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Gregorio Mayans y Siscar -... > Epistolario > Volumen II : Mayans y Burriel > Andrés Marcos Burriel a Gregorio Mayans y Siscar, 20 de diciembre de 1744

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Remitente Andrés Marcos Burriel Destinatario Gregorio Mayans y Siscar Pag. Inicio 25 Pag. Fin 33

Texto

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Andrés Marcos Burriel a Gregorio Mayans, 20, diciembre de 1744

"Eruditíssimo Sr. Dn. Gregorio, mi señor y dueño.

He recivido la de Vmd. de 12 de diziembre con la adjunta Acción de gracias a la Divina Sabiduría 38 y en primer lugar he sentido mucho el atraso con que Vmd. rezivió la mía porque me ha retardado el gusto sumo que aora rezivo con su humaníssima respuesta interina el qual aunque es dificultoso el que yo lo explique, es muy fácil de ser entendido por Vmd. que sabe bien hasta dónde penetran las delizias de la literatura y el utilísimo comercio con los que pueden desatar las dificultades de los estudiosos, ilustrar sus trabajos, mostrarles las sendas de la verdad amada y fecundarlos de especies que no pueden lograr aun después de ímprobos afanes. Y teniendo yo tantos motivos en la carta que acabo de rezivir para esperar de Vmd. todo esto y mucho más para mí, azierto a sentir el gozo antizipado de este bien con que me lisongeo, pero no es fácil que acierte a pintarle al vivo. Yo doy a Vmd. una y muchas veces las gracias de los favores que aora me hace y de los que me promete hazer, y quedo en el conozimiento perfecto de que para corresponderlos, nada me queda que hazer, sino renovar y confirmar, como renuevo y confirmo, las ofertas antezedentes de quanto soy y puedo ser para servir a Vmd. en quanto guste que yo tenga la honrra y la vanidad de obedecerle. La carta no quise remitirla en derechura a Oliva porque yo no savía de cierto si Vmd. tenía ay fija su residenzia y porque, además de eso, quería sujetarla a la censura de algún varón sabio para que después de examinarla con atenzión, la remitiese o la detubiese si no le parecía digna de los ojos de Vmd.

a los quales conozía yo nihil, nisi perfectum ingenio atque elaboratum industria afferri opportere, y no habiendo aquí quien pudiesse quitarme la desconfianza con que obro en todas mis cosas, resolví embiarla al Sr. Dn. Pedro Lanzol de quien he oído muchas cosas a mis hermanos, sus discípulos muy favorecidos, y quien juzgaba yo que como miembro de la Universidad y de la Facultad que Vmd. ilustró sería el conducto más propio para que mi carta llegase a Vmd. con recomendazión y con promptitud si era ella de su aprobación. En adelante me dirigiré a Vmd. immediatamente, como Vmd. me previene, y Vmd. será el primero que corrija mis hierros más notables y disimule los menores.

