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Gregorio Mayans y Siscar -... > Bibliografía > Tesis Doctorales - Historia... > La División de Wamba y historiografía

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[Pg. 134]

CAPÍTULO IV

LAS "NOTAS A LA DIVISIÓN ATRIBUIDA A WAMBA" DE

JUAN A. MAYÁNS Y LA "ESPAÑA SAGRADA"

 

LA DIVISIÓN DE WAMBA Y SU HISTORIOGRAFÍA

El principio, generalmente aceptado por la iglesia primitiva, de adaptar las provincias eclesiásticas a la organización política del imperio romano se mantuvo con fidelidad entre los visigodos. Si bien la invasión musulmana rompió estas estructuras, siempre quedó el interés por el orden antiguo. Intento difícil por cierto porque, además de que no siempre eran conocidos los límites anteriores, los nuevos intereses nacidos de las conquistas realizadas por los distintos reyes cristianos complicaban la situación. Los frecuentes cambios de frontera entre los reinos españoles implicaban, además, el deseo de adaptar los límites eclesiásticos a la nueva situación creada. De ahí que para conservar territorios antiguos, o para mantener las nuevas concesiones hechas por los monarcas, las sedes episcopales buscasen el apoyo jurídico de antiguas divisiones eclesiásticas. Uno de estos últimos casos provocó la División de diócesis atribuida al rey visigodo Wamba.

La llamada División o Hitación de Wamba ha tenido verdadera trascendencia en la historia eclesiástica española. Abundantísima es la bibliografía que sobre el tema puede presentarse, señal fehaciente del interés que le han dedicado los historiadores. Entre estos estudios ocupan un lugar destacado, sin duda alguna, las páginas de la España Sagrada dedicadas a la División del rey visigodo 1.

No es que las páginas del P. Flórez resolvieran definitivamente el problema, ni mucho menos. Estudios recientes, como los de Antonio

Lamina

[Pg. 136] Blázquez 2 y Giménez Soler 3, defensores de la autentciidad del documento, pero sobre todo de Sánchez Albornoz 4 y Vázquez de Parga 5, impugnadores, demuestran que el tema ha preocupado a los historiadores de nuestros días. Y, ciertamente, el documemnto empezó a preocupar desde el primer momento de su existencia. Hoy, que ha perdido todo valor jurídico, interesa como manifestación de los factores que determinaron los límites diocesanos después de la reconquista de los territorios. A nosotros ni siquiera nos interesa en ese sentido. Sólo nos sirve como campo de observación del desarrollo crítico en la historiografía del siglo XVIII.

La División de Wamba tuvo origen, según juicio de los modernos historiadores, a fines del siglo XI con motivo de los pleitos entre las diócesis de Burgos, Nájera y Osma. En la división que hizo Sancho el Mayor de sus reinos (1035) entre sus hijos, atribuyó a García de Navarra la Bureba y los Montes de Oca, mientras concedía a Fernando de Castilla la tierra de Burgos. Dividía, así, la antigua diócesis de Auca, de tal manera que la parte oriental quedaba unida a la nueva diócesis de Nájera dentro del reino navarro. Cuando, después de la batalla de Atapuerta (1504), los castellanos se apoderan de tierras que consideraban propias, como Castella Vetulla, desearon unirlas a la jurisdicción eclesiástica de Burgos. Por otra parte, no tardaría en intervenir en la polémica el arzobispo de Toledo, después del restablecimiento de la sede, defendiendo los derechos de la diócesis de Osma, sufragánea de la toledana 6.

Si bien no se puede afirmar con certeza que la División era desconocida en el concilio de Husillos de 1088 7, ya alude a ella con toda claridad, y precisamente para rechazarla como fingida, una Bula de Pascual II en 1108 8. Entre esas fechas la División fue conocida por los interesados, pues una Bula de Urbano II en 1097 manifiesta las intenciones [Pg. 137] del arzobispo de Toledo, don Bernardo, de reclamar la diócesis de Burgos como sufragánea "ya que ésta ciudad estaba edificada en una parroquia de Osma" 9. Estas palabras se refieren a la División de Wamba, pues la Bula de Pascual II, antes aludida, es la solución al pleito suscitado por el arzobispo toledano 10. Su rápida aceptación en el siglo XII es evidente. Papas 11, obispos 12 y reyes 13 recurren al documento como guía seguro en los pleitos sobre límites de diócesis. Y, naturalmente, también llega a conocimiento de don Pelayo, obispo de Oviedo, que, según su propia costumbre, interpoló el texto de acuerdo con sus intereses.

