuntaré un rasgo más de la excepcionalidad de las relaciones extranjeras de Mayans: el alto número de sus corresponsales. Simplemente ojeando los catálogos de la donación Serrano Morales, en la Biblioteca del Ayuntamiento de Valencia, salta a la vista la profusión de nombres extranjeros que figuran en las listas. Esta impresión queda confirmada con la lectura del largo estudio que el Dr. Peset dedicó a los contactos europeos de Mayans en su libro Gregori Mayans i la cultura de la Il·lustració 10. Por sus cerca de ciento ochenta páginas desfilan casi un centenar de personajes de [Pg. 493] la cultura europea del siglo XVIII que entraron en contacto con Mayans o dejaron testimonio de haber leído sus obras.

Las ideas hasta aquí expuestas ponen de manifiesto la escala inigualable de la labor internacional de Mayans. La simple observación de sus aspectos externos (número de corresponsales, amplitud geográfica, abundancia de la información intercambiada, duración de los contactos) la hacen única en su género; pero si entramos a considerar además el reconocimiento del que gozó Mayans en el mundo ilustrado europeo, podemos llegar aún más lejos. Tanto como afirmar que, a nivel de relaciones culturales con el extranjero, no se han encontrado ejemplos equiparables al de Mayans en toda la historia de España 11. Mayans fue una ventana abierta a Europa, por donde entraron corrientes de renovación y enriquecimiento para las humanidades y el derecho en España. Recibió y transmitió eficazmente el influjo y las novedades que le proporcionaron los ilustrados extranjeros. A través de su correspondencia con ellos y de sus lecturas pudo conocer las novedades culturales y las ideas más avanzadas de la Ilustración europea. Por sólo citar algunos ejemplos, recibió en 1751 el proyecto de la Enciclopedia, las obras completas de Voltaire y El Espíritu de las Leyes de Montesquieu. Todo ello gracias a su correspondencia con los editores Cramer de Ginebra.

Años más tarde, trabajó en el Informe sobre los estudios por encargo de Manuel de Roda, ministro de Carlos III, en el que debía escribir sobre un gran abanico de disciplinas académicas. Mayans, que no era un especialista en matemáticas, pidió consejo a su gran amigo y corresponsal holandés, Gerhard Meerman, quien le puso al corriente sobre los últimos libros científicos aparecidos en Europa 12. Incluso en aquellas ramas del saber que dominaba, como el latín, Mayans siempre quiso ajustar sus aportaciones al nivel de conocimientos europeo. Cuando se decidió a escribir su Gramática Latina, publicada en 1768, pidió a sus amigos extranjeros que le facilitaran las publicaciones más recientes sobre el tema, para conocer las últimas novedades europeas.

Los frutos de la apertura de Mayans a Europa, por más que individual y limitada a las producciones personales del olivense, fueron sin duda beneficiosos para la cultura española. El solitario de Oliva tenía sus propios discípulos, y también contactos e influencia sobre un cierto número de ilustrados españoles, amigos y corresponsales. Con ellos compartía sus inquietudes y descubrimientos, y éstos a su vez transmitían a otros las novedades recibidas a través de Mayans. Por estos canales y gracias a la actividad del [Pg. 494] valenciano, se introdujeron en España las obras del jurista alemán Heineccius en el campo del Derecho Natural 13, o las del holandés Van Espen sobre el jansenismo 14.

Sin restar un ápice de importancia al papel de nuestro ilustrado como receptor de las influencias europeas, hay que destacar su actividad como difusor de la historia y la cultura españolas en Europa. Es ahí donde radica la verdadera originalidad de la labor internacional de Mayans. Sus epistolarios extranjeros atestiguan por una parte la recepción de las novedades europeas, y por otra la exportación de información e ideas elaboradas por los eruditos españoles de los siglos XVI, XVII y XVIII. El envío de libros españoles al extranjero fue una constante en la labor internacional de Mayans. Con frecuencia, los extranjeros le pedían novedades que veían referidas en las gacetas, que el valenciano enviaba puntualmente, aunque mostrando sus reservas sobre su calidad.

Cuando se le pedía consejo, Mayans recomendaba pocos autores contemporáneos, selectos, y hablaba con admiración de los grandes humanistas de los siglos XVI y XVII (Juan Luis Vives, Fray Luis de Granada, Benito Arias Montano, Fray Luis de León, Sánchez de las Brozas...). La cantidad de libros enviada al extranjero por Mayans fue enorme; en la lista de sus autores podríamos citar al propio Mayans, sus amigos y maestros, como Manuel Martí o José Manuel Miñana, el jurista catalán José Finestres, y escritores de los siglos XVI y XVII (Antonio Agustín, el marqués de Mondéjar, Nicolás Antonio...). Algunos de ellos gozaron de la edición de sus obras en Europa gracias a Mayans: es el caso del trinitario José Manuel Miñana, con dos obras publicadas en La Haya 15, del salmantino Juan de Puga (Tractatus academice, en Lyon, 1734), de Manuel Martí, el Deán de Alicante (Epistolarum Libri XII en Amsterdam, 1738), del Brocense (Opera omnia, en Ginebra, 1766) o de los juristas incluidos en el Novus T'hesaurus Iuris Civilis et Canonici de Meerman (La Haya, 1751-1753) por poner algunos ejem plos.

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LA FAMA DE MAYANS EN ALEMANIA FRENTE A SU DESPRESTIGIO EN ESPAÑA

Atendiendo a la escala excepcional de los intercambios antes aludida, es fácil deducir el enorme caudal de información sobre los valores culturales de España que Mayans dirigió hacia la Europa ilustrada. En una Europa que desconocía esos valores, las reacciones de los intelectuales europeos ante ese desconocimiento oscilaban entre el desprecio por el mundo cultural español -el fácil recurso a la Leyenda Negra- y el deseo de conocerlo. El interés de los ilustrados alemanes por la cultura hispánica, sus reiteradas peticiones de libros y de noticias literarias sobre nuestro país, ofrecían la posibilidad de romper con el prejuicio y la ignorancia de lo hispánico. Mayans, deseoso de "ilustrar las cosas de España " -frase que repetía tantas veces- era el más indicado para cumplir esa tarea. Satisfizo siempre que pudo las peticiones de libros y noticias que recibió, y a la vez hizo gala de su característico rigor crítico, alejado de todo nacionalismo exacerbado. Alabó las obras y escritores que juzgaba buenos, y no dudó en criticar a los de escaso nivel literario o científico.

Esta actitud le habría de causar problemas en España. Al entablar contactos con Johann Burchard Mencke (1674-1732), director de la revista Acta Eruditorum de Leipzig, conoció una obra crítica del alemán sobre los eruditos de su país 16. Mayans manifestó su agrado por ella, y en un cierto momento pensó en la posibilidad de traducirla al castellano y reunir algunos ejemplos críticos sobre escritores españoles para añadirlos a la traducción. Pero el miedo a la indignación que ello levantaría en los círculos intelectuales españoles le disuadió de hacerlo.

Schönberg, que había puesto a Mayans en contacto con Mencke, le pidió sin embargo que redactase algunos comentarios críticos como los que había pensado escribir, y se los enviase. Mayans le expresó sus temores: si en España se enteraban de que estaba difundiendo críticas de sus compatriotas en el extranjero, no se lo perdonarían jamás. Schönberg prometió guardarlas en secreto, pero no cumplió su palabra: las críticas de Mayans aparecieron publicadas en Acta Eruditorum, en septiembre de 1731 17. El asunto trascendió a Madrid, lo que avivó contra Mayans la enemistad ya latente de los círculos intelectuales de la Corte. El trabajo crítico de Mayans [Pg. 496] fue reproducido parcial y tendenciosamente por el Diario de los Literatos de España, cuyos editores le acusaron de "antiespañol" 18. Esta invectiva la emplearon contra Mayans sus enemigos siempre que pudieron. El olivense sufrió mucho por ello, porque amaba profundamente España y pretendía dar a conocer su cultura en Europa, pero de manera realista y rigurosa. Sólo así, pensaba Mayans, se la podría respetar. Pero en ambientes como el de la corte o las universidades españolas este planteamiento no tenía cabida. Las críticas a autores como Feijoo, o a instituciones como la Real Academia Española, eran consideradas un atentado contra figuras emblemáticas de lo español. Y Mayans, por su independencia de criterio y su forma de entender la cultura, no podía dejar de expresarlas.

Este conflicto es un ejemplo paradigmático que ilustra como pocos la situación que sufrió Mayans: reconocimiento europeo y rechazo español. La crítica, que le valió la admiración de los europeos, le granjeó la enemistad de los círculos de la "cultura oficial " española. Es la cara y la cruz de la moneda de la postura de Mayans ante la cultura. Y también un punto clave para entender el lugar de la cultura española en el conjunto del siglo XVIII europeo 19.

El actual estado de las investigaciones sobre las relaciones internacionales del ilustrado olivense indican que los países germánicos fueron, junto con otras naciones del norte de Europa, los que más se beneficiaron del intercambio epistolar con Mayans. Frente al afrancesamiento general, visible en autores como Feijoo, el ilustrado de Oliva se nutrió de noticias europeas en gran medida por fuentes germánicas. Las razones por las que se da en nuestro ilustrado esta preferencia por la Ilustración alemana, han sido analizadas por el Dr. Mestre: vicisitudes personales, vinculadas a su formación y sus preferencias intelectuales; contactos con viajeros y editores, franceses y alemanes; pero por encima de todo, la diversa acogida de sus corresponsales. Mayans halló importantes obstáculos para penetrar en el ambiente ilustrado francés, poco propicio a sus intereses. Al este del Rhin, en cambio, "Mayans había entrado en contacto directo con los protagonistas de una interesante corriente cultural europea. Sus trabajos jurídicos encontraron eco y fueron celebrados en Alemania. Su interés por el mundo clásico y el humanismo era correspondido. Estaba en su mundo intelectual. Fue un intercambio fecundo que el tiempo ampliaría" 20.

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Todo este panorama contrasta fuertemente con las vicisitudes hispánicas de Mayans. Grandes frustraciones le causaron sus relaciones con la España culta y poderosa de su tiempo, que dio al valenciano graves motivos de queja. Como ya se ha dicho, se le llegó a acusar de antiespañol desde los círculos ilustrados cercanos al poder, debido a las declaraciones críticas de Mayans publicadas en Alemania. Los reiterados rechazos a las propuestas de reforma cultural de Mayans motivaron el retiro de éste en su casa de Oliva durante las décadas centrales de su vida (desde 1739 a 1767). Desengañado por el mundo político y cultural de las élites vivido en la corte, por la falta de un interés sincero en la renovación de las letras -observado en diversas ocasiones-, y por el rechazo y la persecución de sus ideas, optó por una vida dedicada a la investigación y al estudio en su patria de nacimiento, junto a su familia. Abandonó las posibilidades políticas y económicas que le ofreció la cercanía del poder; se apartó de las intrigas y enemistades de los intelectuales en la corte que tanto le habían dañado; pero también de la vida cultural y de las grandes bibliotecas, ubicadas en ciudades como Madrid o Valencia.

Esta opción por el retiro redujo sus aspiraciones reformistas y culturales al ámbito de su capacidad personal. Con la única ayuda de su hermano Juan Antonio, Mayans se volcó en sus proyectos publicísticos y en sus contactos con la Europa ilustrada de su tiempo; unos contactos que se habían iniciado con anterioridad, pero que a partir de entonces entraron en pleno apogeo. Gracias a estas circunstancias en la vida de Mayans, se produjo un caudal enorme de intercambios con Europa, que contribuyeron a difundir desde Oliva una cultura española de alto nivel desconocida fuera de nuestras fronteras. Ese caudal de intercambios, al quedar plasmado en escritos de género epistolar, ha constituido el principal ámbito de estudio de las relaciones extranjeras de Mayans. Dentro de ese ámbito, la selección de los contactos epistolares con los ilustrados alemanes ofrece un campo más acotado. Estos contactos se insertan en un contexto histórico amplio, que interesa exponer de forma breve para aproximarnos al caso concreto de la colaboración de ciertos ilustrados alemanes con Mayans.

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ESPAÑA Y ALEMANIA: DEL DESCONOCIMIENTO MUTUO A LOS INTERCAMBIOS ILUSTRADOS

La evolución de las relaciones culturales hispano-alemanas en la época de la Ilustración parte de una situación de desconocimiento mutuo entre las culturas española y alemana casi total. A comienzos del siglo XVIII, España mantenía una tenaz cerrazón a las influencias culturales provenientes de la Europa protestante, que apenas se había debilitado desde que Felipe II prohibiera en 1559 todo contacto cultural y académico con los países luteranos. La Inquisición, apoyada en el poder de la monarquía, prohibía la adquisición y posesión de libros escritos por autores de credos no católicos, excepto para aquellos que obtuviesen licencia para hacerlo. Los beneficiados con tal privilegio eran, lógicamente, muy pocos (Mayans era uno de éstos) y los libros alemanes eran una verdadera rareza en nuestro país a comienzos del Setecientos, situación que se prolongaría durante muchas décadas. Los alemanes eran considerados en España como herejes (si exceptuamos a los de los obispados católicos del Rhin y Baviera), y por tanto, nada bueno podía traer la lectura de sus libros para los católicos españoles. No es extraño que en una situación como ésta, se produjeran retrasos científicos más o menos voluntarios, ejemplificados en la actitud metodológica del botánico José Quer (1695-1764) 21, fundador y primer director del Real Jardín Botánico de Madrid (1755), que se opuso tenazmente a la sistematización botánica del sueco Linneo por el hecho de ser protestante.