He leído no sólo una sino muchas vezes la Acción de gracias que Vmd. se sirve remitirme y me ha sido de suma complazencia la notizia que ella da de la erección de la Academia Valenziana. De ésta había oído sordos rumores a mis hermanos y mi grande amigo Dn. Juan Antonio de las Infantas, canónigo doctoral de Toledo, insignemente curioso, erudito y aplicado, me dio alguna mayor notizia de ella con el motivo de mostrarme algunas monedas y medallas (entre otras otras muchas de todos los tiempos que guarda con gran curiosidad y orden), que le avían embiado sacadas de las ruinas de Murviedro, de donde me dijo se habían sacado muchas más para la Academia de Valenzia, y que por este motivo avía costado mucha dificultad a sus amigos el remitirle aquellas pocas. 39 Aora en este papel de Vmd. veo los grandes designios y vastos proiectos a que se dirige esa asamblea, los que si Dios quisiesse que lleguen a perfección y colmo, desde luego podemos darnos los aficionados a la patria multiplicados plázemes de la nueba luz y esplendor con que se han de ilustrar todas sus glorias. Dios quiera, como se lo pido y pediré inzesantemente, alargar los días de Vmd. y de todos aquellos que sean las bases y colunas de esta gran máchina y asimismo fazilitarles los medios de zanjarla aora de modo que se logre todo el lleno de su idea. La grandeza del deseo que tengo de ver sazonados los frutos que nos promete para la Encyclopedia Universal esta cornucopia, con que Vmd. simboliza el blasón de la Academia, haze nazer en mí ciertos sospechosos temores de que se malogre en todo o en gran parte esta grande obra. Estos temores procuran hallar su razón en las circunstancias en que hoi iaze sepultada lastimosamente España. La desidia de sus naturales, la falta de libros y de comerzio con las naziones, mala educazión de la juventud, ningún fomento de los poderosos, la miseria a que están reduzidos los pueblos, el espíritu de rabiosa parzialidad tan dominante en las escuelas que no dejan pensar ni apreziar más que aquello que tratan y otras circunstanzias que es preziso callar. Es verdad que en gran parte se desvanecen estos temores al contemplar la unión y travazón con que Vmd. pretende enlazar a los que han de ser miembros de este Cuerpo. Hasta aora todos teníamos a estas Academias por unos agregados meramente políticos en que unos entraban a trabajar o por su propia gloria, o por emplear útilmente sus talentos y el tiempo, otros a condecorarse con ese dictado más añadido al catálogo de sus títulos y otros a llebarse sin más travajo que el de ser testigos de ninguna exzepción de agenos sudores el sueldo de académico; pero Vmd. con una singular piedad, propia de un ánimo verdaderamente christiano y religioso, pretende establezer la Academia sobre fundamentos llenos de piedad, de bondad y de religión, y si el espíritu y zelo de que Vmd. está animado reynase igualmente en los demás miembros de la Academia, Dios no puede faltar buscado con esta pureza de intenzión y Su Magestad será servido de dar el perficere como ha dado el velle, según la expresión de nuestro valenziano Sn. Francisco de Borja. Si otras Academias son poco fructuosas será porque no están tan bien zimentadas, pues menor número de hombres unidos con este vínculo de charidad y santificados con esta rectitud de intenzión, han podido executar cosas tan heroicas, como se ve en el Acta Sanctorum de nuestros Antuerpienses, en las obras de la congregación benedictino-Maurina y otras semejantes.

