Buscar: en esta colección | en esta obra
Gregorio Mayans y Siscar -... > Epistolario > Volumen II : Mayans y Burriel > Andrés Marcos Burriel a Gregorio Mayans y Siscar, 11 de diciembre de 1745

Datos del fragmento

Remitente Andrés Marcos Burriel Destinatario Gregorio Mayans y Siscar Pag. Inicio 214 Pag. Fin 219

Texto

45

Andrés Marcos Burriel a Gregorio Mayans, 11, diciembre de 1745

"Eruditísimo señor y amigo mio incomparable.

Ante todas cosas quiero que sepa Vmd. que el Ilmo. Sr. Bermúdez está nombrado para el Supremo de Castilla junto con el Sr. Campomanes de Granada en lugar de los señores Bruma y Quincoces. Quánto es lo que yo me alegro, Vmd. lo podrá conocer y el menor motivo es lo que puedo esperar de su favor para las conveniencias de mis hermanos. Le he embiado la enhorabuena con mi hermano sin escribirle por no cansarle. Dios le traiga con bien.

Ayer mañana estuvo aquí el P. Alexandro Panel a ver al padre Casani, por las noticias de éste quiso subir a verme y el padre me hizo llamar y, por ser ya hora de ir a Palacio, apenas nos saludamos, y dixo que volvería una tarde a ver mis monedas (son ya más de doscientas). Fue preciso no esperar a eso, y así pasé yo por la tarde con ellas y pasé con él toda la tarde, las registró todas, cotejó las de Colonias y Municipios con sus dibujos, notó las diferencias de algunas y se quedó con una de plata de Carlos V y D.ª Juana y un sello anular que me dieron en Valera (que es una cabeza hermosísima de Mercurio en piedra transparente roja) para dibujarlas. Tiene el habla sumamente dificultosa y ni el latín, ni el español se le entiende. Hablamos del asumpto 196 y apenas se hicieron algunos excursos a otras materias porque esto le roba toda su atención: ha de venir a ver este archivo para lo que me previno; pero se hallará mui burlado. Es humanísimo y familiar, creo que no hai en la Europa hombre de iguales noticias en este género, en lo demás es francés por dentro y por de fuera, como dixo el P. Clark y me tenía advertido nuestro Pingarrón. Entre tanto, bien atendidas todas las cosas, nada espero de aquella idea, aunque a él le fuera de infinito provecho porque ni tiene tiempo ni salud.

Hasta aquí escribí esta mañana viernes. Esta tarde ha venido (sin avisar como dixo haría) a ver el archivo y con la fortuna de no estar en casa el que tiene las llaves he logrado yo la de tenerle toda la tarde en mi aposento, y hemos hablado de muchas cosas familiarmente. Ha visto muchas de mis curiosidades tales quales, y logrando las ocasiones con tener sobre la mesa la Vida y Diálogos de Dn. Antonio Agustín, la Vida y Epístolas de Martí, Cartas de Vmd., Tablas de Bordazar, etca. Le he dicho de Vmd. quanto ha bastado si no a saciar a dexar contento mi afecto y obligación infinita. Le dixe que le he de embiar las Cartas de Martí y Vida que no ha visto y pienso regalárselas adbirtiendo que es don de Vmd. que me ha agradecer el destino en sabiéndolo etca. Le leí el número 14 de la Prefación con los escolios correspondientes, aunque me dixo que ya la avía visto. En una palabra, amigo mio de mi alma, he procurado cumplir con mi obligación y lo procuraré siempre que se ofrezca con él o con otro. También hice honrosa memoria de mi dulcísimo Pingarrón y de nuestro juiciosísimo y no menos amable Bazterra, cuyo libro vio y le ofrecí, y embiaré aunque lo repugne como lo repugnaba modestamente o por cortesanía o por no verse obligado. Y de todo esto ¿sacaremos algo? Observado y pensado todo, atendidas las circunstancias de la Corte y el efecto de pequeñas minas cubiertas de palabras disimuladas será nada, a lo menos por ahora; pero tendremos un amigo que no dañará. El va recogiendo materiales para la Colección de todas las Monedas de España, que trabaja de orden del rey, según me ha dicho. Yo quisiera que Vmd. fuera disponiendo en latín una carta para él, en que se contuviese quanto Vmd. haya observado en esta materia desde la incógnitas hasta las de ahora (los dibujos será más dificultoso) sin olvidar las inscripciones y otros monumentos, especialmente inéditos, porque yo le dispondré para el recibo de ella y quedándonos con copia si él no la imprime lo haremos nosotros o aquí, o en otra parte. Ya hablaremos de esto otras veces, pues esto no es para esta jornada de los reyes. Dios nos guíe y ayude nuestros nuevos intentos para gloria y mejora de la patria.