En Alemania, fragmentada en múltiples Estados y sin un poder eclesiástico centralizado ni de influencia significativa en el terreno político, las restricciones confesionales a la lectura y posesión de libros extranjeros eran casi inexistentes. Por lo que se refiere a la literatura de procedencia católica, ésta circulaba libremente en toda la Alemania protestante, y a través de ella habían penetrado importantes influencias culturales de toda Europa en los siglos XVII y XVIII. Pese a todo, los libros españoles eran caros y escasos en Alemania debido a la lejanía de nuestro país y al escaso interés de las autoridades españolas por dar a conocer una cultura cerrada sobre sí misma, preocupada por la contaminación heterodoxa y dominada por la teología en sus ámbitos más desarrollados, como el editorial y el universitario.

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Mientras España se hundía políticamente en el escenario internacional durante la minoría y el reinado de Carlos II (1665-1700), Francia asumía el liderazgo europeo. El aparato ideológico desplegado por la monarquía del Rey Sol, que marcaría la cultura cortesana europea hasta bien entrado el siglo XVIII, penetró sólidamente en las cortes absolutistas alemanas, borrando el debilitado prestigio de lo español, que venía arrastrando el estigma de la barbarie desde la Guerra de los Treinta Años (1618-1648).

Con el auge del clasicismo literario y artístico francés en la época de Luis XIV, los alemanes desecharon el (hasta entonces predominante) modelo hispánico como fuente de influencias literarias; se volvieron receptivos hacia las novedades intelectuales francesas, y hacia las modas de Versalles y París en los usos cortesanos y en las formas de representación social. Este cambio en las influencias culturales externas determinó un giro cultural importante en el ámbito alemán, poco cohesionado políticamente y muy receptivo a las formas culturales importadas de las grandes potencias europeas, cuya preeminencia correspondía a la hegemonía política y al prestigio de dichas potencias.

Como en muchos lugares de Europa, la Ilustración llegó a Alemania de la mano de la cultura francesa, que supo vehiculizar las ideas del naciente movimiento ilustrado. Mientras que entre las élites cultas de Alemania la imagen de España se desvanecía ante el resplandor de la cultura francesa, ciertos tópicos sobre España persistían, en su mayor parte negativos; sin embargo, algunos ilustrados alemanes desecharon esos tópicos para conocer de primera mano el verdadero valor de lo hispánico, y en su tenaz búsqueda de libros y manuscritos españoles encontraron la inestimable ayuda de Mayans, que se convirtió en su principal fuente de información.

Antes de la irrupción pionera de Mayans en los ámbitos ilustrados de Alemania, España y los españoles casi habían desaparecido del horizonte político y cultural alemán. Si algún ilustrado alemán quería hacerse una idea sobre España en la década de 1700, no podía acudir a bibliografía española -escasa y sólo accesible en unas pocas grandes bibliotecas-, así que solía contentarse con libros de origen francés, de amplia circulación, que en algún punto hiciesen referencia a España. Estos libros estaban frecuentemente apoyados en tópicos heredados del siglo XVII y transmitían una imagen peyorativamente "barroca" y anticuada de España. Estas lecturas, confrontadas en algún caso afortunado con traducciones de obras españolas dispersas, era todo el material disponible para los alemanes interesados por entonces en lo hispánico.

Con el paso de los años, la presencia de temas hispánicos en el panorama editorial alemán va evolucionando y ampliándose. La bibliografía circulante en Alemania sobre España en la primera mitad del siglo XVIII, más bien fantástica a comienzos de la centuria, manifiesta un carácter crecientemente ilustrado a partir de los años 1720/1730. Libre de las influencias políticas [Pg. 500] que tanto habían pesado en la época de las guerras de religión, trataba sobre hechos y problemas del mundo real y de aspectos como la geografía, la economía o la demografía. Fiel al espíritu de la época, trataba de formar opiniones partiendo de datos más o menos fidedignos sobre el país, sus habitantes, su estado cultural, nivel científico y situación religiosa. El carácter de esta bibliografía es muy amplio: aunque el panorama estuviese más o menos dominado por los relatos de viajes 22, también tenían cabida en él memorias personales, informes diplomáticos, obras de carácter científico y de literatura de creación. Sus autores, alemanes, franceses e ingleses, contribuyeron a formar en Alemania una imagen de España propia del Siglo de las Luces, progresivamente divergente de la del siglo anterior.

Las informaciones sobre España ofrecidas por la literatura de viajes y otras fuentes secundarias, bien de carácter novelesco, bien de rigurosa crítica ilustrada, pronto se quedaron cortas para los ilustrados alemanes. En diversas revistas ilustradas alemanas, como Acta Eruditorum, algunos ilustrados criticaron la falta de noticias fiables en las crónicas de viajes. En el caso español, la falta de crónicas de viajeros alemanes obligaba a los estudiosos a recurrir a traducciones de relatos de viajes, sobre todo ingleses, pues los franceses pasan a ser considerados como tendenciosos y poco fiables 23 . Esta nueva sed ilustrada de información fiable en las crónicas de viajes se refleja en el tardío testimonio de un editor alemán:

Cualquiera gusta de leer crónicas de viajes; pero nuestros tiempos ilustrados exigen que informen a la vez que entretienen. De un viajero atento se espera sobre todo que transmita noticias fiables del estado y configuración de los países extranjeros, del modo de vida, de las costumbres, tradiciones, vicios o virtudes dominantes en sus habitantes, de sus ritos y supersticiones, de su forma de gobierno, de las instituciones políticas y militares, de los productos de la tierra, del carácter de su economía, de sus manufacturas, alimentación y comercio, y de los especiales sucesos a lo largo del viaje, que ilustren todas estas circunstancias, o sean destacables por algún otro motivo 24.

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No obstante lo dicho hasta aquí, cabe plantearse la siguiente pregunta: ¿existían a la altura de 1750 libros de viajes sobre España que cumplieran estas exigencias? La respuesta a esta pregunta la encontramos en una traducción de esos años de las cartas de un inglés, que había permanecido buena parte de su vida en España:

Las noticias que tenemos de España pueden ordenarse en tres clases: las de las novelas, las antiguas y las nuevas. Por lo que respecta a las primeras, sólo se puede ver en ellas el divertimento del autor, cuya forma de escribir carente de gusto ya no es apreciada en absoluto... Las noticias novelescas sobre España tienen sobre nosotros el pernicioso efecto de haberse introducido en cierta medida en las fantasías sobre España que nosotros mismos nos creamos... Las segundas noticias que tenemos sobre España son las anticuadas, y entre ellas considero todas aquellas que no han sido dadas a la luz en este siglo... El tercer género de noticias es, como se ha dicho más arriba, el de las recientes, y de éstas no tenemos nada que sea soportable, correcto ni fidedigno 25.

Al mismo tiempo, existía entre los ilustrados alemanes un acuerdo general sobre el interés que en todos los campos del saber despertaba la realidad española. El ilustrado alemán Carl Christoph Plüer (1725-1772), gran amigo y corresponsal de Mayans que pasó varios años en Madrid como capellán luterano de la embajada danesa, pudo conocer de primera mano la realidad cultural española, atizando la sed de conocimientos de sus compatriotas "hispanófilos ": [Pg. 502] Ningún país de Europa merece tanto como esta Península ser visitado por un viajero atento y deseoso de saber... Aquí se ve, se oye y se aprende lo que en vano se buscaría en otros países, y no habría ocasión de hallarlo en ningún lugar distinto. Los habitantes de esta Europa meridional se distinguen notablemente por su educación, sus costumbres y su modo de vida, por su religión, sus supersticiones y sus prejuicios. Su forma de gobierno y sus leyes no son menos peculiares. En este vasto reino... tiene el estudioso de la naturaleza una inagotable materia para ampliar y enriquecer sus conocimientos. Para un amante de las antigüedades debe de ser valioso un país que le puede trasladar a las épocas de los romanos, los godos, los árabes e incluso de los griegos y los fenicios 26.

El interés por España fue muy acusado en toda la centuria entre los eruditos y los ilustrados alemanes, pues, según proclamaban, "para el hombre ilustrado cuentan todas las naciones; los más brillantes escritores de todos los tiempos y de todos los pueblos son sus amigos y maestros, y él da las gracias a quien se los da a conocer" 27. En los relatos de viajes traducidos al alemán buscan en vano información actualizada sobre España, sus habitantes, costumbres, monumentos y antigüedades; y aunque la Inquisición aparece a ojos de los ilustrados alemanes como un horror que indigna a todo el orbe intelectual y los llena de prevención hacia España, predomina en ellos el estímulo por el "enigma español". Este sentimiento general en los ilustrados alemanes favorece la aparición de círculos de estudiosos de la historia y la cultura de España, que si bien permanecen aislados hasta mediados del siglo XVIII, comienzan a partir de entonces a ponerse en contacto entre sí y a desarrollar intercambios epistolares con ilustrados españoles.

Estos ilustrados "hispanófilos", como los denomina frecuentemente la historiografía alemana, reunieron un acervo bibliográfico de gran valor, [Pg. 503] que permitió el cultivo de la Hispanística 28, una nueva disciplina académica cultivada en ciertas universidades alemanas. La Universidad de Göttingen, con una marcada vocación internacional, fue una de las primeras en contar entre sus profesores con estudiosos de la historia y la cultura españolas, quienes intercambiaron experiencias y descubrimientos con otros universitarios "hispanófilos" de Hamburgo, Leipzig, Weimar y Berlín. De sus progresos y sus investigaciones conviene hacer una breve exposición, para entender la favorable acogida que dispensaron a Mayans a partir de 1730.

LOS ESTUDIOS HISPÁNICOS EN ALEMANIA HASTA LA DÉCADA DE 1730

Hasta la década de 1930, se tenía por cierto entre los historiadores alemanes que la primera mitad del siglo XVIII en Alemania no mostró "casi ningún signo de interés por el pueblo, la política y la literatura de la en otro tiempo poderosa nación española" 29. Semejante generalización, que lleva a considerar el año 1750 como la frontera cronológica que marca el fin de una situación de vacío casi total, no se sostiene ante los hechos históricos. Tal y como demostró el célebre hispanista Hermann Tiemann en 1936, los intereses políticos despertados por la previsible crisis sucesoria que amenazaba a la España de Carlos II menudearon en las cancillerías alemanas. Diversas iniciativas propagandísticas de cara al conflicto sucesorio hispánico generaron una oleada de escritos polémicos que inundó Alemania en 1699. Todavía mayor que el desatado contra la Monarquía Católica durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), este aluvión panfletario trató de deslegitimar la candidatura borbónica al trono español, pues los Estados alemanes veían con temor una posible unión de España y Francia bajo los impulsos expansionistas de Luis XIV. Intelectuales de primera fila en ese momento, como Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716) o Johann Franz Budde (1667-1729), realizaron las primeras aportaciones a un ingente [Pg. 504] caudal de publicaciones antiborbónicas que circularon por Alemania hasta la década de 1720 30.

El interés por la cultura española, en cambio, no se correspondía con la sed de noticias de carácter político y dinástico que se registraba en Alemania poco antes de 1700. Aunque la decadencia política y el atraso cultural habían dejado a España fuera del campo de intereses de los principales ilustrados alemanes de principios del siglo XVIII, los flujos culturales hispano-alemanes no cesaron totalmente. Los años inmediatamente posteriores a 1700, marcados por el predominio de la cultura galante y cortesana en los Estados alemanes, supusieron un puente entre tradición y modernidad, que prolongó la fama anterior de algunos autores españoles del Humanismo y del Barroco. Entre 1700 y 1720, las obras de Baltasar Gracián conocen una difusión quizá mayor que en décadas anteriores, y las de Antonio de Guevara son traducidas al latín y al alemán.

El autor de El Criticón merece quince ediciones en versión alemana por esos años, junto con diversas novelas españolas, que son traducidas por primera vez al alemán. El Lazarillo de Tormes se publica en alemán dos veces, en 1701 y 1709, y será reimpreso en 1741. Rinconete y Cortadillo, los pícaros de Cervantes, son editados en alemán como Isaac Winckelfelder und Jobst von den Schneidt en 1724. Diez años más tarde, en 1734, se publica el Quijote en alemán con la continuación de Avellaneda. En 1746, Los trabajos de Persiles y Segismunda aparecen como Persilus und Sigismunda, aunque la traducción alemana no procede del original castellano, sino de varias versiones francesas. De Quevedo aparecen en 1704 unos Lust- und sinnreiche Schriften, y en 1731 se traduce del castellano la Doña Rufina de Castillo y Solórzano.

En la Alemania católica y en Austria aumenta la difusión de la literatura religiosa española, con un especial crecimiento en los campos de la mística y la ascética; las obras de Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Rodríguez, Orozco, Alfonso de Madrid, Izquierdo, Arias Montano, Ribadeneyra y otros son editadas con profusión en latín y en alemán, tanto en versiones completas como en fragmentos y paráfrasis.