La Acción de gracias es una pieza de eloquenzia, espíritu, ingenio y sabiduría tan exquisitos que yo no he podido menos de volver a la misma Divina Sabiduría mis ojos y mi corazón para hazerla también acción de gracias por las luzes que se ha dignado derramar sobre su autor. En una palabra diré que ella es correspondiente de el todo a la grandeza de su asumpto, de su motibo y de su objeto. Ella es modelo de la sublimidad, elevación, magestad y decoro con que se debe ablar en asumptos tan dignos; y ojalá que con éssa y otras obras de Vmd. y con las que debemos esperar de la Academia se pudiera desterrar a lo menos hazer despreziable la liviandad a que en gran parte está entregada España, usando unos y aplaudiendo otros aun en los asumptos más sagrados estos sonsonetes pueriles, estas cadenzias de guitarra, estas pinturas y descripziones de novelas, estos relumbrones altisonantes que descalabran y estos romanzones más desfigurados de xácaras de ciegos que cada día escandalizan las orejas piadosas y entendidas. Sólo una cosa echo menos (porque ya siempre ablaré con santa libertad con Vmd.) y es que entre la gran variedad de asumptos que componen el plan de las operaziones de la Academia, ningún lugar se dé al estudio y ilustración de los Libros Sagrados, lo que me parezía debía ser uno de los primeros objetos de una Academia fundada bajo la protección de la Sabiduría Divina y que la tiene por norte, por fin, por authora y divisa. Ni porque este asumpto deba ser común a todas las naziones christianas deja de ser privativo de nuestra España. En España se trabajó, imprimió y compuso la primera Biblia Polyglota a expensas del inmortal cardenal Ximénez; en España y por españoles prinzipalmente se travajó la regia Antuerpiense. En España se conserva y es propia suya la Biblia Góthica, de cuyas varias lecciones tanto se vale en sus preziosos comentarios nuestro venerado incomparable Mariana. Españoles han sido los más insignes expositores y sumamente versados en las lenguas orientales, pues ¿por qué no sería razón que los theólogos que entren a ser Académicos trabagen en resuzitar este probechosíssimo estudio que ha sido el empleo de todos los grandes hombres de la iglesia y de este modo se fomente en España el estudio de la lengua sagrada y demás orientales y de la griega tan de el todo perdido en nuestro reino? 40 Esto me pareció a mí mucho más nezesario porque aora save Vmd. bien quánto se han dedicado a este estudio los estrangeros; todos los días vemos catálogos de versiones, ediciones, comentarios, disertaziones, chronologías, reflexiones, entretenimientos etc. En los payses infectos de heregía permite Dios que se apliquen más a este estudio los heterodoxos; basta leer el aparato o prolegómenos de el Diccionario Bíblico del P. Calmet 41 para ver esta verdad. Confiados en la perizia de las lenguas muertas, se juzgan estos gárrulos bastantemente authorizados para burlarse de la edición vulgata, mofar las determinaziones canónicas de la Iglesia y sus tradiziones, mudar, quitar y poner en las Escrituras y confirmar con lugares temerariamente depravados sus abominables dogmas. Por tanto era nezesario aora más que nunca en mi juizio el fomentar este importantíssimo estudio para opponernos a las bachillerías de los ingleses, holandeses y alemanes. Y aunque aora el prinzipio se adelantase poco por falta de aplicados a este estudio peregrino se podrá esperar que con el tiempo se aumentasen los aficionados y mucho más en ese reyn, donde más que en otra parte alguna de España se cultiva el estudio bíblico, según he visto en varias conclusiones bíblicas defendidas en Valenzia, y entre otras unas chronológicas problemáticas de el Dr. Aparicio, cathedrático de philosophía de mi hermano mayor que prueban un profundísimo estudio y prodigiosa memoria. 42