Urbano II había declarado a Oviedo y a León sufragáneas de la sede metropolitana de Toledo. Decisión que molestó a los obispos de dichas sedes. Ante sus enérgicas protestas fue anulada la decisión pontificia por Pascual II en 1105 14. Pero el problema de las pretensiones toledanas quedaba en pie y don Pelayo intentó acabar con ellas dando antigüedad a los límites que tenía su sede y la de León por concesiones de los reyes astures y leoneses 15. En ese sentido orientó el obispo de Oviedo las frases que interpoló en el texto de la División del Liber Itacii. Si bien posteriormente modificó de nuevo el texto del documento en su Liber Chronicorum 16. Esta última redacción fue adoptada por don Lucas de [Pg. 138] Tuy en el Chronicon Mundi que sirvió de modelo a la Crónica General de Alfonso X el Sabio 17. Y el texto pelagiano de la División de Wamba, en la relación del Liber Itacii fue publicado por García de Loaisa en su Collectio Conciliorum 18.

Años después de que apareciera la edición de García de Loaisa, algunos historiadores habían manifestado sus dudas sobre la autenticidad de la División. Eso demuestra, al menos, la carta de Antonio Agustín a Juan Bautista Pérez en que confiesa la sospecha de que se trataba de un documento falso 19. Las razones, hasta ahora desconocidas, de Juan Bautista Pérez que preparaba una edición crítica del texto de la División, confirman al arzobispo de Tarragona en su opinión de ser cosa falsa y "escritura sacada de moros" 20.

Pero estas cartas, además de no indicar las razones de su juicio, fueron desconocidas por los investigadores hasta la publicación que de ellas hizo el cardenal Aguirre y posteriormente Mayáns en la Censura de Historias Fabulosas 21. De ahí que si Ambrosio de Morales tiene sus dudas 22, no parecen participar de ellas -pues aceptan la autenticidad del documento- historiadores como Jerónimo Zurita, Gómez de Castro, Gómez Miedes 23 y hasta el cardenal Baronio 24.

Tampoco en el siglo XVII aparece una actitud definida frente a la División de Wamba. Mientras el agustino Felipe Gándara, José de Pellicer y Nicolás Antonio confiesan sus dudas sobre las pruebas de la existencia y autenticidad del documento 25, continúa la aceptación general entre los historiadores como Colmenares en su Historia de Segovia (1637) [Pg. 139] y Francisco Vilagrasa en la obra sobre la diócesis de Segorbe 26. Ya en el siglo XVIII, Felipe Labbe duda de la autenticidad en la monumental obra de los Concilios 27, y el religioso portugués Contador de Argote da algunas razones claras sobre la falsedad de la División 28. Actitud decididamente crítica sólo la toman Mayáns y Flórez en el sentido aparecido en el tomo cuarto de la España Sagrada.

"La argumentación de Mayáns se dirigió a probar dos cosas. La primera, de fácil exposición y razonamiento, consistía en demostrar que el documento era de la época de la Reconquista. La segunda en suponerlo inventado por Don Pelayo, obispo de Oviedo (1101-1129-1143) con el objeto de favorecer a su diócesis" 29.

La primera parte del intento queda definitivamente probada. El silencio de cinco siglos acerca del documento, la ausencia de las colecciones de concilios visigodos, la imposibilidad de que fuera redactada en el concilio XI de Toledo, los toponímicos utilizados que exigen su redacción en tiempo de la reconquista..., demuestran la falsedad esencial del documento. Ni la División fue hecha por Wamba, ni tuvo lugar dicho concilio toledano, ni puede servir como testimonio fidedigno de la situación de las diócesis visigodas 30.