LOS PIONEROS ILUSTRADOS DE LÜBECK Y HAMBURGO

En el campo de los estudios humanísticos nunca se pierden completamente los contactos hispano-alemanes entre el final del Barroco y los comienzos de la Ilustración. Una línea de continuidad une el polihistorismo barroco de Daniel Georg Morhof, conocedor de la bibliografía humanística [Pg. 505] española de los siglos XVI y XVII, con el trabajo científico de los historiadores del nuevo siglo 31. Morhof, quien difundió en sus escritos una visión positiva de los eruditos españoles en el norte de Alemania, halló en las ciudades hanseáticas una cierta fama como fuente de noticias sobre España. En este ambiente de interés por lo hispánico, Lübeck y Hamburgo, con sus revistas ilustradas de carácter pionero, fueron a principios del siglo XVIII los puntos más importantes del incipiente hispanismo alemán. Entre sus comerciantes había unos pocos que utilizaban el español para sus negocios en la Península Ibérica y mantenían contactos regulares con los puertos españoles del Atlántico.

El testimonio más temprano de interés cultural por lo hispánico en la Alemania del siglo XVIII lo encontramos en los círculos pioneros de la Aufklärung radicados entre Hamburgo y Stettin, que publicaban una revista titulada Nova literaria maris Baltici. Un pastor luterano de Lübeck llamado Kaspar Lindenberg publicó en los Nova literaria una epístola erudita, en la que proponía el estudio de obras de los teólogos españoles de los siglos XVI y XVII para la investigación bíblica, el aprendizaje de la lengua hebraica y la historia eclesiástica 32. Dos años más tarde, su propuesta halla un eco favorable en Hamburgo, donde Christian H. Postel destaca en otra epístola la belleza y la utilidad de los escritores españoles y su lengua 33. En sus pocas páginas, la carta de Postel proporciona una visión general sobre la literatura española; y aunque por su carácter panegírico y su escasa extensión no da lugar a juicios en profundidad, muestra un estado de conocimientos sobre el tema inaudito para la época 34. Nuevamente es la revista Nova literaria maris Baltici el vehículo que difunde esta manifestación de interés por la cultura española. Revistas como ésta fueron las que canalizaron en Alemania las primeras manifestaciones de la cultura ilustrada entre 1680 y 1720, y en ellas se refleja desde bien pronto el interés de los ilustrados alemanes por la cultura española.

Hasta la década de 1710 no volvemos a encontrar publicaciones científicas relativas a la cultura española, pero pasado este lapso de tiempo hallamos un salto cualitativo en las investigaciones hispanistas del círculo ilustrado báltico. En 1719, Johann Heinrich von Seelen da a conocer en Lübeck [Pg. 506] la importancia de los trabajos bibliográficos de Nicolás Antonio en un breve opúsculo. En el prólogo de su estudio, Von Seelen alaba el trabajo de los eruditos españoles del siglo XVII, realizando un bosquejo de la historia literaria de España basándose en la Bibliotheca Hispana de Antonio, al que alaba como "el primero entre todos los bibliógrafos" 35.

AMPLIACIÓN DEL INTERÉS POR ESPAÑA EN LOS CÍRCULOS ILUSTRADOS ALEMANES

Los estudios hispánicos en la primera mitad del siglo XVIII no estaban circunscritos únicamente al círculo ilustrado báltico. En otros puntos de Alemania encontramos eruditos interesados por lo hispánico, con una especial sensibilidad por los temas históricos. En Baviera, por ejemplo, trabaja el genealogista Jakob Wilhelm von Imhof (1651-1728), quien publica diversas investigaciones sobre la nobleza española en los primeros años de la centuria. La primera de ellas, en latín, es una historia general de los linajes aristocráticos de España e Italia (1702) 36, a la que siguen dos trabajos más específicos, uno en alemán sobre los Grandes de España 37, y otro en latín sobre veinte familias ilustres de la nobleza española (1712) 38. En Hannover, el jurista Gerhard Ernst von Franckenau sorprende a sus compatriotas con una historia del derecho español, que destaca por su erudición y su amplia documentación 39. Sin embargo, pasadas unas décadas se descubre que Franckenau había cometido un burdo plagio, al copiar y publicar en su nombre un manuscrito inédito del jurista español Juan Lucas Cortés 40.

El descubridor de este delito intelectual entre los ilustrados alemanes fue Mayans, quien lo dio a conocer en su correspondencia a diversos ilustrados del reino de Hannover en la década de 1750. Gracias a la intervención de Mayans, la autoría del magnífico trabajo publicado por Franckenau fue restituida a Juan Lucas Cortés, primero en España, y posteriormente en la propia Alemania 41. Lo mismo cabe decir de un repertorio bibliográfico [Pg. 507] sobre la historia, la heráldica y la genealogía españolas, que el mismo Franckenau publicó en 1724 en Leipzig, aprovechándose descaradamente de diversos trabajos de autores españoles, en parte inéditos (Luis de Salazar y Castro, el mismo Juan Lucas Cortés y otros) 42.

Sea como fuere, el caso es que las dos obras impropiamente atribuidas a Franckenau recibieron en el momento de su publicación los más calurosos elogios de la revista Acta eruditorum de Leipzig, una de las publicaciones periódicas ilustradas más prestigiosas del momento. Sus redactores, que nada sabían sobre la verdadera autoría de ambos trabajos, valoraron con entusiasmo las noticias contenidas en ellos sobre la historia y las leyes españolas, debido a su rareza en Alemania 43.

Las obras de Imhof y los plagios de Franckenau, al igual que las revistas como Nova literaria maris Baltici y Acta eruditorum, reflejan el estado de los estudios hispánicos en Alemania en las primeras décadas del siglo XVIII. Coincidiendo con el desarrollo de un racionalismo estricto en el ámbito filosófico, el polihistorismo barroco deja paso a la "historia literaria" ilustrada, apreciándose una cierta continuidad entre ambas corrientes basada en el método crítico, propugnado por Samuel von Pufendorf y Leibniz. El tipo de conocimientos al que aspiran los estudiosos de esta época es el de la erudición crítica, un saber enciclopédico basado en la bibliografía, filtrado por el rigor del criticismo histórico 44. Mayans produce en sus obras justamente este tipo de conocimientos, lo que explica el éxito de su irrupción en el panorama del hispanismo alemán en la década de 1730.

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MAYANS Y EL HISPANISMO ILUSTRADO ALEMÁN

El deseo de los eruditos alemanes por obtener una información amplia y fidedigna sobre la cultura española halló en Gregorio Mayans un personaje capaz de satisfacerlo. Mayans, situado en unas coordenadas culturales coincidentes con la de los ilustrados alemanes del momento, logra en poco tiempo darse a conocer en Alemania por sus trabajos jurídicos y literarios. La irrupción de Mayans en Alemania se produce en 1731: ese año aparece publicado en Acta eruditorum de Leipzig un informe de Mayans sobre la evolución de las letras españolas a partir de 1684, titulado "Nova literaria ex Hispania". En este trabajo, Mayans expresa fuertes críticas sobre diversos autores e instituciones culturales de gran prestigio en España, incurriendo en un grave peligro para su carrera. Aunque aparecieron anónimamente, según los deseos del propio Mayans, pronto se supo en Alemania -y también en España- que habían sido redactadas por él 45.

Mientras que esta revelación desataba una tormenta de invectivas contra Mayans en España, su fama iba creciendo en Alemania. Sus Epistolarum libri sex alcanzan tal éxito entre los ilustrados alemanes, que se decide reimprimirlos en Leipzig en 1737. El jurista Gottlob August Jenichen, responsable de esta edición, alabó las epístolas de Mayans en el prólogo de la misma como "un tesoro incomparable de la historia y la doctrina literaria española, que yacen en lo oculto" 46.

Unos cuantos años después, David Clement (1701-1760) edita en Hannover un catálogo crítico de obras españolas de gramática y retórica preparado por Mayans, sobre la base de los fondos de su biblioteca particular de Oliva 47. Este catálogo recibe una calurosa acogida por la crítica del momento, y el encargado de hacer una reseña del mismo en una revista ilustrada de Hannover exclama: "¡Cuán deseable sería que recibiéramos un catálogo [Pg. 509] crítico como éste de nuestros escritores alemanes en estas artes liberales!" 48.

Incluso se llegan a publicar dos biografías de Mayans en Alemania, proponiéndolo como prototipo de la erudición ilustrada española. La primera de ellas, en alemán, fue obra de Johann Christoph Strodtmann (1717-1756), filólogo prusiano afincado en Osnabrück 49; la segunda, más extensa, fue obra del propio Mayans, pero se publicó también a nombre de Strodtmann por expreso deseo del valenciano 50.

En líneas generales, el papel jugado por Mayans como fuente de noticias sobre la cultura española entre 1730 y 1750 transformó la erudición hispanista surgida en Alemania a principios de la centuria. Los estudios hispánicos hasta la década de 1730 formaban un hilo, poco visible pero continuo, inserto en el denso tejido de la erudición ilustrada alemana. Los autores que los cultivaban, interesados a la vez en otros muchos temas, no llegaron a profundizar en la materia. Su objetivo fue principalmente la acumulación y difusión de datos sobre la cultura española procedentes de la bibliografía a su alcance. Su interés se centró en formarse una idea general sobre la literatura y la erudición en España, acumulando referencias sobre libros y autores. Los escasos planteamientos que apuntan a una valoración crítica de la erudición española carecen generalmente de fuerza, pues ésta es todavía desconocida en gran medida.

Esta falta de conocimientos impide a los ilustrados alemanes formarse una imagen completa sobre el estado de las humanidades y las ciencias en España, situación que resulta imposible superar recurriendo a la literatura de viajes. En ésta se insiste en la ignorancia y el atraso cultural español, invocando como causa la presión de la censura y de la Inquisición sobre los ilustrados españoles. Aunque la intervención de Mayans como difusor de los logros culturales españoles debilita en gran medida esta percepción negativa de la cultura hispánica, la imagen del atraso provocado por la censura inquisitorial sigue pesando con fuerza después de 1750 51.

Al margen de las consideraciones sobre el atraso científico y cultural de España -no exentas de cierta razón- los estudios hispánicos en Alemania [Pg. 510] inician en la segunda mitad del siglo XVIII un despegue sobre la base de la intervención de Mayans. Un número creciente de ilustrados alemanes busca la cooperación del valenciano para sus estudios de jurisprudencia erudita, antigüedades, filología e historia, y a su vez tratan de establecer contacto con otros ilustrados españoles. Sus intentos chocan en su mayor parte con la incomprensión y el desinterés de los españoles, pero algunos personajes relacionados con Mayans se muestran receptivos a los contactos, como Francisco Pérez Bayer (1711-1794) y Antonio Capdevila (1722-¿1780?). Al mismo tiempo, diversas universidades alemanas se interesan en la compra de libros españoles en gran cantidad, para formar colecciones bibliográficas específicas de temática hispana. La más importante iniciativa en este terreno fue sin duda la progresiva formación de la Hispanica-Sammlung de la Biblioteca de la Universidad de Göttingen, que sigue siendo hoy en día la mejor colección de libros españoles antiguos, entre los que figuran diversos incunables de finales del siglo XV 52. Iniciativas como ésta, en la que se comprometen importantes sumas de dinero, abren al hispanismo alemán nuevas posibilidades en la segunda mitad del siglo XVIII.

LAS CAUSAS DEL INTERÉS POR ESPAÑA Y DEL ÉXITO MAYANSIANO EN ALEMANIA

El interés de los corresponsales alemanes de Mayans por conocer libros y escritores españoles es un hecho evidente, que he tratado de constatar en las páginas anteriores. La intensidad de ese interés explica la génesis de las notas críticas que redactó para uso privado del barón de Schönberg y el hecho de que apareciesen en Acta eruditorum de Leipzig en 1731.

Merece la pena preguntarse por las causas de ese interés: ¿por qué en Alemania deseaban con tanto afán conocer la cultura española? Para aproximarse a una primera hipótesis, habría que profundizar en las motivaciones del ambiente ilustrado y enciclopedista que se respiraba en la Alemania del primer siglo XVIII. Las aspiraciones de los enciclopedistas alemanes de alcanzar un conocimiento global de la civilización cristiana -analizada por Leibniz desde la década de 1690- y de reflexionar sobre ella con criterios racionales, daba pie a la acumulación erudita de información sobre la cultura de los diversos países del continente. Esta motivación, unida a una vigorosa tradición historicista y humanística arraigada en las universidades renanas (Heidelberg), pero sobre todo en las sajonas (Leipzig, Halle, Göttingen), seguidas de cerca por las turingias (Jena, Weimar), llegó incluso hasta las prusianas (Berlín, Königsberg) y halló un amplio eco dentro y fuera de los ámbitos académicos.

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Por aquellos años proliferaban en torno a las universidades alemanas sociedades y revistas eruditas que investigaban con verdadero entusiasmo las humanidades clásicas, la historia de la literatura y del derecho, desde una perspectiva continental. Para los ilustrados alemanes, desligados de una identidad nacional todavía por nacer, el marco de referencia era die Gelehrtheit, lo que en el mundo latino venía a ser la Respublica Litteraria. El ámbito de la Gelehrtheit no conocía fronteras: su curiosidad erudita y su afán por el conocimiento llegaba incluso a las Indias, la lejana Rusia y el Imperio Turco 53. En este orbe, libresco y fantasioso en la mente del gran público, pero rigurosamente crítico en sus ambientes intelectuales y académicos, España era una gran desconocida para los ilustrados alemanes. La distancia física, cultural, y religiosa en muchos casos, había mantenido entre España y los países germánicos una barrera apenas permeable durante más de un siglo. El cisma luterano, las guerras de religión, la cerrazón hispánica a los flujos culturales europeos desde los tiempos de Felipe II, la Guerra de los Treinta Años, y la escasa capacidad española para difundir sus propios valores en la segunda mitad del siglo XVII habían oscurecido la imagen de nuestro país en Alemania.