También me ha dado mucho gusto el modo con que Vmd. alienta al descubrimiento de el idioma de las monedas incógnitas de España haziéndose al mismo tiempo cargo de la arduidad o imposibilidad del asumpto. Yo havía pensado dos cosas: una si acaso serían monedas púnicas que tuvieron gravadas en lengua y caracteres púnicos sus inscripziones, porque aviendo dominado a España los carthagineses, es natural que introdugesen la moneda de su pays y que acuñasen la de las minas de España con el sello de su república. Para esto registré varios abecedarios de un librito italiano antiguo y curioso y los que hai en la Bíblica Vaticana según la relación del maestro Rocha, pero el alphabeto púnico ni uno ni otro le trahen, ni he sabido dónde poder hallarle si no es que acaso le trahiga en la torre de Babel o en el Oedipo egipciaco el investigador de cosas peregrinas nuestro Kix Kerio. Que los penos tenían propio idioma y caracteres es certíssimo y que aún perseveraba en tiempo de San Agustín. Otra cosa pensé sobre esto y es si acaso estas inscripciones serán de la lengua antigua de España antes de la mezcla de las naziones que el P. Larramendi con conjeturas mui fuertes quiere convenzer que ésta fue la vascongada o vizcaína sobre la qual tengo gran gana de ver el libro de Vmd. de los Orígenes de la Lengua Española que sólo he visto zitado y volver a leer a Alderete que muchos años ha leí y no le he podido aver más a las manos, como ni tampoco Polygraphía de Dn. Blas Nasarre). 43 Este pensamiento tampoco tiene cimiento alguno sólido. Ambas cosas propuse al eruditísímo padre Sarmiento y ni a una ni a otra asintió porque tenía por cierto, me dijo, que eran monedas de los celtas, pues sólo se allaban en los territorios que éstos poseyeron en España (razón flaca a mi ver que así como oi vemos en España muchas monedas estrangeras, y al contrario, y así como en ese reyno hai monedas de Castilla y en Castilla se hallan de los otros reynos de la península, así sucedería también entonzes). Añadióme que los caractheres de estas monedas tienen muchas semejanza con los de las famosas láminas del Norte de las quales me mostró impreso en Amsterdam un libro que dijo ser el único exemplar que savía aver en España, aunque cotejando yo con las monedas en la mano los caracteres de las planchas me parezieron algo semejantes, pero no los mismos, al fin. Concluyó con grazia con lo que había dicho de estas monedas nuestro P. Panell, maestro del Sr. Infante cardenal convidado a su averiguación: A estas monedas el diablo que las entre el diente. Esto fue con el motibo que voi a decir. Hai en el depósito de la Hermandad de capellanes de choro de la santa iglesia de Toledo varias monedas romanas y españolas las quales registró dicho P. Sarmiento quando estubo en Toledo con el P. Mecolaeta 44 a ordenar la bibliotheca de aquella iglesia, dejólas divididas en varias clases en distintos papeles con rótulos de su puño (que yo tube la curiosidad de trasladar después de haverlos visto) y en uno de los papeles dezía: Una góthica antiquísima sólo plateada. Esta moneda es del mismo cuño y forma que otra que yo tengo de plata que se alló poco ha con otras muchas, según me digeron, entre Ocaña y Aranjuez (la que ya estaba para fundir un platero de Toledo que ya avía fundido muchas de varios géneros, cosa lastimosa!). Tienen una y otra por un lado una cabeza de perfil desnuda, con pelo corto arrufado, y barba redonda, y al lado estas solas letras;  , por el otro lado un hombre a caballo corriendo sin silla pero con freno o brida, en trage ligero y con un sombrero o turbante en la cabeza y una lanza en ristre y debajo estas letras

   ;  preguntéle al P. Sarmiento por qué la llamaba góthica. Y me dijo que fue no porque creiese lo era, sino es porque no alló nombre más proporcionado para darla a conozer a los poco curiosos.

En las demás de las inscripciones y monumentos de la antigüedad que han quedado en España será utilísimo el estudio de los académicos para rastrear nuestras antiguallas, pues en esto ha ávido y hai un grandísimo descuido y cada día se descubren lápidas en todas partes que tienen la misma fortuna que las monedas. Sé de muchas halladas en el campo de Cartagena y otras partes del reyno de Murzia, en la Andaluzía, en el reyno de Toledo y aún en esta tierra que es distrito de la antigua Valeria, se hallan varias que despedaza la ignoranzia. Aquí a mi casa trageron años pasados un pedazo de una en que sólo se conoze

