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Pedro Andrés Burriel a Gregorio Mayans, 20, noviembre de 1745

"Sr. Dn. Gregorio Mayans, mi maestro, dueño y señor de mi mayor respeto.

Por las de Vm. a mi hermano del próximo pasado y de este correo advierto los sellos con que Vd. me marca tantos quantas letras contienen las dos de Vd. cuyos contextos ambos son para mí de sumo aprecio, pero especialmente en el que Vd. usa de la dignación de constituirse por mi maestro y, como tal, me manda y propone el medio de hacerme hombre grande en poco tiempo con no inmenso estudio, cuyas reglas y méthodo serán para mí perpetuos y venerables preceptos que esculpiré en mi corazón y no apartaré de mi memoria interim Dios me conserve mi tal qual entendimiento, y no digo mi voluntad porque ésta me la ha arrebatado Vd. por sí mismo y por los imponderables motivos de mi agradecimiento y así me tengo por muy contento de no poder tener más exercicio de ella que el que Vd. me permita con sus documentos del modo que he de distribuir las horas y toda mi vida; concurriendo no poco a este respeto profundo y tierno amor que a Vd. profeso la lección en que, con acuerdo de mi hermano, me exercito de los escritos y cartas de Vd. y que mi hermano me explica y comenta con gran gusto suyo y aprovechamiento mio; pero esto no obstante, debo hacer a Vd. presente que examinando los señores del Consejo regularmente a lo respectivo a theórica por lo literal de Vinnio, y por lo que mira o toca a la práctica por Paz o Villadiego, Gómez en sus dos tomos 193 y así otras cosas que se han constituido por cartilla, es necesario averse de imponer en esso grandemente para no exponerse a que, por no aver estudiado una u otra cosa que sea tal vez menos profunda que lo que Vd. me manda estudiar, me suceda un chasco pesado. Yo pienso pasarme por los Consejos para principios de quaresma desde cuyo tiempo con todo ardor y empeño practicaré lo que succesivamente Vd. me fuere ordenando en la inteligencia fija y cierta de ser lo más acertado, más útil y más lustroso.

No sé como explicar mis sentimientos y mi gratitud a los grandes favores que tan sin mérito Vd. se sirve dispensarme debiendo a la dignación de Vd. el que el Sr. Bermúdez refresque la memoria de mi inútil persona y debiendo a Vd. asimismo el que dicho señor no la considere tan inútil, sino no es con desear de Vd. me cuente entre sus más apasionados discípulos y más agradecidos y fieles servidores y como a tal me mandará Vd. quanto fuere de su agrado y mi poquedad alcance que no quiero molestar a Vd. más ni abusar de su benignidad usurpándole el tiempo que Vd. hace para todos tan precioso. Al Sr. D. Juan Antonio que igualmente me reconozca por del todo suyo. Dios guarde a Vd. los años de mi deseo. Madrid y noviembre 20 de 1745. Apasionado discípulo y afecto servidor de Vd. q. s. m. b.

Pedro Andrés Burriel López de Gonzalo

Mi maestro señor y dueño D. Gregorio Mayans, muy Sr. mio.

(BAHM., 178)