Los intelectuales alemanes de la Aufklärung temprana (1720-1750), herederos de la filosofía de Leibniz, Weise y Thomasius, e impregnados del racionalismo de Christian Wolff y Gottsched, publicaban en revistas como Acta eruditorum de Leipzig información cultural de todos los países europeos, pero carecían de noticias sobre España. Era una laguna llamativa en su panorama de la cultura occidental, que se apresuraron a llenar en cuanto Mayans ofreció su ayuda. En seguida se produjo una confluencia de intereses: los alemanes pedían información sobre el nivel cultural español (aparición de libros, estado de los estudios humanísticos etc.) y Mayans quería y podía dársela; tenía una buena visión de conjunto y una opinión formada sobre las humanidades y el derecho en nuestro país. Difundió una imagen de la alta cultura humanística española insospechada para sus interlocutores. Las cartas latinas de Mayans, reunidas en Epistolarum libri sex, constituyeron una aportación esencial para dar a conocer esa imagen. Fueron toda una revelación por la calidad y la variedad de los autores referidos en ellas: latinistas como Martí o el propio Mayans; helenistas de la altura del deán de Alicante, Felipe Bolifón o Interián de Ayala; juristas de la talla de Finestres, sin olvidar las referencias a humanistas y jurisconsultos de los siglos XVI y XVII.

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La difusión en Alemania de las cartas latinas de Mayans, impulsada por él mismo y por sus amigos Figueroa, Cervellón y Schönberg, tuvo un gran éxito. Alcanzaron una gran popularidad y un prestigio inmediato en los ambientes académicos y humanísticos de Sajonia. De ello dan fe los incontables elogios que dedicaron a Epistolarum libri sex sociedades y universidades de gran prestigio 54. Sin embargo, las pruebas más sólidas del éxito alcanzado por Epistolarum libri sex fueron otras: su reedición a cargo del profesor de Leipzig Gottlob August Jenichen en 1737, la polémica publicistica que suscitaron entre Heineccius y Mayans, o el apoyo que buscó en ellas el jurista alemán Everhard Otto para avalar una de sus obras frente a sus impugnadores. Fueron la llave que abrió las puertas de Alemania a Mayans: gracias a sus cartas latinas, Mayans se convirtió en la fuente principal de información sobre España entre los ilustrados alemanes. Algunos, como Johann Rudolf Iselin (1705-1779), profesor de derecho público en Basilea, solicitó el intercambio epistolar con Mayans a raíz de la lectura de sus cartas latinas 55.

Los Epistolarum libri sex tuvieron un doble efecto sobre la popularidad de Mayans en Alemania. No sólo gustaron, sino que despertaron la confianza en los datos y el método aportados por su autor. Mayans convenció a los alemanes de su solvencia metodológica con trabajos como la Bibliotheca jurídica, redactada a instancias del jurista francés François Denis Camusat en 1731. Este curioso personaje mantuvo una breve relación epistolar con Mayans entre 1731 y 1732 entablada a través del barón de Schönberg, e incluida en Epistolarum libri sex junto con la referida Bibliotheca 56. Hay que destacar el valor de esta obra: se trata de un catálogo de libros jurídicos planteado con método científico, que sorprendió por su rigor, objetividad y amplitud de criterio. El tratamiento científico y sistemático de noticias sobre la jurisprudencia española despertó rápidamente el interés de los juristas alemanes por entablar contacto con Mayans. Este interés crecería con [Pg. 513] los años, alimentado por la contribución del valenciano al Novus Thesaurus Iuris Civilis et Canonici de Meerman (La Haya 1751-53).

Sólo citaré dos casos al respecto, además de los de Jenichen e Iselin: el del barón de Senckenberg (1704-1768), consejero de la emperatriz María Teresa de Austria, y el de Eusebius Beger, magistrado de la ciudad de Ulm. Ambos buscaron la relación epistolar con Mayans como fuente de información sobre la historia del derecho para sus trabajos de jurisprudencia erudita 57.

El método crítico explica en parte la exitosa difusión de Epistolarum libri sex en Alemania en la década de 1730. Una difusión que propició no sólo elogios hacia la obra, sino también críticas. Es importante recalcar que Mayans las aceptó, continuando sus contactos con Alemania sin problemas. Esta actitud, poco frecuente entre los intelectuales españoles de su tiempo, permitió la consolidación de su fama en el ámbito de la Ilustración alemana con el paso de los años: la aparición de dos versiones de su biografía 58, el éxito de sus obras, la proliferación de sus corresponsales o de sus ediciones latinas de autores españoles son consecuencias ya conocidas de su prestigio.

Sin embargo, la dificultad de las comunicaciones entre España y Alemania retrasó durante años el conocimiento de Mayans de sus propios éxitos. De la reedición de Epistolarum realizada por Jenichen en 1737 no tuvo noticia hasta 1741, a través del conde de Cervellón, y no recibió un ejemplar [Pg. 514] de la misma hasta 1748 59. Esta circunstancia eleva todavía más el valor de la información aportada por esta obra en Alemania, donde las noticias sobre España eran muy buscadas y llegaban en muy contadas ocasiones. Esta situación es otra de las claves a tener en cuenta a la hora de explicar el éxito de la obra de Mayans en Alemania.

El rigor crítico exhibido en Epistolarum contribuyó a cimentar la popularidad de Mayans en el ámbito ilustrado alemán. En páginas anteriores vimos los problemas que le acarreó ese criticismo en España. Está claro que la crítica metódica fue para el valenciano una exigencia asumida de forma coherente. Por lo tanto, la esgrimió contra todos los que disentían de sus criterios científicos, la empleó con ahínco contra los mitos históricos 60, y la aceptó sobre sus propios trabajos por parte de sus corresponsales. Volviendo al ejemplo de la Bibliotheca jurídica, encontramos que fue criticada por Heineccius, con elegancia y moderación. Mayans, mostrando una actitud muy alejada de su imagen forjada por la historiografía tradicional, saludó la censura casi como un elogio 61. Años más tarde, en 1757, su amigo Meerman criticó severamente una disertación preparada por el olivense referente a los orígenes de la imprenta en España; Mayans aceptó la limitación de sus conocimientos con humildad: revisó su trabajo, reunió nuevos datos, y envió las adiciones resultantes sin alterar el tono cordial de su relación con su corresponsal holandés 62. En este segundo caso se muestra más claramente si cabe la aceptación de la crítica por parte de Mayans. Una actitud imprescindible para mantener una comunicación provechosa y continuada con un ambiente intelectual exigente y con un alto nivel de erudición como era el alemán.

Ni el interés de los alemanes por conocer la cultura hispánica, ni el rigor científico de Mayans, ni su aceptación de la crítica explican por sí solos el éxito obtenido por sus intercambios epistolares en Alemania. Hay un elemento más que es necesario destacar: la generosidad del valenciano a la hora de proporcionar libros, notas, transcripciones o cualquier otro tipo de información a los eruditos que acudían a él con alguna petición. Incluso llegó a movilizar a sus amistades para adquirir libros destinados a sus amigos [Pg. 515] alemanes. En el caso del barón de Schönberg se repitió con frecuencia la necesidad de Mayans de adelantar dinero para comprarle libros, buscar información en librerías de Madrid, y negociar personalmente la adquisición de ejemplares raros, como ocurrió con el Theatro Jesuítico de Francisco de la Piedad (publicado en Lisboa en 1653), o el breviario y misal mozárabes, pedidos con insistencia por el noble sajón. Las molestias que se tomó Mayans por satisfacer los deseos de su exigente amigo alemán quedaron plasmadas en la correspondencia cruzada con éste, sin que aparezca en ella la más mínima queja del valenciano 63.

En consonancia con los resultados que arrojan las fuentes de la correspondencia mayansiana, los estudios realizados en los últimos treinta años sobre la figura del ilustrado valenciano han desmentido imágenes totalmente desfasadas sobre su carácter inaccesible y orgulloso. Sus críticas a instituciones académicas e intelectuales españoles y su independencia de criterio -hipervalorados hasta la revisión iniciada. por el Dr. Mestre- cobraron un nuevo significado con el descubrimiento de otras facetas de su personalidad, como la generosidad hacia sus corresponsales 64.

Hoy no vemos a Mayans como el personaje que nos pintaba la historiografía decimonónica: arrogante y amargado, encerrado en su torre de marfil y autoexcluido del ambiente reformista ilustrado. Antes bien, era un erudito consciente de la necesidad de difundir, con rigor y seriedad, los valores de la cultura española en Europa, tarea a la que dedicó su tiempo y su dinero sin ningún apoyo oficial. La independencia de sus criterios reformistas marcó diferencias con los círculos ilustrados de la corte borbónica de Madrid, [Pg. 516] sensibles a las presiones de las altas jerarquías políticas y eclesiásticas. La interferencia de los intereses políticos e ideológicos en el campo de la reforma cultural hizo fracasar las propuestas del valenciano a las autoridades, y no su falta de instinto para la adulación, como apuntaba Guido Stiffoni 65. El silencio de Patiño a la Carta-dedicatoria publicada con los Pensamientos literarios del valenciano (1734), o la persecución montada por el cardenal Molina contra la edición de la Censura de historias fabulosas de Nicolás Antonio (1742) ilustran perfectamente esta afirmación. Por lo tanto, hay que descartar la rigidez de carácter de Mayans como un obstáculo a sus proyectos. Sólo así podremos entender la generosidad del valenciano hacia sus amigos alemanes -y europeos en general- en sus justos términos: es decir, en consonancia con sus deseos de "ilustrar las cosas de España" y darlas a conocer fuera de nuestras fronteras.

El vivo interés de Mayans por dar cumplida satisfacción a las cuestiones que le planteaban sus curiosos corresponsales alemanes hay que relacionarlo, pues, con su interés por elevar el prestigio español en los ambientes ilustrados europeos. Cuando le pedían información sobre algún tema, Mayans se empleaba a fondo para ofrecer respuestas detalladas, recurriendo con frecuencia a la ayuda de sus amigos. Así puede verse en el caso de la breve correspondencia mantenida con Christoph Steinberg, amigo de Schönberg, en 1732. Para responder a dos preguntas del alemán, una sobre la división provincial de Castilla de 1609, y otra sobre las corrientes en el Estrecho de Gibraltar, se valió respectivamente de la colaboración de José Bermúdez y Juan Bautista Corachán. Los resultados del trabajo conjunto de Mayans y sus amigos fueron reunidos en dos cartas latinas, que Steinberg agradeció, alabando los profundos conocimientos de los tres españoles en materias tan dispares 66.

La generosa actitud de Mayans hacia los intelectuales europeos que deseaban conocer datos sobre España contrastaba con el secretismo de instituciones como la Real Biblioteca o las Reales Academias, que personificaban la cultura oficial española. Siempre recelosos de la difamación extranjera, y haciendo gala de un orgullo nacional mal entendido, sus responsables eran reacios a proporcionar documentos e información de sus fondos a los extranjeros. El Dr. Mestre apunta una explicación más sobre esta actitud: al recelo se unía la indolencia y la falta de preparación en muchos casos, formando una cadena de obstáculos que paralizaba hasta la más sólida iniciativa 67. El propio Mayans comentó repetidas veces esta circunstancia al describir [Pg. 517] el ambiente vivido en la Real Biblioteca en los años en que trabajó en ella 68. A este ambiente no era ajena la responsabilidad del confesor del rey, dignidad que llevaba aparejada el cargo de director de la biblioteca, y que en no pocas ocasiones dio graves muestras de fanatismo irracional y de una falta total de interés por la promoción cultural.