La segunda afirmación -don Pelayo de Oviedo es el autor de la División de Wamba- no es cierta. El hecho de que Mayáns-Flórez utilizaran la copia pelagiana del Liber Itacii editada por García de Loaisa 31, les hizo considerar al obispo de Oviedo como autor del texto. Ciertamente la costumbre de don Pelayo de interpolar los documentos históricos que manejaba 32 y el hecho de que no conocieran testimonios [Pg. 140] de la existencia de la División anteriores al del obispo-historiador, constituían una fuerte sospecha, pero sólo podían engendrar un indicio, nunca una prueba fehaciente. Peligro y debilidad del argumento negativo, bastaba encontrar una copia de la División anterior a don Pelayo para que la prueba de Mayáns-Flórez perdiera su valor.

Para apoyar su tesis de que la División no es anterior al siglo XII, época de la actividad de don Pelayo, Flórez se vale de un argumento ya utilizado por Contador de Argote: no fue conocida por los obispos del concilio de Husillos (1088) reunidos para estudiar los límites diocesanos entre Osma y Burgos 33. Tampoco es éste argumento apodíctico, afirma Pío Beltrán, pues del concilio sólo conocemos la decisión y de ninguna manera el proceso y los documentos aportados para resolver el pleito 34.

Por otra parte, el estudio de Vázquez de Parga demuestra que don Pelayo no es el autor de la División, pues las copias pelagianas forman una familia dentro de los códices que conservan el documento y no son ciertamente el ejemplar primero como demuestra la edición crítica 35. Para Vázquez de Parga el testimonio de la Bula de Pascual II sobre "scriptum illud vetus quod Oxomensis Episcopus habere se dicit" se refiere a la División de Wamba. Pero, además, afirma: "Probablemente hay que ver una alusión a su existencia en la Bula de Urbano II (1097, 15 de julio), en la que se ve cómo el arzobispo Bernardo de Toledo exigía del obispo de Burgos obediencia de sufragáneo quasi in Oximae parrochia Burgos esset oedificata" 36. De ahí que centre el origen de la superchería en la diócesis de Osma o de Toledo entre el concilio de Husillos (1088) y la Bula de Pascual II (1108) 37.

No obstante, Pío Beltrán en el estudio manuscrito a que venimos refiriéndonos intenta anticipar la fecha de composición localizándola [Pg. 141] en la diócesis de Nájera. En el análisis que hace de las copias de la División cree encontrar el texto más antiguo en los códices aragoneses 38. El problema continúa centrado, naturalmente, en los límites de Burgos, Osma y Nájera. Observa Beltrán que los códices aragoneses hablan de la diócesis de Senona, desaparecida en los ejemplares pelagianos, que coincide plenamente con los límites más amplios que tuvo la diócesis de Nájera, supuesta sede sucesora de Senona. Ahora bien, esta diócesis no ha existido nunca y es claro que la intención del documento se orienta a justificar los límites de Nájera en tiempo de García Sánchez.

Pío Beltrán analiza, asimismo, los documentos reales de la época y observa el interés de Fernando I de Castilla por mantener un obispo "in partibus" con jurisdicción sobre la parte de la antigua Auca que permanecía en poder de Navarra. Insiste también Beltrán en los textos de los reyes navarros afirmando, por ejemplo, García "regnante in Pampilona, in Alava, et in Castella Vetula usque in Burgis et usque in Briciam et obtinente Cutellium cum suis terminis in Asturiis, fratre vero eius Fredinando in Legione et in Burgis..." 39. Ahora bien, después de la batalla de Atapuerca en 1054, Fernando I se llama rey "in Legione et in Burgis et in tota Castella" 40 y "Castellae Vetule, Legionis et Gallecie dominans" 41. Ampliando la infiltración castellana, Alfonso VI ocupó la ciudad de Nájera en 1076 y donó el monasterio de Santa María la Real a Hugo abad de Cluny en 1079 42.

He aquí la conclusión de Beltrán:

"Resumiendo todo lo dicho, la falsificación del documento de Wamba hubo de ser hecha en Nájera a partir del año 1052, y preferentemente hacia el 1067, en que debía estar en toda su fuerza la discusión sobre los territorios de los Montes de Oca y de la Bureba. Es imposible suponerla posterior a 1079 cuando Santa María la Real pasó a depender de Cluny" 43.