   H. S.    por caveza que será el hic supultus est y debajo en dos líneas  

   L.VA LE=VAL   Tengo ánimo de registrar luego que pueda las que hai en Valera que hizo colocar en el palazio de los marqueses Dn. Alonso de Alarcón, canónigo de Cuenca, y otras alladas en estos contornos para ver si encuentro alguna luz para la historia, bien que me desanima la poca práctica que tengo en esta materia, no aviendo logrado jamás quien me dirija, me ilustre y desenrrede, sin libros, sin maestro, y aun sin un afizionado con quien conferir. Bien creo que en este linage de curiosidad será muy fructuosa la Academia y que tendremos gran probecho con sus producciones, 45 pero aunque en ésta y en las demás especies de erudizión que se prometen, no se hagan grandes adelantamientos, será utilíssima a la nazión aunque sólo se consiga el dar a luz las obras que Vmd. promete por su parte. ¿De quánto menor importanzia, erudizión y curiosidad es la obra de Adventu B. Iacobi de Dn. Manuel Caietano de Sousa, tan arrogantemente impresa que las que Vmd. ofrece? Y con todo eso dize esto mismo de la Academia respeto de esta obra el Sr. conde de Erizeira en su Aprobazión. A la edizión de estas obras quisiera yo apresurar a Vmd. con toda la eficazia con que el gran cardenal Stanilao Hossio acaloraba a nuestro eruditíssimo Padre Francisco Turriano, ya escribiéndole a él mismo, ya al P. Alphonso Salmerón, para que diese a luz las muchas obras de Padres que la infatigable curiosidad de aquel Helvo librorum avía recogido de infinitas librerías que registró, pero conozco que Vmd., que tan bien se haze cargo de las obligaziones con que nazemos al público, no nos dilatará mucho la luz pública. Entre todas las que componen el cathálogo con que Vmd. nos brinda, aunque todas son de tanta curiosidad, ningunas me le merezen tanto como las de Dn. Juan Bautista Pérez porque creo que éstas serán los apuntamientos para la historia de Toledo de que Vmd. haze menzión en la Vida de Dn. Nicolás Antonio. 46 Dn. Juan Antonio de las Infantas y yo, desde que leímos allí, que Vmd. los posehía quedamos con grandes deseos de lograr una copia de estos apuntamientos y diéramos qualquier cosa por bien empleada para lograrla. Vmd. haría una cosa de sumo agrado para mí a que quedaría sumamente reconozido si me prometiese franquear dichos apuntamientos para este fin. Yo procuraría hallar en Valenzia medio para copiarlos con cuidado. Espero que Vmd. no me niegue este nuebo favor, imitando la bondad de San Gerónimo con Lucinio Bético. Si yo lograse la copia, haré sacar otra para el Sr. Infantas. Yo prometo por mi parte corresponder quanto pueda en la misma moneda.

La pregunta de el lugar de la República Literaria la hize en Murzia a algunos curiosos v no me dieron razón, ni de allí la espero, porque hai mui pocos aficionados en aquel país al estudio de la antiguedad. No obstante volveré a preguntar a algunos otros para ver si descubrimos lo que quiso dezir Dn. Diego que sin duda no hablaría sin algún fundamento, bien hablase por inventor, o mexorador de la imprenta, bien por grabador, o burilador insigne. Dize Vmd. bien que soi afizionadísimo de la República Literaria (como a las demás obras de Dn. Diego) porque este librito está tan lleno de exquisita erudizión, juizio, grazia, invenzión, delicadeza y cultura que asombra. Es verdad que para tomarle todo el gusto nezesita en el letor de muchas notizias previas o de quien vaya explicando la infinidad de alusiones que, como dize de otro nuestro discreto P. Calleja en el prólogo de sus Talentos logrados, hablan sólo de secreto con los eruditos. Menos afizión tengo al P. Interián de Ayala, a quien conozí en Madrid siendo yo muy pequeño, desde que ley la Aprobazión que dio al tomo (creo que 4.º) del zélebre P. Feijoo. Sus versos latinos y la zensura de los Diaristas de Leipzig 47 tachando al Diccionario de la Academia Española la infanzia de la lengua latina de cuyas correspondenzias con la española cuidó dicho padre muchos años.