La formación de grupos político-religiosos y de intereses creados en torno a las plazas de bibliotecario real como plataforma para puestos más altos en la administración real, dejaba en segundo plano el trabajo intelectual e investigador. Mayans no era un ingenuo y cuando llegó a Madrid se dio cuenta en seguida de cómo soplaba el viento y de cómo navegar en aquellas aguas revueltas. Él también fue a la corte a medrar, como muchos otros intelectuales de su generación. Pero su brillantez e independencia de carácter, y la rotundidad de sus convicciones reformistas, le hacían poco atractivo para ministros prepotentes como Patiño, que preferían dóciles y mediocres peones que no hiciesen sombra a sus propios planes políticos de reforma. El afrancesamiento también jugó en contra de un Mayans más apegado a las humanidades y al derecho que a las ciencias naturales y el racionalismo de cuño francés, representado por Feijoo. Las preferencias de la Corte quedaron claras cuando el benedictino fue nombrado "autor del agrado real" en tiempos de Fernando VI, y se prohibió la crítica a sus obras. Todo un signo de unos tiempos y unas mentalidades, para las que Mayans resultaba incómodo por su apego obstinado a la crítica y a la verdad histórica. Se prefería la superficialidad, las curiosidades de gabinete, y sobre todo el acatamiento incondicional de las directrices de la emanadas de los agentes de la Monarquía y de la jerarquía eclesiástica. Ésas eran las fuerzas que dirigían en la sombra a las Reales Academias, a algunos de los denominados diaristas, y al ambiente intelectual de la corte en general. Mayans, tras el silencio de Patiño a sus Pensamientos Literarios, y perdida la esperanza de obtener la plaza de Cronista de Indias, se retiró escarmentado a Oliva en 1739. Sus advertencias a Burriel en los años cincuenta sobre las fuerzas operantes sobre la famosa Comisión de Archivos fueron fatalmente proféticas: en España, la cultura era lo de menos, lo de más eran los intereses regalistas de la Corona frente al Papa, y los vaivenes de la política internacional 69. El erudito de Oliva vivía en unas coordenadas mentales [Pg. 518] muy alejadas de todo ese mundo, intelectual y políticamente mezquino: prueba de ello fue su capacidad para combinar la práctica ferviente de un catolicismo interiorizado y de ribetes jansenistas, con una tolerancia religiosa sorprendente para la España de su tiempo. La clave de este en apariencia difícil equilibrio se halla en la tolerancia erasmiana, aprendida en los escritos de Sánchez de las Brozas, Fray Luis de Granada, los erasmistas y los humanistas españoles del siglo XVI 70. Una tolerancia que sorprendía hasta sus propios amigos, como el jurista y canónigo de Cervera José Finestres. Éste temió la reacción de algunos ultracatólicos contra Mayans, que ya tenía bastante con tener que soportar el sambenito de "antiespañol", para que encima le atacasen por su amistad con los "herejes" extranjeros. El catalán le expresó a Mayans sus temores al respecto, a propósito de su nombramiento como miembro de honor de la Sociedad Latina de Jena en 1754:

Yo me alegro sumamente de que los estrangeros conozcan y aprecien la relevante literatura de Vm., para honrarla y honrar con ella sus academias. No sé si alguno de nuestros escrupulosos tendrá a mal que Vm. sea miembro de un cuerpo de protestantes, aunque doctos, como creo que son los de Jena, en cuya escuela estava en vigor la doctrina luterana... 71

Pero el valenciano no temía ese tipo de ataques. El catolicismo propio y el de sus compatriotas no le impidió mantener intensas relaciones con intelectuales de credos protestantes (principalmente luteranos), aparte de estudiar y recomendar sus obras si las consideraba útiles, como siempre hizo. Elegido miembro de la Sociedad Latina de Jena, dirigida por un luterano como lo era Johann Ernst Immanuel Walch (1725-1778), Mayans recibió el honor del nombramiento con sincero orgullo. Tanto, que reprodujo el texto del diploma que le otorgó la citada sociedad en dos lugares: en una carta a su amigo el jesuita Andrés Marcos Burriel 72, y en el prefacio de su Tractatus de Hispana progenie vocis Ur editado en 1779. Se podrían llenar cientos de páginas con ejemplos de protestantes amigos y corresponsales de Mayans, con los alemanes en primer término. Por ello es pertinente hacer hincapié en la importancia de la tolerancia religiosa de Mayans en una España [Pg. 519] todavía recelosa al contacto con el protestantismo. Mayans fue en este sentido, como en tantos otros, contra corriente, apartándose del sentir general de su época y su entorno. Las posturas religiosas dominantes en gran parte del XVIII español quedan mejor reflejadas en la cautelosa actitud de un Finestres, que se negó a escribir en Acta Eruditorum de Leipzig y a publicar sus obras en Alemania, haciendo caso omiso de lo que le propuso en varias ocasiones su amigo Mayans. Es un contraste clarificador, en la medida en que realza las dificultades que la tolerancia mayansiana en materia religiosa hubo de afrontar en España. No sólo tuvo que superar las limitaciones del ambiente y la educación recibida, sino que acabó por ignorar las presiones y las críticas de la opinión dominante en la sociedad de su tiempo.

Una vez vistos los factores que hicieron posibles las relaciones de Gregorio Mayans con la Ilustración alemana, vamos a reconstruir el camino recorrido por el olivense y sus obras en los ámbitos ilustrados alemanes. De momento, lo que nos interesa es conocer los antecedentes y las vías que llevaron al contacto entre Mayans y Plüer, uno de los principales colaboradores de Mayans en sus relaciones con la Ilustración alemana, y para ello debemos retroceder hasta las primeras tentativas de nuestro ilustrado de darse a conocer fuera de España.

Concluidos sus estudios, el erudito de Oliva fue nombrado catedrático del Código de Justiniano en la Universidad de Valencia. Alternando con sus obligaciones académicas, inició sus primeros contactos con el extranjero, dándose a conocer sobre todo en Italia, a través de sus trabajos jurídicos. El deán Martí apoyó de forma decisiva los intentos del joven Mayans por difundir su fama fuera de España. Y fue precisamente Martí, por su amistad con estudiosos europeos de la Antigüedad, el que puso a trabajar a Mayans en el envío al extranjero de transcripciones y noticias sobre antiguas inscripciones españolas. Un amigo italiano del deán, el marqués Scipione Maffei, pidió copiadas fielmente las inscripciones de Valencia en 1727, para incluirlas en su Crítica lapidaria 73. Martí transmitió el encargo a su joven discípulo, que cumplió puntualmente 74. Encargos como éste se repitieron en las décadas siguientes, dando oportunidad a Mayans de mostrar en Europa sus conocimientos epigráficos y sus criterios sobre las inscripciones españolas, el método a seguir en su estudio y el estado de las investigaciones.

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DECEPCIONES EN LA DÉCADA DE 1730 Y RETIRO A OLIVA

Las circunstancias concretas de la carrera profesional de Mayans propiciaron los primeros pasos de su trayectoria personal en relación con los ilustrados europeos. A principios de 1730 Mayans sufrió una fuerte humillación en su carrera académica, al ver cerradas sus aspiraciones a la pavordía de derecho en la Universidad de Valencia. El joven pero ya conocido jurista preparó minuciosamente el concurso. Además de presentar su trabajo investigador, obtuvo la recomendación ante el tribunal de varios amigos influyentes, tanto en el campo de la política como de la cultura: intelectuales como Feijoo, con quien más tarde sufriría fuertes divergencias 75; o altos dignatarios eclesiásticos como Andrés Orbe, que a su cargo de arzobispo de Valencia unía los de gobernador del Consejo de Castilla e inquisidor general. Sin embargo, pesaron más su origen familiar vinculado al austracismo y el hecho de que su competidor se hubiera pronunciado a favor de la supresión del derecho privado foral valenciano. Estos factores de índole política hicieron recaer la deseada pavordía en manos del oscuro competidor de Mayans, el doctor Arbuixech, y sumieron al de Oliva en una grave crisis personal.

Tras un tiempo de reflexión, el joven catedrático de derecho tomó una importante determinación: abandonar el ambiente provinciano y mezquino que se respiraba en la Universidad de Valencia y marchar a una capital cortesana: Viena, París o Madrid. Halló el modo de dejar la universidad de forma honorable y recibió ayuda de sus amigos austracistas en el extranjero. El cardenal Alvaro Cienfuegos logró que Mayans fuese aceptado en la Biblioteca Real de Madrid en 1733, y ese año el joven pero experimentado valenciano se trasladó a vivir a la corte. Sin embargo, Madrid ocultaba trampas y desengaños: el interés político y el desinterés cultural eran similares a los de Valencia. La cercanía del poder no suponía ninguna ventaja porque Mayans resultaba incómodo a los magnates que rodeaban al rey. Lo era porque pensaba por sí mismo y no se plegaba a servir de corifeo de hombres de menor talla intelectual. Tenía sus propios planteamientos sobre las reformas a abordar y el modo de hacerlo. Esto molestaba a sus compañeros de oficio e incluso a ciertos grupos intelectuales, defensores incondicionales de la "gloria" y las tradiciones españolas. Mayans era ante todo crítico y sincero, y el ambiente de Madrid no toleraba ni la crítica ni la sinceridad. No fue pues casual ni involuntario el abandono de Mayans a su puesto de bibliotecario real en 1739.

[Pg. 521]

El 4 de agosto de aquel año llegó a Oliva para establecerse allí hasta 1767. La renuncia oficial a su cargo en Madrid fue aceptada por el entonces confesor del rey Felipe V, el P. Clarke, el 6 de septiembre del año siguiente. Mayans se casó con Margarita Pascual y decidió llevar una vida retirada en las tierras de su familia, atendiendo el patrimonio y los intereses de sus parientes. Su formación jurídica y su gran valía personal eran requeridas con cierta frecuencia por sus vecinos y amigos. Así, tuvo que interrumpir la redacción de su libro De Hispana progenie vocis Ur para representar a la villa de Oliva en un pleito contra la Font d'Encarròs por cuestiones de riego en 1755 76. Sin embargo, dedicaba la mayor parte del tiempo a sus ocupaciones intelectuales. La búsqueda de libros le llevaba con cierta regularidad a Valencia, para visitar las grandes bibliotecas conventuales de la ciudad. Los libros y sobre todo la correspondencia ocupaban gran parte del tiempo del solitario de Oliva. Alejado físicamente de los ambientes cultos que había conocido, se mantenía en contacto con ellos de manera ágil por carta, y el número de los que deseaban intercambio epistolar con el valenciano aumentaba, tanto en España como en el extranjero. La relativa paz y la plena dedicación a escribir y publicar permitieron que floreciese el genio mayansiano. Su vocación reformista le llevó a crear la Academia Valenciana en 1742, pero las presiones políticas y el lánguido ambiente cultural de la capital valenciana acabaron con ella a los pocos años.

AMPLIACIÓN DE LOS INTERCAMBIOS ALEMANES A TRAVÉS DE GERHARD MEERMAN

Los puntos de contacto con el entorno inmediato (Valencia, Madrid) dejaron entonces paso a las relaciones a larga distancia. Cercana ya la década de 1750 el intercambio epistolar de Mayans con el extranjero alcanzó su pleno apogeo 77. Fue el encuentro con Gerhard Meerman (1722-1771) un nuevo amanecer para un Mayans decepcionado y cansado por tanto desaire y tanta mediocridad. Este joven erudito holandés despertó en Mayans, ya maduro y desengañado, la ilusión por los grandes proyectos publicísticos que darían a conocer la cultura española en Europa. Desde que iniciase su intercambio epistolar con el valenciano en 1747, Meerman trajo a muchos amigos alemanes al contacto con Mayans, fiado de su seriedad y rigor crítico.

[Pg. 522]

Las colaboraciones científicas y las publicaciones de Mayans en Alemania se multiplicaron, abierto ya el camino en las décadas anteriores por la difusión de Epistolarum libri sex y las correspondencias entabladas en el denominado "Ciclo de Dresde-Leipzig" 78.

El círculo de Meerman era amplio y tenía capacidad para absorber el potencial intelectual e investigador que Mayans ofrecía. El propio Meerman, con sus cartas y sus libros, era el que con mayor fuerza impulsaba los contactos alemanes del valenciano 79. También buscaba su colaboración para grandes proyectos editoriales propios, como el Novus Thesaurus Iuris Civilis et Canonici. Su condición de político en una gran metrópoli comercial como Rotterdam (poseía el cargo de pensionario o Syndicus, uno de los más importantes de la ciudad) le ponía en situación de conectar con numerosos intelectuales del traspaís alemán, que tiene su salida natural al mar por las bocas del Rhin en Holanda. Meerman actuó siempre como catalizador y multiplicador de la fama y los contactos de Mayans en Alemania, y fue el que anticipó y preparó los contactos de Mayans con otros ilustrados alemanes. Las vías seguidas por Meerman para dar a conocer a Mayans en Alemania fueron dos: la primera, libre de intermediarios, consistió en presentar un trabajo histórico de Mayans a un concurso convocado por la Academia de Ciencias de Göttingen en 1757; la segunda, abierta en 1751 a través de David Clement en Hannover, fue la que mayores consecuencias trajo, pues fue la que posibilitó el contacto de Mayans con Carl Christoph Plüer, el máximo colaborador de Mayans en sus relaciones con Alemania a partir de 1759 80.

[Pg. 523]

El inquieto pensionario de Rotterdam tomó la decisión de presentar a Mayans al concurso de la Academia de Ciencias de Göttingen de 1757 a raíz de una colaboración del valenciano que Meerman solicitó para un proyecto propio. En 1756 pensó en editar una obra sobre los orígenes de la imprenta y su difusión desde Alemania a todos los países de Europa. En esta obra, que debía titularse Origines typographicae, Meerman pretendía también ofrecer una completa reseña de los libros impresos en Europa antes de 1500, que hoy conocemos como "incunables". Para acometer tan vasto proyecto buscó la ayuda de diversos amigos y corresponsales, naturales de los países europeos que deberían ser objeto de estudio en los Origines, y pidió a Mayans que le remitiera una aportación sobre la introducción de la imprenta en España. Mayans redactó un extenso trabajo, basado en los autores españoles que tenía a su disposición en su biblioteca particular de Oliva, y se lo remitió a Meerman en forma de carta. Meerman no ocultó cierta decepción cuando la leyó, pues halló que Mayans, desconocedor de la obra de Maittaire sobre la historia de la imprenta, no había incluido los datos publicados por el francés y conocidos por Meerman. Mayans aceptó humildemente la crítica que hizo su amigo y corresponsal holandés a su trabajo, y se dispuso a rehacerlo. Una vez concluida esta tarea, remitió el opúsculo a David Clement (1701-1760), quien se avino a publicarlo en un volumen titulado Opuscula varia literarii argumenti, junto con otros trabajos y cartas eruditas de Mayans.

Clement moriría en 1760 sin haber publicado los textos manuscritos de Mayans, pero en 1757 nadie podía sospechar este hecho. La Universidad de Göttingen compró los papeles de Mayans con ánimo de publicarlos, pero las gestiones del magistrado de Hannover F. W. Duve, encargado del proyecto, chocaron con la incomprensión y el desinterés de aquellos que podían llevarlo a cabo. Finalmente, los proyectados Opuscula quedaron archivados en la biblioteca universitaria de Göttingen y se abandonó la idea de imprimirlos.