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1 . FLÓREZ, España Sagrada, IV, 181-252.

2 . BLÁZQUEZ, La Hitación de Wamba...

3 . GIMÉNEZ SOLER, La Hitación de Wamba...

4 . SÁNGHEZ ALBORNOZ, Fuentes para el estudio de las divisiones eclesiásticas...

5 . VÁZQUEZ DE PARGA, La División... También VICENTE LAFUENTE, IV, 52-57, niega la autenticidad de la División de Wamba. He podido seguir la bibliografía completa sobre el tema gracias al trabajo de CASTELL, El proceso sobre la ordenación..., que dedica un capítulo entero a la Historiografía de la División de Wamba.

6 . BELTRÁN, Divisiones..., 241-253 ; VÁZQUEZ DE PARGA, 92.

7 . El argumento, sin embargo, no puede ser definitivo, pues no se conocen las Actas del Concilio, BELTRÁN, Divisiones..., 222 ; VÁZQUEZ DE PARGA, 42, 92.

8 . VÁZQUEZ DE PARGA, 43-44, 92.

9 . Ibíd., 43.

10 . "scriptum illud vetus quod Osomensis Episcopus habere se dicit, sicut nec a vobis nec a Nobis autenticum creditur", VÁZQUEZ DE PARGA, 43-44, que la toma de las publicaciones de TORIBIO MINGUELLA, Historia de la diócesis de Sigüenza, I, 22 y de LUCIANO SERRANO, El obispado de Burgos..., I, 376.

11 . Calixto II (1123), Inocencio II (1139), Adriano IV (1158), Alejandro III (1163) y (1172); CASTELL, 162; VÁZQUEZ DE PARGA, 44-45.

12 . Erección de la diócesis de Segorbe-Albarracín por el metropolitano de Toledo; discusiones entre Osma y Burgos (1130 y 1136); disputa entre Santiago y Braga (1182) así como entre Burgos y Oviedo (1184), siempre según límites de la División; CASTELL, 163; VÁZQUEZ DE PARGA, 45-46. He puesto sólo los testimonios del siglo XII, pues en el siguiente la aceptación es ya general.

13 . Ramiro II el Monje (1134), Alfonso VII de Castilla (1134), CASTELL, 163.

14 . El error de Mayáns y Flórez consiste en creer que la división de Wamba es posterior a 1105 porque en esa fecha fueron declarados indepedientes de Toledo las sedes de Oviedo y León. Los dos eruditos desconocían el decreto de Urbano II que las declaraba sufragáneas de Toledo, BELTRÁN, Divisiones..., 282. Cf. RISCO, España Sagrada, XXXV, 145 y XXXVIII, 96. Sobre el estado de los estudios históricos sobre la metrópoli de Oviedo y la teoría del obispo don Pelayo, cf. MANSILLA, La supuesta metrópoli...

15 . No es preciso atribuir a don Pelayo la paternidad de los límites atribuidos a la diócesis de León. Pío Beltrán piensa que fueron, más bien, los litigantes leoneses contra Toledo los autores de los límites que da el obispo de Oviedo, BELTRÁN, Divisiones..., 282.

16 . VÁZQUEZ DE PARGA, 60-61. El Liber Itacii forma parte de la obra de don Pelayo de Oviedo. Sobre el proceso evolutivo y composición del Corpus Pelagiano

así como el análisis de los códices conservados, cf. PÉREZ DE URBEL, Sampiro, su crónica..., 136-202.

17 . VÁZQUEZ DE PARGA, 65.

18 . Ibld., 61; BELTRÁN, Divisiones..., 223; GARCÍA LOYSA, Colectio..., 135-142.

19 . Antonio Agustín a Juan Bautista Pérez, 13-VIII-1576, en N. ANTONIO, Censura..., 683.

20 . Ibíd., 30-VIII-1576, íd., 685.

21 . N. ANTONIO, Censura..., 683-686.

22 . AMBROSIO MORALES, Corónica General de España, lib. XII, cap. 50, ed. B. CANO, Madrid, 1791, 269.