Al P. Mariana soi tan apasionado que no rehusaré confesar a Vmd. las ideas que he tenido, y aún conservo, aunque con desmayo para aumento de su gloria. He pensado en que se escribiese su vida, adornándola con todas las notizias que se pudiesen recoger sobre su controvertido nazimiento, peregrinaziones, obras y trabajos padezidos con ocasión de su tratado de nova moneta, sobre el libro famoso del Govierno de la Compañía y otros, con varias de las cartas, papeles y curiosidades de sus tomos manuscritos, con los elogios de sus obras, ediziones, variaziones, impugnaziones, etc. Para poder aiudar a este fin a alguno que tubiera las dotes nezesarias para hazer una cosa digna, he recojido algunas notizias y aun hize dibuxar su retrato de el original primitibo y parezido en un todo (según la notizia de nuestro colegio y la notizia de un viejo mui curioso hijo de otro que le conoció y trató largamente) el qual guardaba yo en mi aposento. Esta vida avía de ser preliminar de una nueba edición de su Historia Latina, ilustrada con largas notas y comentarios sobre todos los puntos que lo pidiesen, citas de las fuentes de las notizias, variedad de opiniones, etc., y con appéndizes y disertaziones sobre las cosas más prinzipales que las pidiesen. Avían de seguirse en otros tomos de igual marca sus siete tratados con iguales notas y con las addicciones que el padre puso de su puño en el tomo que se conserva en Toledo (a exzepzión de el de nova moneta recogido por ingenuo y claro) el de ponderibus et mensuris añadido según las notas de letra del mismo padre y con las tablas que dejó en los tomos manuscritos. Y aún quedaban en sus tomos manuscritos para otros quantos volúmenes. Pero la grandeza de la obra a que no vastan muchos, el quebranto no esperado de la salud que no se acava de establecer de el todo, la vida ocupadíssima en cosas mui dibersas, y pocas esperanzas de lograrla más desocupada, y la hazienda (como dize el padre) por la vida que profesamos ninguna, el no hallar por todas partes sino es óbizes para semejantes estudios (aunque espero en Dios que se muden los tiempos poco a poco) me acobardan no sólo para empezar yo tan grande empresa solo (que eso fuera locura) sino es aún para comunicarla a otros y empeñarlos a que la tomasen de su cuenta, prometiendo yo ser su ayudador el de menos provecho, pero el más aplicado y menos perezoso. Pero ¿quien tendrá a mal el que yo me proponga fines tan grandes a que dirigir el empleo de las horas suzesivas? Querrá Dios tal vez que la Academia Valenziana revuelva esta gran piedra hasta colocarla en el monte y yo tendré quizá el gusto de avivar, como los niños de Troya, funemque manu contingere gaudent. Dios quiera que al lado y por medio de Vmd. tenga yo este placer. 48

En orden al P. Higuera sé que Vmd. no es afecto suio porque Vmd. le cree vilíssimo impostor en fuerza de las urgentíssimas razones produzidas por tantos impugnadores suios de tanta nota y por Vmd. mismo. Yo ya dige a Vmd. mi dictamen al presente. Ni soi su afecto, ni su desafecto, amor no le tengo sino es sólo por la calidad de sabio y estudioso. Lástima sí por la variedad de su fortuna pósthuma. Su causa es verdaderamente rara y yo soi tan ingenuo que no sé dezir sino es lo que siento. Conozco que para acreditarme con Vmd. y con otro qualquiera inteligentes, era el medio más propio declamar contra Higuera con las expresiones más azerbas, suponerle artífize de todos los chronicones, authorizar mi dictamen con Pellicer, Dn. Nicolás, Sr. Aguirre, Mondéjar, etc., y para los de casa, con Papebrochio, Cupero, Sanningo, Pinio, 49 el P. Cañas autor del famoso Memorial de la Santa Iglesia de Sevilla, y otros; pero yo no puedo acomodarme a hablar lo que no siento y más con quien debo y quiero profesar el mayor candor.