Estando Mayans todavía ocupado en corregir su carta sobre los orígenes de la imprenta en España, Meerman le comunicó que la Academia de Ciencias de Göttingen había convocado un concurso con el fin de determinar el origen del papel en Europa, y que esperaba su participación en el mismo. Mayans expuso en un trabajo personal, basado en los clásicos y en fuentes medievales, los datos que a su criterio demostraban que el primer papel europeo fue fabricado en Xàtiva. Y ante las dudas expresadas por Meerman reunió, a modo de prueba, diversos fragmentos del papel más antiguo que pudo hallar recurriendo a sus amigos españoles. José Finestres desde Cataluña, Pérez Bayer desde Toledo y Fernando Velasco desde Madrid buscaron para Mayans papel medieval español, que éste se encargó de enviar a Holanda. Meerman siguió mostrándose algo escéptico sobre las tesis de Mayans en sus cartas posteriores, pero reconoció la gran originalidad [Pg. 524] y la alta calidad del trabajo del valenciano. Presentado a concurso en Göttingen, el texto de Mayans sobre los orígenes del papel mereció el premio ofrecido por la Academia, que además decidió nombrar a Mayans miembro de la misma, como queda constancia en la correspondencia cruzada entre Mayans y Johann Andreas Murray (1740-1791), académico y profesor de la Universidad de Göttingen.

La segunda vía por la que Meerman dio a conocer a Mayans en Alemania fue su ofrecimiento al valenciano para que correspondiese con el erudito y bibliógrafo francés David Clement (1701-1760), anteriormente citado. Clement, predicador luterano en la corte de Hannover, era bien conocido en la Universidad de Göttingen, cuya biblioteca estaba en plena expansión. Profesores de Göttingen, como Hollmann y Gebauer, gozaban del favor del Kurator de la Universidad G. A. von Münchhausen para la compra de libros raros en toda Europa 81 y se informaban a través de Clement de la posibilidad de adquirirlos para la biblioteca universitaria. Clement daba noticias sobre los libros más valiosos para el estudio de las diversas ciencias en su monumental Bibliotheque curieuse 82, cuyos nueve primeros tomos publicó de forma periódica entre 1750 y 1760 -los dos primeros en las prensas universitarias de Göttingen-, a la vez que editaba los catálogos de grandes bibliotecas europeas, públicas y privadas. Así, después de publicar el catálogo de la biblioteca de Gerhard Meerman, solicitó el de la de Mayans para su edición. El valenciano no podía por entonces (1751) dedicar tiempo a preparar una descripción comentada de toda su ingente biblioteca y redactó un catálogo parcial de la misma, comentando sólo las obras de aquellos autores que habían escrito sobre Gramática y Retórica. Clement, sin dejar de insistir en sus peticiones de una ampliación de este trabajo de Mayans, lo editó en Hannover en 1753 con el título de Specimen bibliothecae Hispano-Maiansianae 83. La correspondencia mantenida entre Clement y Mayans (1751-1760) demuestra que las noticias aportadas por el Specimen despertaron el interés de los profesores de Göttingen y de otros intelectuales alemanes por la cultura hispana 84. Mayans se aplicó a satisfacerlo, enviando las obras de diversos humanistas y eruditos españoles a Clement (Nicolás [Pg. 525] Antonio, Vicente Ximeno y otros), pero la muerte repentina de éste y las complicaciones provocadas por la Guerra de los Siete Años (1756-1763) eliminaron las posibilidades de explotar la conexión hannoveriana por vía directa.

Sin embargo, Clement abrió dos años antes de su muerte una nueva vía de contactos entre Mayans y Göttingen a través de un inquieto predicador luterano, Carl Christoph Plüer (1725-1772). Nombrado capellán de la embajada danesa en Madrid, recogió a su paso por Hannover hacia la capital española una carta de Clement a Mayans. A raíz de esta circunstancia, Plüer entró en contacto epistolar con Mayans y llegó a visitarlo personalmente en Oliva durante uno de sus viajes por España. Gracias a la mediación de Plüer y Mayans, la biblioteca universitaria de Göttingen compró una selecta colección de libros españoles que se convirtieron en uno de los tesoros más apreciados de la universidad. Plüer se mostró además muy activo como intermediario entre Mayans y Alemania, atrayendo la colaboración de Mayans para los estudios orientales de Johann David Michaelis (1717-1791) y los geográficos de Anton Friedrich Büsching (1724-1793 ), ambos profesores de Göttingen. También medió en la colaboración mayansiana de los estudios históricos del abad Froben sobre las polémicas altomedievales de Beato y Elipando y su influencia en la obra de Alcuino de York, publicados en Ratisbona en la década de 1770. Simultáneamente, Mayans tuvo conocimiento de los contactos establecidos por el médico catalán Antonio Capdevila (1722-¿ 1780?) con algunos profesores de Göttingen, como el famoso Albrecht von Haller, a través de los cuales desarrolló sus propios contactos 85. Plüer, Mayans y Capdevila colaboraron desde España en algunas aportaciones difusoras de la cultura hispánica en Alemania en las décadas de 1760 y 1770, y los dos últimos llegaron a llamar la atención de algunos historiadores alemanes por la importancia de su labor 86. Sobre todos estos intercambios y sobre sus consecuencias posteriores en la recepción de la cultura hispánica en los círculos ilustrados alemanes versa mi tesis doctoral, en la que sin duda podré ofrecer un análisis mucho más profundo de la cuestión, que el breve esbozo presentado a lo largo de estas páginas.

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1 Vicente PESET LLORCA (1918-1981), Gregori Mayans i la cultura de la Il·lustració. Valencia-Barcelona: Curial / 3 i 4, 1975, p. 47.

2 El repertorio de publicaciones específicas sobre la actividad internacional de Mayans, que ha servido de base a esta comunicación, comienza con el estudio del Dr. Peset aquí citado (v. supra). La totalidad de los estudios posteriores son obra del Dr. Antonio Mestre, que jalonan las décadas de los años 70 y 80, y llegan hasta la ponencia presentada por el propio Dr. Mestre al Simposio Internacional sobre la Imagen de España en la Ilustración alemana, celebrado en Madrid en 1985, con el título de "Aportación de Mayans a la imagen de España en la Alemania del siglo XVIII". A esto habría que sumar las numerosas referencias a la labor internacional de Mayans que aparecen en la bibliografía sobre el papel del valenciano en la Ilustración española. El punto de partida para conocer esa bibliografía se encuentra en Pablo PÉREZ GARCÍA, "Tres décadas de estudios mayansianos" en Arxiu de Textos Catalans Antics núm. 15 (1996) pp. 515-551.

3 Jorge Fernando BENAVENT MONTOLIU, El epistolario Mayans - J. E. I. Walch: una muestra de los contactos mayansianos con el mundo cultural alemán. Valencia: Memoria de Licenciatura, Departamento de Historia Moderna, Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Valencia, 1997.

4 Portugal, Francia, Italia, Gran Bretaña, Países Bajos, el Sacro Imperio, Austria, Dinamarca y Prusia. Los corresponsales de Mayans estaban en muchos casos en comunicación entre sí, formando redes internacionales de intercambio de noticias literarias y científicas.

5 Evidencias sobre la recepción de obras de Gregorio Mayans en la capital danesa existen en la correspondencia conservada en los fondos de la donación Serrano Morales, de la Biblioteca Municipal de Valencia, en el antiguo edificio del Ayuntamiento (en adelante, identificada con las siglas BMV. SM.). En los citados fondos existe parte de una carta latina fechada el 9 de mayo de 1778, firmada por J. H. Sclegel, profesor de la Universidad de Copenhague, cronista y bibliotecario del rey de Dinamarca; en ella se hace mención a la Gramática Latina de Mayans (BMV. SM. 6811-1°, 594). En cuanto a las noticias procedentes de San Petersburgo sobre la lectura de obras de Mayans, véase Antonio MESTRE SANCHIS, "La compleja personalidad de Mayans" en El mundo intelectual de Mayans. Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva 1978, p. 14.

6 Un claro ejemplo de ello se observa en la carta del epigrafista de Jena Johann Ernst Immanuel Walch (1725-1778) a Mayans, fechada el 17 de diciembre de 1755, en la que el alemán expresa su preocupación por el silencio epistolar del valenciano. Preocupación que da paso a la alegría cuando el propio Walch notifica a Mayans el recibo de cartas atrasadas (19 de marzo de 1756). Ambas cartas han sido editadas en Jorge Fdo. BENAVENT MONTOLIU, El epistolario Mayans - J. E. I. Walch: una muestra de los contactos mayansianos con el mundo cultural alemán. Valencia: Memoria de Licenciatura, Departamento de Historia Moderna, Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Valencia, 1997, pp. 32 y 38.

7 Expresión que aparece en diversas ocasiones en la correspondencia del barón Johann Dietrich von Schönberg, uno de los primeros interlocutores europeos de Mayans (v. infra).

8 El ejemplo más elocuente de lo expresado aquí es la correspondencia cruzada entre Mayans y el barón de Schönberg, bibliófilo alemán que compró gran número de libros en España por mediación de Mayans. La correspondencia se conserva en BMV. SM. 7272-34 y en la Biblioteca Archivo Hispano Mayansiano del Colegio del Corpus Christi de Valencia (en adelante, identificado como ACCV. BAHM.). Las cartas del aristócrata sajón a Mayans se encuentran reunidas en ACCV. BAHM., cosidas en un volumen titulado Cartas de varios (signatura GM 54). Sobre las vicisitudes y problemas ligados al envío de libros, véase la carta de Schönberg a Mayans de 18 de agosto de 1738 (ACCV. BAHM. GM 54).

9 La abundante correspondencia entre Mayans y Gerhard Meerman se conserva en dos grupos de signaturas dentro de BMV. SM.: 6810 y 7272. El papel de este corresponsal holandés fue crucial para los contactos de Mayans en Alemania, hecho que demostró Antonio Mestre en varios artículos: Antonio MESTRE SANCHIS, "Catálogo de libros científicos enviado por Meerman a Mayans" en Revista de Geografía e Historia 12 (1982), UNED, Madrid, pp. 25-31; Antonio MESTRE SANCHIS, "Difusión de la cultura española en los países germánicos. Mayans y el círculo de Gerhard Meerman" en Revista de Historia Moderna. Anales de la Universidad de Alicante núm. 3 (1983), pp. 225-260, y en Influjo europeo y herencia hispánica. Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1987, pp 83-134; Antonio MESTRE SANCHIS, "Mayans y los corresponsales alemanes" en Influjo europeo y herencia hispánica. Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1987, pp. 51-82.

10 Vicente PESET LLORCA (1918-1981), "Els amics estrangers de Mayans" en Gregori Mayans i la cultura de la Il·lustració. Valencia-Barcelona: Curial / 3 i 4, 1975, pp. 45-227.

11 Aunque parezca una afirmación arriesgada, es compartida por los especialistas: Antonio MESTRE SANCHIS, "La compleja personalidad de Mayans" en El mundo intelectual de Mayans. Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1978, p. 10.

12 Antonio MESTRE SANCHIS, "Catálogo de libros científicos enviado por Meerman a Mayans" en Revista de Geografía e Historia 12 (1982), UNED, Madrid, pp. 25-31.

13 Heineccius o Heineccio, Johann Gottlieb. Jurisconsulto alemán, nacido en Eisenberg (1681) y fallecido en Halle (1741). Sus aportaciones al progreso del Derecho Natural en el contexto del siglo XVIII son consideradas de gran importancia a nivel europeo. Fue profesor de diversas disciplinas jurídicas, en varias universidades de Alemania y de los Países Bajos. Algunas de sus obras sirvieron de texto oficial en la mayor parte de las universidades del continente europeo. En 1774 fueron publicadas sus obras con el título de Opera ad universam iurisprudentiam, philosophiam et litteras humaniores pertinentia.

14 Antonio MESTRE SANCHIS, Ilustración y reforma de la Iglesia. Pensamiento político-religioso de Don Gregorio Mayans y Siscar (1699-1781). Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva 1968, pp. 396-403.

15 Se trata de Historiae de rebus Hispaniae libri decem; sive Joannis Marianae Soc. Jesu Historiae de rebus Hispaniae continuatio (1733) y De bello rustico Valentino libri tres (1752).

16 Johann Burchard MENCKE (1674-1732), De charlataneria Eruditorum declamationes... Leipzig 1716.

17 El manuscrito original de estos comentarios de Mayans se conserva en ACCV. BAHM 629. El título con el que fueron publicados fue "Nova literaria ex Hispania", y resultó ser uno de los primeros testimonios aparecidos en la Alemania del siglo XVIII sobre instituciones culturales, escritores e intelectuales españoles. Fueron publicadas sin conocimiento de Mayans, quien pidió después cuentas a Schönberg por ello. Véase Acta Eruditorum publicata Lipsiae (1731) pp. 432-440.

18 v. Diario de los Literatos de España, vol. III. Madrid 1739.

19 Sobre los conflictos de Mayans con la intelligentsia española en torno a la crítica, véase Antonio MESTRE SANCHIS, Despotismo e Ilustración en España. Barcelona: Ariel, 1976, passim. Para ver el contraste entre la actitud de españoles y europeos al respecto de la crítica mayansiana, v. Antonio MESTRE SANCHIS, "La compleja personalidad de Mayans" en El mundo intelectual de Mayans. Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1978, pp. 10-21.