Vi al Sr. Jover que me recibió humanísimamente y leída la de Vmd. me abochornó con mil expresiones. Me explicó su altísimo pero bien merecido concepto de Vmd., su amor antiguo, su obligación, etc., pero también las quejas del retiro de Vmd., que impide la execución de los buenos deseos de los aficionados de Vmd. Que si Vmd. estuviera aquí a la vista, pudieran tomar giro las cosas, pero ¿cómo le han de ir a buscar a su rincón? Alabó infinito el zelo de Vmd. y dixo que si estuviera al lado del rey le diría: Señor, éste es el hombre de quien Vuestra Magestad ha de hechar mano para qualquier grande idea, pero que no haviendo esto eran precisos otros medios, y no pudiendo lograrse una empresa por camino derecho, es menester tomar un círculo y llegar por camino torcido. Yo ni pude ni quise impugnarle, antes confirmé su dictamen y propuse escribir a Vmd, el enojo de entrambos nacido de un ardentísimo deseo del bien de Vmd. a quien me holgara mover con esto a quitarnos el motivo. No he vuelto a ver a S. Ilma. pero lo haré antes de Pasqua. 197

Di la carta al Sr. Borrull con quien murmuré largo y tendido de Vmd.; pero no por el término dicho. Habló de la tropelía del cardenal de Molina, y con este motivo de las láminas granadinas. De uno en otro me hizo ver los tomos de Serna de cuya obra y asumpto habló como quien todo lo tiene por patraña. Yo no me atreví a pedirlos, ni ahora tengo tiempo, andando éste lo haré para informarme de raíz y hablar con fundamento; ya he visto al marqués de Estepa Centurión. El Sr. Borrull me vino a pagar la visita, pero los porteros no le dejaron subir porque era hora de comer y, aunque no fuera, huvieran hecho bien y ya le diré yo que se deje de eso y yo le buscaré. ¡Ojalá pudiera con frequencia!

De Dn. Agustín Orobio y Bazterra y D. Manuel Martínez Pingarrón ¿qué quiere Vmd. que diga? Ambos me tienen enamoradísimo y porfían en favorecerme y yo no acabo ni acabaré de dar a Vmd. millones de gracias, porque me ha facilitado tales amigos. ¡Bien haya su buen gusto de Vmd. sólo desacreditado en mí! Sólo siento que ni yo puedo buscarlos como quisiera, porque salgo poquísimo y eso uncido, ni sus ocupaciones les dexan la libertad que yo dispensaría con igual gusto y provecho.

Mi hermano Pedro salta de gozo con la de Vmd. porque ya se mira hecho hombre con su dirección. Ya dice que no hai que pensar si no en seguir las reglas de Vmd. y para practicarlas tiene ya nuestro amigo (ya me ha dicho quánto lo es de Vmd., de lo que me he holgado estrañamente) D. Manuel de Mena la lista de los authores para buscarlos y empezar con ello. El chico de Alcalá también está puesto en movimiento por otros términos y yo que tengo muchos engorros, soi el de menos provecho y el que menos trabajo de todos. Todo se queda en deseos y proyectos y nunca más conozco la verdad de lo que otra vez dixe a Vmd. y ahora, es a saber, que tengo corazón de águila pero alas de gorrión.