23 . ZURITA, Anales..., I, 155 ; Gómez de Castro acepta la autenticidad en carta a Antonio Agustín, cf. MIQUEL ROSELL, Epistolario de Antonio Agustín..., 187; y Gómez de Miedes se limita a repetir el juicio de Zurita. Un juicio sobre la opinión de estos personajes en CASTELL, 170-171.

24 . BARONIOS, Anuales Ecclesiastici, Roma 1599, VIII, 514-515.

25 . Sobre Felipe Gándara, cf. FLÓREZ, España Sagrada, IV, 184; JOSÉ PELLICER, Annales de la monarquía de España después de su pérdida, Madrid, 1681, lib. V, n. 16; N. ANTONIO, Censura..., 483-484.

26 . DIEGO COLMENARES, Historia de la insigne ciudad de Segovia y compendio de las historias de Castilla, 4.ª ed., Madrid, 1921, I, 120-122; VILLAGRASA, Antigüedad..., 5-9.

27 . LABBE, Sacrosanta Concilia..., VII, 572.

28 . JERÓNIMO CONTADOR DE ARGOTE, Memorias para a Historia do arcebispado de Braga, primaz das Hespanhas, Lisboa, 1734, II, 765-766. Respecto a la historiografía anterior a Mayáns-Flórez, he utilizado el trabajo, ya citado, de CASTELL, 159-183. También VÁZQUEZ DE PARGA, 32-34, da una breve síntesis historiográfica.

29 . BELTRÁN, Divisiones..., 221.

30 . Así lo reconocen los últimos historiadores que estudian el tema, VÁZQUEZ DE PARGA, 89, 92 ; BELTRÁN, Divisiones..., 224-225.

31 . VÁZQUEZ DE PARGA, 34-35. FLÓREZ, España Sagrada, IV, 236-240, edita el texto que le sirve de base en su estudio, tomado de García de Loaysa.

32 . VÁZQUEZ DE PARCA, 64-65. "La posibilidad de que don Pelayo inventara la División se fundaba en la costumbre de interpolar crónicas que tenía este prelado como hizo en las que escribió entre 1133 y 1143 ya retirado", escribe BELTRÁN,

Divisiones..., 22. El carácter fabulador de don Pelayo aparece confesado por FLÓREZ, España Sagrada, IV, 206-207, y repetidas veces es censurado por Juan Antonio Mayáns en las Notas que envió al agustino. También Fr. Justo Pérez de Urbel ha estudiado el afán de don Pelayo por interpolar obras de otros historiadores, al señalar las modificaciones de la Crónica de Sampiro en el texto transmitido por el obispo de Oviedo, PÉREZ DE URBEL, Sampiro, su crónica..., 129-233.

33 . FLÓREZ, España Sagrada, IV, 188, 252.

34 . BELTRÁN, Divisiones..., 222. Tanto Blázquez como Giménez Soler ponen especial interés en probar que existen códices de la División de Wamba anteriores a don Pelayo como argumento en favor de la autenticidad.

35 . VÁZQUEZ DE PARGA, 59-85.

36 . Ibíd., 92; BELTRÁN, Divisiones..., 223, considera cierta la referencia de la bula de Urbano II, Postquam apud, a la división de Wamba.

37 . VÁZQUEZ DE PARGA, 92.

38 . Ibíd., 69, estudia, asimismo, los manuscritos de la familia aragonesa.

39 . La dotación de Santa María del Real tuvo lugar el 12-XII-1052, cf. FIDEL FITA, Santa María la Real..., 155.

40 . LUCIANO SERRANO, Cartulario de San Millán..., n. 171.

41 . Ibíd., n. 183.

42 . BELTRÁN, Divisiones..., 241-255.

43 . Ibíd., 253. No tardó el arzobispo de Toledo en hacerse eco de estos supuestos pidiendo que Burgos fuese declarada sede sufragánea de la toledana, pues la División consideraba Auca de la Cartaginense, cuando realmente fue de la Tarraconense. Tampoco podía Alfonso VI tolerar que un obispado de su reino, como Burgos, fuese sufragáneo de Tarragona, Ibid., 254-255.

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