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Gregorio Mayans y Siscar -... > Epistolario > Volumen I : Mayans y los... > Gregorio Mayans y Siscar a Andrés Piquer, 08 de agosto de 1744

Datos del fragmento

Remitente Gregorio Mayans y Siscar Destinatario Andrés Piquer Pag. Inicio 41 Pag. Fin 44

Texto

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Mayáns a Piquer, 8 de agosto de 1744.

Mui Sr. mío i mi amigo: Admito la comisión que Vm. me da, porque sé que trato con personas dóciles i prudentes, que recibirán con gusto lo que les parezca bien i no tomarán mal lo que se dice con buena intención.

He leído las tres traducciones del lugar de Veleyo Paterculo. Todas merecen su alabanza. También he visto la de Sueiro; i antes de leerlas he hecho yo la que pondré ahora, por la costumbre que tengo de no preocupar mi juicio, tentando primero lo que puedo hacer i viendo despues lo que hacen otros; pues assí se logra el fruto de la propia invención i se mejora en la revista de la agena. Mi traducción es la que sigue.

En aquel tiempo ninguna cosa huvo tan indigna como verse César obligado a encartar a alguno, o Cicerón encartado por él; i mediante la maldad de Antonio se cortó la lengua de la República, no aviendo ávido siquiera uno que defendiesse la vida de aquél que por espacio de tantos años avía defendido el bien público de la Ciudad i el particular de cada ciudadano. Pero nada hiciste, o Marco Antonio (la indignación que prorrumpe de mi corazon i pecho me obliga a salir del méthodo de esta obra) nada, digo, hiciste, pagando el jornal de ayer degollado aquella celestial i esclarecidíssima cabeza, incitando con una recompensa funesta a la muerte del que en otro tiempo avía sido conservador de la República, i de tan grande cónsul.

Ahora renuncio yo la comisión de la censura, i deseo que Vmdes. mismos sean los jueces, o a lo menos los conjueces debajo de estos presupuestos:

La primera regla de traducir es que se interpreten las palabras, si puede ser, a la letra, una por una según su propiedad. Pecan contra esta regla todas las traducciones; porque a la Proscripción llaman destierro, teniendo ésta, su propio nombre español, que es encartamiento. Vease Covarrubias en la palabra encartar. Omito otros defectos semejantes.

La segunda regla es que si no se puede traducir a la letra, se traduzga a lo menos la frasi en el sentido más propio. También han pecado contra esta regla todas las traducciones, dejando de interpretar muchas expresiones o interpretándolas con ageno sentido del que tienen, como lo dirá el cotejo de todas las quatro con la mía, teniendo presente el original.

La tercera regla es que quando no se puede traducir, ni a la letra, ni según la expresión suena, deve traducirse en el sentido equivalente más próximo; a cuya regla también han faltado todas las traducciones.

Si se hace el cotejo con estos presupuestos, se verá qual traducción es mejor. Ciertamente lo es la de Vm. aunque ninguna de sus cláusulas está perfetamente traducida examinándolas por las reglas dichas. Una resma de papel sería necesario para provar lo que digo. Una cosa no omitiré, i es que todas las traducciones son duras i parecen traducciones, porque latinizan, o en las voces, o en la colocación.

Para que mejor se examine la mía, diré que en aquellas palabras o Ciceron encartado por él, se entiende el verbo verse. Uso de este verbo traduciendo el coactus est, verse obligado, porque esta es la correspondencia de la frasi. Scelere Antonii traduzgo mediante la maldad de Antonio, para que no se entienda que Antonio fue quien degolló a Cicerón, sino quien mandó asesinarle. En las traducciones no podemos apartarnos del sentido, pero podemos mejorarle. Por esso en lugar de vox traduzgo lengua, por conformarme con la propiedad de la palabra abscissa. Esto es seguir la frasi, no la palabra. En latín salus es término de mucha generalidad; por esso recae bien sobre Cicerón, la Ciudad i los Particulares. En castellano es preciso usar de dos voces, vida i bien, pero no son necesarias tres, porque bien puede comprehender a la ciudad i a los particulares; i es perfección del lenguaje que una voz abrace mucho. Por esso traduzgo egisti hiciste; i no como Vm. lograste; porque este es término de ganancia, i Paterculo no dice que Antonio no ganó nada con aquella maldad, sino que nada hizo, que es decir mucho más. Animo interpreto corazón, porque assí lo pide en este caso la lengua castellana; a coelerissimi le traduzgo por el positivo, porque en Español disonaría el superlativo; omito la interpretacion del apalabra oris porque dissuena con abscissi. Nadie ha interpretado bien la palabra auctoramentum, que era la paga o recompensa que se dava a los Gladiadores.

Sobre cada palabra pudiera decir mucho. No es para cartas, sino para la vista. El méthodo que Vmdes. deven practicar es elegir una obra corta, como el Diálogo de los oradores, que suele ir con las obras de Tácito i Quintiliano; Traducir cada uno diez o doce líneas separadamente, cotejar todas las traducciones i, de común acuerdo, formar de todas una. Assí se aprende la lengua latina, la manera de pensar i el méthodo; i se egercita uno en la lengua castellana, para lo qual es necesario leer en libros Españoles que no sean de este siglo, en que nadie ha sabido hablar; si como nuestras chrónicas son puras en el lenguage fueran juiciosas, methódicas i ajustadas al arte de escrivir, nos gustarían más. Pero ya que no son tales, devemos aprender en ellas la propi[e]dad i lo que enseñan en orden a los sucesos de la nación, que no se hallan en Tito Livio, ni Salustio, ni Cicerón.

Pues hablo de Cicerón, diré que Vmdes. han empezado a leerle en las oraciones, que devian leer a lo último. Mejor sería el libro de officiis, de senectute, las Paradojas, el libro de oratore, las Particiones, las Tusculanas, i despues pasar a las oraciones. I aún convendría que Vmdes. leyessen las de Mureto, por estar más acomodadas a nuestras costumbres; porque muchas cosas de las de Cicerón, no pueden Vmdes.

entenderlas todavía. Digo esto en fe de que Vm. i esos señores no se enojarán; i practicando lo que digo, juzgarán de estilos excelentemente, porque ahora aun no pueden.

El Dr. Millera pretende la Relatoría criminal. Estimaré que Vm. le favorezca, pues puede.

Quedo para servir a Vm. cuya vida Dios guarde muchos años como deseo. Oliva a 8 de Agosto de 1744.

B. l. M. de Vm.

su más seguro servidor.

Don Greg. Mayáns i Siscar

Sr. Dr. D. Andrés Piquer.

[Al margen:] Si Vmdes. cotejasen la lección Christiana 69 con el original, sacarían mucho fruto; i si no se halla el Dictatum Christianum, a lo menos se podían cotejar los textos de la Biblia. Quando dice Veleyo propositi se entiende operis; i como es Historia, ésta no admite apóstrofes en nombre del autor, exceso de que pide disculpa. Veleyo no es bueno para traducir, porque es sobrado agudo. Es menester otro autor más sencillo. Eslo el Diálogo de oratoribus, i con todo tiene gran dificultad por la apretura del estilo i juicio. Es excelente Diálogo. Estas censuras no son para cartas. El egercicio hará maestros a Vmdes. uniéndole con la emulación.

(A.C.Va., 338)

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69 . Mayáns había editado (Madrid, 1739) la Leción christiana. de Benito Arias Montaner traducida por Pedro de Valencia.

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