80
Piquer, 26 de octubre de 1747 128.
Historia de los Ascárides
Los Ascárides 129 son unos gusanillos pequeños, semejantes a los que se engendran en el queso y en los estanques de aguas corrompidas, y cuando se crían en el cuerpo humano, siempre se hallan cerca del orificio del ano. Suelen causar en él alguna comezón y, a veces, estímulos 130 para hechor las heces, entre las quales salen algunos destos gusanillos mezclados con la immundicia; y no se engendran en igual copia todo el año, antes bien en el otoño suelen criarse en mayor número que en los demás tiempos, y en el verano más que en el estío y en el hinvierno; y se obserua también que no causan molestia igual en todos los tiempos, de modo que observan ciertos períodos como las calenturas.
Causa de las Ascárides
Es cosa averiguada que ningún viviente, por pequeño que sea, se engendra de la putrefacción, sino de huevos, los quales suelen por lo común fecundarse en algún humor corrompido que es como matriz o sitio proporcionado para que los nuevecillos se calienten y nazcan los gusanos. Los huevos de los insectos entran en el cuerpo humano junto con el el ayre o con los mantenimientos, y sólamente viven y se aumentan en aquellos cuerpos donde hallan fomento a su cría y conservación. De ordinario sucede que los hombres más dispuestos a la generación y multiplicación de los gusanos son de temperamento flemático, es decir, abundan de humores viscosos y pesados con alguna putrefacción, de suerte que los muy coléricos y melancólicos 131 raras ueces adolecen de enfermedad de lombrices. Acontece también que en el intestino recto se recoje mucho humor como mocos y, corrompiéndose, sirue de fomento para la generación de los Ascárides.
Curación de los Ascárides
Aprovecha muchíssimo para extinguir enteramente las semillas o huevos de estos animalillos el poner todos los días, dentro del servidor, una cazolita en la qual aya vinagre con infusión de ajenos y hierva buena, y hechar en ella brasas encendidas y luego sentarse el paciente para recibir el humo del vinagre; y esto se ha de hacer después de hauer evacuado las heces. Entre las medicinas internas, ninguna es más a propósito que la leche de cabras, porque muestra la experiencia que mientras los niños no se alimentan de otra cosa que de leche, nunca padecen lombrices, y son muchíssimas las observaciones con que se ha probado que los gusanos puestos en la leche al momento mueren. Tal uez sucede esto porque la leche preserva de la putrefacción. El agua para beber ha de ser la común infundiendo en ella la hierua llamada Carolina sin hervirla. Y será muy del caso para extinguir enteramente los huevecillos de los gusanos el tomar de tiempo en tiempo las píldoras de la Reyna, tomando una antes de comer y otra antes de cenar. Assí lo siento. De mi Estudio y Octubre 26 de 1747.
Dr. Andrés Piquer.
Volver Arriba
128
129
130
131