20 En mi opinión, este pasaje es una síntesis perfecta de la cuestión. La cita procede de

Antonio MESTRE SANCHIS, Mayans y la España de la Ilustración. Madrid: Instituto de España / Espasa-Calpe, 1990, p. 28. Más datos sobre la acogida dispensada por los intelectuales alemanes a las propuestas de Mayans a partir de 1730 pueden verse en Antonio MESTRE SANCHIS, "Los corresponsales alemanes de Mayans" en Influjo europeo y herencia hispánica. Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1987, pp. 51-82.

21 José Quer y Martínez, botánico nacido en Perpiñán (1695) y fallecido en Madrid (1764). Fundó el primer Jardín Botánico de Madrid en 1755, por orden de Fernando VI, para el cual cedió su huerta de Migas Calientes. El Real Jardín Botánico se trasladó en tiempos de Carlos III al Paseo del Prado, donde quedó instalado de forma definitiva, pudiendo ser visitado hoy. La obra cumbre de Quer fue su conocida Flora española, en la que el botánico de Perpiñán no siguió la clasificación de Linneo por motivos ajenos a la metodología botánica, lo cual fue posteriormente criticado dentro y fuera de España.

22 Para una completa relación de viajeros europeos por España a comienzos del siglo XVIII, v. Raymond FOULCHÉ-DELBOSC (1864-1929), "Bibliographie des voyages en Espagne et en Portugal" en Revue hispanique 3 (1908) y sobre todo Arturo FARINELLI (1867-1948), Viajes por España y Portugal desde la Edad Media hasta el siglo XX. Madrid 1920, con un Suplemento del Centro de Estudios Históricos de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (Madrid 1930).

23 Sin embargo, a la altura de 1750 había cierto número de alemanes que había visitado España. Ninguno había recorrido la Península con interés de conocer el país y sus gentes, pues se habían dedicado a sus oficios respectivos como diplomáticos, comerciantes, colonos o militares; ninguno de ellos, en cualquier caso, publicó ningún libro sobre sus experiencias en España. Véase al respecto A. MOREL-FATIO, "Les Allemands en Espagne du XVe au XVIIIe siècle" en Revista de Filología Española núm. 9 (1922) pp. 277-297.

24 "Jedermann lieset gern Reisebeschreibungen; unsre aufgeklärten Zeiten aber erfordern, daß dieselben zugleich vergnügen und unterrichten. Man verlangt von einem aufmerksamen Reisenden überhaupt zuverläßige Nachrichten von der Lage und Beschaffenheit fremder Länder, von der Lebensart, den Sitten, Gebräuchen, den herrschenden Laster oder Tugenden ihrer Einwohner, von dem Gottesdienst und Aberglauben, der Regierungsform, der politischen und militarischen Einrichtungen, den Landesproducten, der Art ihrer Haushaltung, Gewerbe, Nahrung und Handlung, und von den besondern Vorfällen auf der Reise, welche entweder diese Umstände erläutern, oder sonst auf irgend eipe Art erheblich sem können". P. OSBECK, Reise nach Ostindien und China. Rostock 1765, pp. III-IV (prólogo del editor).

25 "Die Nachrichten, die wir von Spanien baben, können in drey Classen getheilt werden; nemlich in Romanen und in Alte und Neue. Was die ersten betrifft, so ist es dem Verfasser ein Vergnügen zu sehen, daß diese abgeschmackte Art zu schreiben jetzt überhaupt so gering geachtet wird... Die romanhaften Nachrichten von Spanien baben die schlimme Wirkung auf uns, daß sie sich gewissermaßen in die Vorstellung, die wir uns von Spanien machen, eingeschlichen baben... Die zweyten Nachrichten, die wir von Spanien baben, sind die veralteten, und dahin recline ich alle diejenigen, die nicht in diesem Jahrhundert an das Licht gestellt sind... Die dritte Art von Nachrichten sind, wie oben gesagt worden, die neuem, und hievon baben wir nichts, das nur erträglich richtig und glaubwürdig ist." Edward CLARKE, Briefe von dem gegenwärtigen Zustande des Königreichs Spanien geschrieben zu Madrid in den Jahren 1760 und 1761. Lemgo 1765, pp. V-VI.

26 "wohl kein Land in Europa verdienet, von einem aufmerksamen und wißbegierigen fremden Reisenden besuchet zu werden, als eben diese Halbinsel... Man sieht, höret und lernet hier, was man in andern Ländern vergeblich suchet, und wozu man sonst nirgends in der Welt Gelegenheit hat. Die Bewohner dieses südlichen Europas unterscheiden sich in iteren Sitten, Gewohnheiten und ihrer Lebensart, in ihrer Religion, ihrem Aberglauben, iteren Vorurtheilen merklich. Itere Regierungsform, itere Geseze haben nicht minder viel besonders. In diesem weitläufigen Reiche... hat der Naturkündiger eine unerschöpfliche Materie, seine Kenntniß zu bereichern und zu erweitern. Einem Liebhaber der Alterthümer muß ein Land werth sem, welches ihn in die Zeiten der Römer, der Gothen, der Araber und so gar der Griechen und Phönicier versezen kann". Carl Christoph PLÜER (1725-1772), M. Carl Christoph Plüers Reisen durch Spanien, aus dessen Handschriften (C. D. Ebeling, ed.), Leipzig 1777, pp. 36-37.

27 Así se expresa una de las principales revistas ilustradas alemanas del siglo XVIII: "dem aufgeklärten Mann gehören alle Nationen an; die vortrefflichsten Schriftsteller aller Zeiten und aller Völker sind seine Freunde und Lehrer, und er dankt dem, welcher diese zu ihm führt". Allgemeine Teutsche Bibliothek 131 (1785), Anhang 3, p. 1736.

28 Término libremente traducido del alemán Hispanistik, ciencia que pretende abarcar el conocimiento global de la cultura y de la civilización hispánica. Este término, así como el de hispanistische Studien (estudios hispanísticos), aparece con frecuencia en la bibliografía alemana. Por su claridad y utilidad he decidido traducirlo y emplearlo, aunque resaltándolo en cursiva por tratarse de un préstamo lingüístico de índole particular.

29 "fast keine Spuren eines Interesses an dem Volke, der Politik und der Literatur der einstmals mächtigen spanischen Nation". Así expresa Hermann Tiemann esta convicción, tomando como base el estudio de H. O. LYTE, Spanish literature and Spain in sopee of the leading German magazines of the second half of the 18th century. Madison 1932, p. 7 (University of Wisconsin's Studies in language and literature, 32); v. Hermann TIEMANN, Das spanische Schrifttum in Deutschland von der Renaissance bis zur Romantik. Hamburgo 1936, p. 119.

30 v. Hermann TIEMANN, op. cit., ibidem.

31 Sobre la vinculación de Morhof a España, v. J. SCHWERING, Litterarische Beziehungen zwischen Spanien und Deutschland. Münster 1902 (Kritische Studien, 1).

32 Kaspar LINDENBERG, Caspari Lindenbergii ad Henricum Balemannum de non contemnendis ex lingua Hispanica utilitatibus theologicis epistola. Lübeck 1702. Esta epístola fue reimpresa por la revista Nova literaria maris Baltici (1702) pp. 301-310.

33 Christian H. POSTEL, "Ad Jacobum à Mellen de linguae Hispanicae difficultate, elegantia ac utilitate Melethma" en Nova literaria maris Baltici (1704) pp. 118-119.

34 v. al respecto el estudio de Camille PITOLLET, "Deux types d'hispanologues allemands avant l'ere lessinguienne, Caspar Lindenberg et Christian Postel" en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, época 3ª (1911) t. 24, pp. 549-564.

35 Johann Heinrich von SEELEN, Selectorum litterariorum specimen I, exhibens notitiam pleniorem Bibliothecae Hispanicae Nicolai Antonii. Lübeck 1702.

36 Jakob Wilhelm von IMHOF (1651-1728), Historia Italiae et Hispaniae genealogica. Nuremberg 1702.

37 Jakob Wilhelm von IMHOF (1651-1728), Historische und genealogische Nachrichten von denen Grandes oder Großen in Spanien. Nuremberg 1712.

38 Jakob Wilhelm von IMHOF (1651-1728), Genealogiae viginti illustrium in Hispania familiarum. Nuremberg 1712.

39 v. las entusiastas alabanzas que le dedicó la crítica de su tiempo en Acta eruditorum publicata Lipsiae (1704) pp. 23-27.

40 Gerhard Ernst von FRANKENAU (plagiario de Juan Lucas Cortés), Sacra Themidis Hispanae Arcana. Hannover 1703.

41 En España se conocía la verdad sobre el plagio de Franckenau desde la misma aparición

de los Sacra Themidis Hispanae Arcana. Mayans, en su correspondencia con David Clement (1701-1760) y Carl Christoph Plüer (1725-1772), hace mención del caso, y de su conocimiento por los juristas de la Universidad de Sevilla. En Alemania, pese a los intentos de Mayans por esclarecer la verdad, ésta no se hizo pública hasta la década de 1780, cuando se difundió la edición de los Sacra Themidis Hispanae Arcana preparada por Cerdá y Rico; v. Gregorio MAYANS Y SISCAR (1699-1781), "Dissertatio qua sacra Themidis Hispanae arcana et Bibliotheca Hispana historico-genealogico-heraldica vero suo auctori, Jo. Lucae Cortesio, vindicantur, & simul plagiuxn demonstratur Ger. Ernesti de Franckenau" en Francisco CERDÁ RICO (ed.), Sacra Themidis Hispanae arcana, Jurium legumque ortus, progressus, varietates & observantiam: cum praecipuis glossarum, commentariorumque quibus illustratum, autoribus et fosi hispani raxi hodierna publicae luci exponit D. Gerardus Ernestus de Franckenau. Madrid 1780, pp. 1-14.

42 Gerhard Ernst von FRANCKENAU (plagiario de Juan Lucas Cortés, Luis de Salazar y Castro et al.), Bibliotheca Hispana histórico-genealógico-heráldica. Leipzig 1724.

43 v. los comentarios al respecto de la escasez de noticias en Alemania sobre los escritores españoles en Acta eruditorum publicata Lipsiae (1724) pp. 272-275.

44 v. Bernhard FABIAN, "Im Mittelpunkt der Bücherwelt" en Rudolf VIERHAUS (coord.), Wissenschaften im Zeitalter der Aufklärung. Göttingen: Vandenhoek & Ruprecht 1985, pp. 255-270.

45 Gregorio MAYANS Y SISCAR (1699-1781), "Nova literaria ex Hispania" en Acta eruditorum publicata Lipsiae (1731) pp. 432-440. Johann Erhard Kapp, traductor de la República Literaria de Saavedra Fajardo, es uno de los autores que revela en Alemania la autoría mayansiana de este trabajo; v. Johann Erhard KAPP (1696-1756) (ed.), D. Saavedras Gelehrte Republik. Leipzig 1748, p. 102. Recordemos que círculos ilustrados próximos a la corte de Felipe V se indignaron al saber que se habían publicado en Alemania opiniones críticas de Mayans sobre el estado de la cultura española. El Diario de los Literatos de España las presentó como una afrenta del valenciano a sus compatriotas y le acusó de "antiespañol"; v. Diario de los Literatos de España (1739) vol. III.

46 "unvergleichbarer Schatz, der im Verborgenen liegenden spanischen Literärgeschichte und -lehre"; v. Gregorio MAYANS Y SISCAR (1699-1781), Gregorii Majansii Epistolarum libri 6 ex musaeo Gottlob Augusti Jenichen. Leipzig 1737 (Vorwort, p. II).

47 Gregorio MAYANS Y SISCAR (1699-1781), Specimen Bibliothecae Hispano-Majansianae, sive idea novi Catalogi critici operum scriptorum Hispanorum, quae habet in sua Bibliotheca Gregorius Majansius. Ex Museo Davidis Clementis. Hannover 1753.

48 "Wie sehr ist es zu wünschen, daß wie einmal ein solch kritisches Register unsrer deutschen Schriftsteller von diesen freyen Künsten bekommen mögen!", v. Das Neueste aus der anmuthigen Gelehrsamkeit. Hannover (1753) p. 645.

49 Johann Christoph STRODTMANN (1717-1756), "Geschichte des edlen Herrn Gregorius von Mayans und Siscar" en Geschichte jetzlebender Gelehrten Europas... Elfter Theil. Celle 1746, pp. 1-37.

50 Johann Christoph STRODTMANN (1717-1756) (Gregorio Mayans y Siscar), Gregorii Majansii, Generosi Valentini, Vita. Wolfenbüttel 1756. Esta segunda bíografia de Mayans aparece nuevamente en la revista Neues Gelehrtes Europa (1758) 8. Th., pp. 849-976.

51 v. por ejemplo el artículo "Von dem Zustande der Gelehrsamkeit in Spanien" en Hannoverische Anzeigen (1764) pp. 1647ss., o las opiniones de Ph. E. BERTRAM, Entwurf einer Geschichte der Gelahrtheit. Halle 1764, Th. 1, p. 350.

52 v, Jorge Fdo. BENAVENT MONTOLIU, "La Universidad de Göttingen y los orígenes de la Hispanistik en el siglo XVIII" en Anales Valentinos núm. 46 (Valencia), pp. 313-325.