En lo que Vmd. juzga de mí se engaña mucho pues nada tengo de las calidades que el favor de Vmd. me atribuie, sino es el deseo de adquirirlas. Mi erudizión es ninguna, porque hasta aora todo lo que he podido hazer ha sido descubrir y explorar de lexos, digámoslo así, esta tierra de promisión en que otros fingen gigantes y monstruos y aun a las orejas de otros más infelizes Troiae nomen non est. Hasta aora sólo sé (y no estoi poco contento con esto) lo que me falta que saver. Sé lo que tengo que estudiar en adelante, la infinita variedad de cosas que debe un sabio examinar a fondo y quánto mayor es el orbe literario de lo que piensan otros, que a las cienzias y a la sabiduría la describen en su phantasía por los estrechos de su facultad o de su alcanze como los chinos antiguos enzerrados en su imperio sus mapas. Con todo eso confieso que he trabajado mucho más de lo que es creíble en las circunstanzias que en mí han concurrido. Baste dezir que lo que he echo en este género ha sido siempre sólo, muchas vezes con contradizión poderosa y todo siempre en pocos ratos desocupados. Con luz, con guía, con maestro y aun con solo compañero, se adelanta más en un día que en muchos años de estudio a solas.

En lo demás yo me prometo felizes Pasquas con el gusto que espero rezivir en la comunicazión y enseñanza de Vmd. a quien de nuebo me ofrezco de el todo y quien deseo las logre con el mayor gusto y bendiziones del Altíssimo en todas líneas este año y otros muchíssimos para bien de España y mío, como pido y pediré a Dios inzesantemente. Buenache de Alarcón y diziembre 20 de 1744.

B. L. M. de Vmd.

su más obligado servidor y afecto capellán

Andrés Marcos Burriel

Eruditíssimo Sr. Dn. Gregorio Mayans y Siscar, mi señor.

(B.A.H.M., 178)

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38 La Academia Valenciana celebraba una sesión solemne al principio del año en alabanza de la Divina Sabiduría. El discurso de 1743 corrió a cargo de Mayans, quien envió un ejemplar a Burriel. Sobre la Academia, cf. MESTRE, Ilustración..., 133-140.

39 Juan Antonio de las Infantas alude al asunto en varias cartas a Burriel, en especial las datadas 12-XI-1745 y 7-XII-1745, y que se conservan en el British Museum.

40 Sobre la preocupación de Mayans por los estudios de Sagrada Escritura, cf. MESTRE, Ilustración..., 326-333. Los proyectos de Burriel sobre la Biblia Gótica, ECHÁNOVE, 197-198.

41 A. CALMET, Dictionnaire historique, geographique, critique, cronologique et litteral de la Bible, París, 1720. En 1728 se añadió un suplemento y más tarde fue traducido al latín por Mansi.

42 Famosos fueron los estudios bíblicos del pavorde Pascual Sala (1679-1731), cf. XIMENO, Escritores del reyno de Valencia, 2 vols. Valencia, 1747-1749, II, 230-232.

43 BERNARDO J. ALDERETE, Del origen de la lengua castellana, Roma, 1606; Blas Antonio Nasarre editó la Biblioteca Universal de la Poligrafía Española de Cristóbal Rodríguez.

44 Diego Mecolaeta, monje benedictino de San Millán de la Cogolla, monasterio sobre el que escribió varias obras históricas.

45 El doctor Gómez Marco, miembro de la Academia Valenciana, proyectaba una edición de inscripciones latinas de España. Esta idea, limitada al reino de Valencia, fue llevada a cabo por el conde de Lumiares. Cf A. MESTRE, Historia, Fueros y Actitudes Políticas. Mayans y la Historiografía del XVIII, Valencia, 1970.

46 No los he encontrado entre los papeles de los fondos mayansianos.

47 Como se sabe, Mayans fue el autor de esa censura aparecida en Acta de Leipzig, MESTRE, Historia..., 383-386.

48 El afecto de Burriel por Mariana y los proyectos de ediciones podrán observarse a través de esta correspondencia. Cf. ECHÁNOVE en diversas partes, pero especialmente en el Apéndice Documental.

49 El aprecio de Burriel por éstos y otros historiadores extranjeros, en ECHÁNOVE, 170-175.

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