Vuelvo a Panel. Díxele la especie de nuestros deseos de adquirir una copia de el manuscrito de Jofré de Loaysa, porque el Sr. Infantas me dice que no tiene persona conocida en París. 198 Díxome que era mui fácil por medio de embaxador nuestro en aquella Corte. Instéle que si el Sr. Jover de quien me valdría no lo facilitaba lo havía de facilitar su Rma. Mostréle los índices de Mariana por el fin y lo logré de que deseoso de varias piezas quisiese copia, dixe que era imposible hallar amanuense proporcionado por todo, facilitéle el que trahidos aca yo cuidaría de eso, y quedó medio ajustado el escribir al padre provincial para que se traigan, lo que se hará. Con eso lograré yo tenerlos aquí y nos aprovecharemos de ellos como quisiéramos y Vmd. si viene los verá despacio.

Sobre Grocio haré lo que pueda, pero el viejo es mui duro de desimpresionar. Yo no apruebo muchas cosas, todo lo conozco y lo que le debo no me ciega; pero es menester callar porque de otro modo se perdiera mucho más. Con esto digo que Vmd. no rehuse explicarse conmigo llanamente porque sé distinguir mis obligaciones y hacer que no se embaracen una a otras.

Estimo mucho la instrucción acerca de las inscripciones. Yo sólo dudaba de las que no tienen nota de Cónsul, hazaña, emperador, etc.

Sobre medallas incógnitas el P. Panel dice que son fenicias y con el libro de Lastanosa en la mano le hice algunas instancias y apenas pude entender lo que me dixo. Confiesa que no ha hecho estudio particular en ellas y Vmd. dice bien que nosotros no nos hemos de romper la cabeza en valde.

En orden a orthographía el medio término que yo he escrito a Vmd. me parece el más usual y agradable; después de visto en los Ocios de los Estudios de Dn. Luis Enríquez de Fonseca, médico de Nápoles, una carta a la página 128 en que trata de las calidades de un oficial de Secretaría, cita para la orthograpía Barrio de Angulo y Cascales en sus Cartas Philológicas (libro que muchos años ha busco y no enquentro, Frankenau le alaba mucho) además de Nebrija. Enríquez con la authoridad de Cascales que cita a Minturno, obispo de Ugento, y Mario Corrado, impugna la opinión de Vmd. y favorece la mía. Si Vmd. no tiene este libro haré copiar este pasage que es de una hoja. Veremos que hace la Academia.

Agradezco mucho la noticia de las epístolas de Ciudad Real y tendré presente todo lo que me dice Vmd. y buscaré los más antiguos exemplares.

Me alegro de la impresión de las Advertencias del marqués. Si su biznieto tuviera más años o si su abuelo el marqués de Palacios, señor de mi lugar, a quien trato familiarmente fuera de otro genio, se le podría dedicar y pudiera mui bien ayudar al costo porque está mui rico. Vmd. me diga de esto y sino veremos si será bueno dedicarlo al Infante-Cardenal o al Príncipe. No nos apresuremos: dígame lo que sienta de todo esto y solicite Vmd. interesar al Sr. Jover, y si fuese del caso, aquí está D. Pasqual de Romaní, aunque nada más sé de él, de su genio, etc. En el juicio del P. Mariana no olvide Vmd. este pasage de Saavedra, tomo I en la Corona Ghóthica, cap. 9, año 507, en Alarico: Después se ha ido puliendo (el castellano) y ampliando mucho con nuevas voces, aunque debiéramos aver conservado muchas de las antiguas graves y significativas; pero con el augmento y grandeza de las monarquías no menos se estragan las lenguas que las costumbres. Dice mui bien, pero ¿hai paciencia para oir esto a quien habla como Vmd. sabe de Mariana en su República? ¿Si todos hablaran como Mariana, siguiendo lo que en razón de estilo dixeron Cicerón y Quintiliano, huviera lugar a esta reprehensión, que aquí forma D. Diego? No lo olvide Vmd. El juicio quisiera yo que Vmd. no lo hiciera con prisa, ni antes de ver sus manuscritos. Mejor era dejarlo para otra ocasión, que yo buscaré, que hacerlo sin la última perfección.