53 Véanse las interesantes reflexiones y los abundantes datos vertidos al respecto en la aportación de Reiner WILD, "Stadtkultur, Bildungswesen und Aufklärungsgesellschaften" en Rolf GRIMMINGER (ed.), Hansers Sozialgeschichte der deutschen Literatur. Dritter Band: Deutsche Aufklärung bis zur französische Revolution 1680-1789. Munich: Carl Hanser Verlag / WBG, 1980, pp. 103-132.

54 Uno de los más entusiastas admiradores de Mayans desde que comenzó la difusión de sus obras en Sajonia fue Johann Erhard Kapp (1696-1756), rector de la Universidad de Leipzig en los tiempos en que el gran filósofo Gotthold Ephraim Lessing era uno de sus jóvenes discípulos. Kapp conoció a través de las ediciones de Mayans (Valencia 1730 y Madrid 1735) la República Literaria de Diego Saavedra Fajardo, que estudió en profundidad y cuyos postulados defendió en sonados debates universitarios (v. Gerhard SAUDER, ">Galante Ethica< und aufgeklärte Öffentlichkeit in der Gelehrtenrepublik" en Rolf GRIMMINGER (ed.), Hansers Sozialgeschichte der deutschen Literatur. Dritter Band... Munich: Carl Hanser Verlag / WBG, 1980, pp. 230 ss.).

55 Para una visión detallada de estas y otras facetas de la difusión de las cartas mayansianas en Alemania véanse Antonio MESTRE SANCHIS, Influjo europeo y herencia hispánica, pp. 58-62 y Vicente PESET LLORCA (1918-1981), Gregori Mayans i la cultura de la Il·lustració, pp. 65-70.

56 Las peripecias de Camusat y su relación con Schönberg y Mayans pueden verse en Vicente PESET LLORCA (1918-1981), Gregori Mayans..., pp. 51-53.

57 La correspondencia con Senckenberg fue prolongada y abundante: catorce cartas latinas del barón, algunas muy extensas, se conservan en BMV. SM 6811-1°. Fueron escritas entre 1757 y 1768. Mayans, austracista de corazón y admirador de la emperatriz María Teresa, se volcó como pocas veces en su correspondencia con Senckenberg. El resultado fue de una fecundidad impresionante: junto a las largas y eruditas cartas, llenas de datos y noticias sobre jurisprudencia histórica, el intercambio de libros fue constante y de gran volumen. Ello contribuyó a consolidar la fama de Mayans y sus obras en la corte de Viena, donde ya era conocido desde los tiempos del emperador Carlos VI, merced a los buenos oficios del cardenal Álvaro Cienfuegos y del conde de Cervellón. Fue Senckenberg el que facilitó el acceso de Beger a la correspondencia con Mayans; sólo he hallado cuatro cartas latinas de Mayans a Beger, de extensión reducida, en BMV. SM. 7272-34. Están fechadas en 1766, 1768, 1776 y 1780, y sirven de respuesta a cuestiones concretas sobre jurisprudencia romana. La relación de Beger con Mayans tuvo gran importancia para los trabajos del jurista de Ulm. Véanse los comentarios sobre ambas correspondencias de Vicente PESET LLORCA en op. cit., pp. 149-152.

58 La primera, en alemán, fue escrita en 1746, y estaba basada en los datos reunidos por su autor en Epistolarum libri sex y otros trabajos de Mayans conocidos en Alemania: Johann Christoph STRODTMANN (1717-1756), "Geschichte des edlen Herrn Gregorius von Mayans und Siscar" en Geschichte jetzlebender Gelehrten Europas... Elfter Theil, Celle 1746, pp. 137. La segunda fue obra de Mayans pero fue publicada a nombre de Strodtmann (v. supra). Ambas fueron publicadas en Johann Christoph STRODTMANN (1717-1756), Gregorii Maiansii, generosi valentini, Vita (edición a cargo de A. Mestre). Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1974.

59 Este dato realza la importancia que tuvo el libro como fuente de información sobre España en Alemania, ante la imposibilidad de mantener un flujo continuo de noticias hacia allí, donde eran tan apreciadas. Véase Antonio MESTRE SANCHIS, Influjo europeo y herencia hispánica, p. 62.

60 Interesantes reflexiones a este respecto pueden verse en Antonio MESTRE SANCHIS, Ilustración y reforma de la Iglesia, caps. III y IV, Antonio MESTRE SANCHIS, Historia, Fueros y actitudes políticas... passim, y de forma sintética en Antonio MESTRE SANCHIS, El mundo intelectual de Mayans. Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1978, p. 15.

61 Vicente PESET LLORCA (1918-1981), op. cit., pp. 68-69.

62 v. op. cit., p. 124.

63 Las cartas cruzadas entre Mayans y Schönberg están llenas de referencias a compras de libros españoles para la biblioteca que el barón tuvo en su palacio de Dresde hasta que se arruinó y la vendió en 1741. Las complejas gestiones realizadas por Mayans para conseguir que el Theatro Jesuítico llegase a manos del extravagante bibliófilo alemán pueden rastrearse desde 1730 y no concluyen hasta 1739; el barón había visto el libro en el Colegio del Corpus Christi cuando estuvo de viaje en Valencia en 1730, y expresó con insistencia su deseo de tenerlo. Mayans tuvo que buscarlo concienzudamente, preguntó por él a sus amigos Chafreón en Salamanca y Finestres en Barcelona, tuvo que negociar en persona con un particular que lo poseía, y una vez comprado, enviarlo al marqués de la Mina, embajador español en París. Todas las gestiones se complicaron por el hecho de que el Theatro figuraba en la lista de libros prohibidos vigente en España en aquellos años. Casi toda la información sobre este curioso asunto se halla en la correspondencia cruzada entre Mayans y Schönberg, conservada en BMV. SM. 7272-38 y ACCV. BAHM. GM 54. Vicente PESET le dedica una especial atención por sus ramificaciones con Mencke, Camusat y el editor holandés Hondt: véase op. cit., pp. 50-60.

64 Tanto Antonio Mestre como Vicente Peset coinciden en resaltar la importancia de la generosidad mayansiana para el desarrollo de sus contactos en Europa: véanse Antonio MESTRE SANCHIS, El mundo intelectual... pp. 15-17 y Vicente PESET LLORCA (1918-1981), op. cit., p. 49. Las diferencias entre la imagen de Mayans en la historiografía anterior a los trabajos de Antonio Mestre y la que tenemos actualmente son puestas de relieve en Pablo PÉREZ GARCÍA, op. cit., pp. 515-516.

65 Sigo en este punto las opiniones de Antonio Mestre citadas en Pablo PÉREz GARCÍA, op. cit., p. 523.

66 Schönberg a Mayans, 26 abril 1732; Mayans a Schönberg, 25 junio 1732; Steinberg a Mayans, 9 agosto 1732; Mayans a Steinberg, 3 diciembre 1732. Una breve reseña de esta correspondencia aparece en Vicente PESET LLORCA (1918-1981), op. cit., p. 59.

67 Véase Antonio MESTRE SANCHIS, El mundo intelectual de Mayans, pp. 16-17.

68 Sirvan a modo de ejemplo sus palabras en la carta dirigida a Schönberg desde Madrid el 17 de febrero de 1738: "Los bibliothecarios somos cinco. (...) Los demás compañeros, ni hacen, ni deshacen, i si algo hacen, es impedir que se haga: porque como no son hombres para trabajar en cosas de letras, ni son buenos para promoverlas, no gustan de que otros las promuevan" (ACCV. BAHM. GM 54).

69 Véase al respecto de todo lo dicho el estudio preliminar de Antonio Mestre a Gregorio MAYANS Y SISCAR (1699-1781), Epistolario II. Mayans y Burriel. Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1972, passim y el contenido del propio epistolario, sobre todo pp. 550-635.

70 Para tener una visión completa del influjo de los autores del siglo XVI sobre el pensamiento religioso de Mayans y de otros ilustrados, véase Antonio MESTRE SANCHIS, "Los humanistas españoles del XVI en la religiosidad de los ilustrados valencianos" en Influjo europeo y herencia hispánica, pp. 181-236.

71 Finestres a Mayans 11 septiembre 1754 (v. Ignacio CASANOVAS, Josep Finestres. Epistolari. Barcelona 1934, vol. I, p. 563).

72 Mayans a Burriel 16 junio 1754 (v. Gregorio MAYANS Y SISCAR (1699-1781), Epistolario II. Mayans y Burriel. Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1972, pp. 583-584).

73 Scipione MAFFEI, Clarissimi viri Scipioni Maffei Marchionis Artis criticae lapidariae... Venecia 1733.

74 Las primeras tentativas internacionales de Mayans auspiciadas por Martí, incluido el citado encargo de Maffei, pueden verse en Vicente PESET LLORCA (1918-1981), Gregori Mayans i la cultura de la Il·lustració. Valencia-Barcelona: Curial / 3 i 4, 1975, pp. 48-50.

75 Divergencias centradas en el método crítico, en la concepción de la cultura y la necesidad de su reforma, que acabaron por enfriar las relaciones entre ambos a causa de un desafortunado incidente. Véase Antonio MESTRE SANCHIS, "Ante la obra de Feijoo ¿ensayo o rigor científico?" en Despotismo e Ilustración en España. Barcelona: Ariel, 1976, pp. 28-36.

76 Véase la carta de Mayans a Walch fechada en Oliva a 14 de junio de 1755 (Jorge Fdo. BENAVENT MONTOLIU, El epistolario Mayans - J. E. I. Walch: una muestra de los contactos mayansianos con el mundo cultural alemán. Memoria de Licenciatura. Valencia 1997, Apéndice documental, n° 7).

77 No en vano denomina Vicente Peset la etapa 1739-1767 como el Auge en els anys d'Oliva al referirse a los contactos extranjeros de Mayans (v. Vicente PESET (1918-1981), "Els amics estrangers de Mayans").

78 Así denomina Mestre a los contactos alemanes de Mayans entre los años 1730 y 1748 que le participaban de la vanguardia cultural de las universidades y las revistas eruditas de Sajonia; v. Antonio MESTRE SANCHIS, "Mayans y los corresponsales alemanes" en Influjo europeo y herencia hispánica. Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1987, pp. 51-82.

79 Para una visión global sobre la colaboración de Meerman a la difusión de los contactos de Mayans en Alemania, v. Antonio MESTRE SANCHIS, "Difusión de la cultura española en los países germánicos. Mayans y el círculo de Gerhard Meerman" en Revista de Historia Moderna. Anales de la Universidad de Alicante núm. 3 (1983), pp. 225-260, y en Influjo europeo y herencia hispánica. Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1987, pp. 83-134.

80 Sobre la intensa labor de Plüer por favorecer la fama y los contactos de Mayans en Alemania, v. Antonio MESTRE SANCHIS, "Aportación de Mayans a la imagen de España en la Alemania del siglo XVIII" en Hans JURETSCHKE (ed.), Actas del Simposio sobre la imagen de España en la Ilustración alemana. Madrid: Instituto Germano-Español de Investigación de la Sociedad Görres, 1991, pp. 83-114. La deficiente edición de estas actas contrasta con la lujosa versión alemana de las mismas, publicada posteriormente por Juretschke: A. MESTRE SANCHIS, "Mayans' Beitrag zum deutschen Spanienbild im 18. Jahrhundert" en Hans JURETSCHKE (ed.), Zum Spanienbild der Deutschen in der Zeit der Aufklärung. Eine historische Übersicht. Münster: Aschendorff Verlag, 1997, pp. 60-86.

81 v. Reimer ECK, "Entstehung und Umfang der spanischen Büchersammlung der Universitätsbibliothek Göttingen im 18. Jahrhundert" en Hans JURETSCHKR (ed.), Zum Spanienbild der Deutschen in der Zeit derAufklärung. Münster: Aschendorff Verlag, 1997, pp. 87-132.

82 David CLEMENT (1701-1760), Bibliotheque curieuse historique et critique ou Cathalogue raisonné de livres difíciles a trouver. Göttingen 1750-1752 (tomos I a III), Hannover 1753-1754 (tomos IV y V) y Leipzig 1756-1760 (tomos VI a IX).

83 Gregorio MAYANS Y SISCAR (1699-1781), Specimen Bibliothecae Hispano-Majansianae, sive idea novi Catalogi critici operum scriptorum Hispanorum, quae habet in sua Bibliotheca Gregorius Majansius. Ex Museo Davidis Clementis. Hannover 1753.

84 La correspondencia entre Mayans y Clement fue editada en Gregorio MAYANS Y SISCAR (1699-1781), Epistolario XII. Mayans y los libreros (transcripción y estudio preliminar de A. Mestre). Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1993.

85 La correspondencia cruzada entre Capdevila y Haller ha sido objeto de un reciente estudio monográfico por parte del Seminari d'Estudis sobre la Ciència de la Universidad de Valencia; v. J. L. BARONA. X. GÓMEZ, J. A. MICÓ y A. SOLER, La correspondencia entre A. von Haller y Antonio Capdevila. Valencia: Universidad de Valencia, 1994. Sobre la relación entre Capdevila y Mayans se publicó anteriormente una edición comentada de su epistolario conjunto; v. Gregorio MAYANS Y SISCAR (1699-1781), Epistolario I. Mayans y los médicos (transcripción, notas y estudio preliminar de V. Peset). Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1972.

86 Es el caso de Hermann Tiemann, que cita a ambos como los más importantes contactos españoles entre los pioneros de los estudios hispánicos en Alemania; v. Hermann TIEMANN Das spanische Schrifttum in Deutschland von der Renaissance bis zur Romantik. Hamburgo 1936, p. 121.

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