Tampoco yo me persuado que de repente pasó el christianismo de un cómputo a otro y confundiendo el de la Encarnación y Navidad y suprimiendo los nueve meses del primero; pero sí me persuado a que se fue haciendo poco a poco, y si el marqués, Discurso III, § XV, con las authoridades de Mabillon, Gassendo, Gervasio y Diceto, que en otro lugar produce, no quiere decir esto mismo, confieso que no lo entiendo. Así los españoles erraron (en mi sentir) con todos los demás y si ellos solos huvieran distinguido los cómputos, ahora que todas las naciones están en el año 1745 nosotros aún estaríamos hoi todavía en el de 1744. Yo voi notando fechas, aunque en los privilegios del santo rey ninguna hai con día de la semana; en los de D. Alonso el Sabio hai varios.

Hoi sábado me trahe mi hermano otra de Vmd. de 4 de éste llena, como siempre, de dulzura y afecto. El Sr. Jover sin duda me miró con los ojos de Vmd., yo no esperaré a que venga, ni es razón, le buscaré quanto antes pueda. Es así que hablamos de nuestra disputa sobre la Era, porque queriendo saber los asumptos de nuestras cartas ocurrió eso lo primero, como con el Sr. Borrull las láminas.

Tendré grandísimo gusto y espero no menor provecho en el comercio de el Sr. Pavordre Sales a quien tratando con el P. Sales y otros he alabado como merece por los informes de Vmd. Mucho me holgaré que me embíe exemplares de su oración que yo los repartiré bien aquí y fuera de aquí, y por medio de Panell llegarán mui arriba, pero que vengan muchos porque son muchos mis amigos de buen gusto.

He visto y leído la traducción de nuestro Pingarrón y también vi en poder de mi grande amigo Belluga, arcediano de Alarcón, la traducción de París. Los Diaristas se ensangrentaron sin qué ni para qué por herir a Vmd. 199 Ya lo sé todo.

De mi hermano ya he dicho a Vmd. El dice que repite sus propósitos (no quiero que escriba por no cansar más a Vdm.). Dice que es mucho émulo el Sr. Villafañe; que seguirá su exemplo en quanto le sea posible. Mena me dixo que havía aquí exemplares de Heineccio. No tema Vmd. que yo le prive de los buenos libros porque la hacienda por la vida que profesamos (dice Mariana) es ninguna, yo daré el aviso a Mena, que es buen amigo, aunque también conmigo es perezoso.

Tengo hoi respuesta del Sr. Bermúdez, humanísima, y a la especie de los apuntamientos de Dn. Juan Lucas, me dice que la Vida no se halla estando ya enquadernada, etc.; añade: como el amigo Dn. Gregorio no descubriera para dar la Era, lugar, y año del nazimiento del santo rey, no sé quien lo pueda hacer. Bien haya su pluma, no se puede decir más en menos.

Sólo resta decir que mi hermano Pedro y todos los otros y más que todos yo soi y somos los que más debemos a Vmd. y mi Sr. Dn. Juan Antonio que en efecto les pagamos y deseamos intensísimamente en efecto. ¡Ojalá lleguen ocasiones! Vmd. mande quanto quiera, como a sus amigos, como a sus criados y como a sus esclavos. Entre tanto pido a Dios me guarde muchos años a Vmd. en compañía de mi señor su hermano a quien de nuevo me encomiendo. Madrid y diziembre 11 de 1745.

B. L. M. de Vmd.

su más afecto fiel y seguro amigo y capellán

Andrés Marcos Burriel

(BAHM., 178)

Sr.Dn. Gregorio Mayans y Siscar, mi señor.

Volver Arriba

196 El proyecto de la Historia de la santa iglesia de Toledo que escribiría Mayans.

197 Estas lamentaciones de Jover no parecen sinceras, pues Mayans acusó al fiscal de impedirle el favor de la Corte acusándole de carácter extraño e insociable; cf. MESTRE, Ilustración..., 301-304, 370-379.

198 Juan A. de las Infantas a G. Mayans, Toledo, 31-XII-1745, B.A.H.M., 76.

199 Se refiere a la censura que hicieron de la traducción de Pingarrón a las Costumbres de los israelitas y de cristianos de Fleury, en Diario de los Literatos de España.

Volver Arriba